Capítulo 36

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  Un par de días después, las cosas entre ellos no iban del todo bien. No había peleas o motivos de disgusto, solamente era ella. Estaba muy diferente, y Julian se daba cuenta de que algo pasaba. No era su Ori, no hablaba, casi ni lo besaba, y prácticamente hablaba solo cuando intentaba conversar con ella acerca de algo.


-Ori vamos, algo te sucede... -dijo él mientras se sentaban en la cama del rizado.
-Nada Julian, estoy cansada, solo eso –dijo ella en un susurro. Él suspiró, esa era su respuesta para todo últimamente. Y sabía que no era eso, pero no encontraba la forma de hacerla admitir lo que le pasaba. ¿Qué acaso no confiaba en él? Se comenzaba a hacer esa clase de preguntas, solamente quería ayudarla, pero ella no respondía, ella solo seguía ignorándolo.
-¿Confias en mí? –preguntó el mientras su mano recorría el cabello de la morena.
-Claro que sí –dijo ella mientras miraba al suelo. Julian puso su mano en su mejilla.
-Entonces dime que sucede. –dijo él mientras le levantaba el rostro para que sus miradas se encontraran. Sus ojos marrones no lucían como siempre, estaban opacos. Y el comenzaba a asustarse. La amaba, y necesitaba protegerla, pero ella estaba haciendo una pared imaginaria contra todo el mundo, escondiéndose y no dejando a la gente que la amaba entrar.
-¿Cuántas veces quieres que te diga que nada? –dijo Ori molesta.
-No sé, las que sean necesarias para que termines contándome la verdad –musitó él también molesto –se supone que confías en mí.
-Confío en ti, y te digo, no me sucede absolutamente nada –dijo ella con tono seco.
-Mentirosa –acusó Julian -¿acaso quieres terminar conmigo? Si quieres poner en práctica toda esa mierda de la distancia antes de terminar, solo dímelo enseguida. –dijo el fríamente.
-No quiero terminar contigo, solo estoy cansada y algo estresada ¿no puedo tener un par de días sin estar saltando de alegría? –preguntó ella irónicamente.
-No quiero que la distancia comience a hacer efecto –dijo el relajando un poco el tono. –te amo, y realmente quiero que esto funcione –susurró. Se miraron a los ojos, entonces Julian se acercó a ella y le dio un beso. Ori lo respondió, movieron sus labios con suavidad, disfrutando los segundos, disfrutándose el uno con el otro. Él se movió un poco para besarla con más intensidad, sintiendo como el corazón comenzaba a latirle aceleradamente, sintiendo la sangre comenzar a correr por sus venas. Les comenzaba a faltar el aire, entonces el la empujó con cuidado dejándola recostada sobre la cama. Se acomodó sobre ella mientras seguía besándola. La morena enredo sus dedos en el cabello de el, acercándolo más a ella. Julian metió sus manos bajo su camiseta, acariciando su piel, mientras le besaba el cuello. –te amo demasiado, no te alejes de mí –le susurró con la voz más ronca en el oído. Ori cerró los ojos, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo ante la sensualidad de su voz. Julian se quitó la camisa que llevaba, y volvió a besarla. La ayudó también a quitarse su camiseta, para atacar sus labios otra vez. Le costaba respirar, sus pulmones exigían aún más aire, pero no podía separar sus labios de los de ella. Entonces le sacó el corpiño y siguió besándola. La poca cordura iba desapareciendo a cada movimiento de sus bocas. Entonces la mano de él bajó hasta su vientre, y comenzó a meterla por el pantalón de ella. Fue cuando ella lanzó un grito y le dio un empujón a Julian.
-¡No me toques! –le gritó cubriéndose. Julian la miró confundido, no entendía que había pasado.
-¿Qué pasó? ¿Qué hice mal? –preguntó él mientras se acercaba a ella.
-¡Aléjate de mí! –Grito Ori poniéndose su ropa. Julian le tomó el brazo cuando se paró, dispuesta a irse. -¡suéltame! –le gritó desesperada. El la soltó y ella corrió para irse.

Y dejó a Julian confuso, con mil preguntas en la cabeza. Se sentía mal, y no sabía precisamente si era el culpable o no. No sabía que había hecho mal, no tenía idea que estaba sucediendo y comenzaba a preocuparse más de la cuenta. La actitud de su novia le estaba preocupando ya demasiado. Se puso su camisa, fue al baño a mojarse la cara, y decidió ir a hablar con Jenny.
Tocó el timbre, y le abrió la puerta su mejor amigo.


-¿Maxi? –preguntó arqueando una ceja. Su amigo venía algo despeinado y sudaba. –no quiero imaginarme que hacías –frunció el ceño e hizo una divertida mueca de asco. Maxi sonrió -¿está Jenny?
-¿Y tú para qué quieres a mi novia? –dijo el muchacho arqueando una ceja.
-Para llevármela y besarla –dijo Julian irónico rodando los ojos. Ambos rieron –necesito hablar con ella. –Maxi asintió y lo hizo pasar. Entró, se sentó en el sofá, el llamó a Jenny. Ella bajó mientras se tomaba el cabello en una coleta.
-Hola Julian –dijo alegre. Le dio un beso en la mejilla. Él sonrió débilmente. Se sentó Jenny, y Maxi junto a ella. -¿pasa algo?
-Yo... necesitaba hablar contigo –musitó –es sobre... Ori
-¿Qué ha pasado Julian? –preguntó ella
-Ella... actua tan extraño –comenzó Julian –es como si... quisiera terminar conmigo, aunque asegura que no, pero casi ni me habla, a veces llora sin razón... -Jenny miró al suelo dando un suspiro. Maxi escuchaba atento a su mejor amigo, quien lucía bastante afligido. –es tan extraño, hoy... estábamos en mi habitación, besándonos... todo subió un poco de tono, y de un momento a otro ella gritó que la soltara. –Jenny frunció el ceño –gritó que no la volviera a tocar y se fue corriendo, quedé como un idiota viéndola irse. Ninguna explicación, nada.
-Si he notado su comportamiento –admitió Jenny. –pero debo admitir que no tengo idea que sucede. –confesó la muchacha. Maxi estaba callado. Le preocupaba un poco la situación, Julian estaba afligido. Sabía que estaba enamorado de Ori, y que cualquier cosa podría herirlo. Le preocupaba su mejor amigo. Oriana era una buena chica, y no estaba actuando así sin algún motivo, o algo que le estuviese sucediendo. Pero la pregunta era ¿qué rayos sucedía?
-He intentado preguntarle... ¡ni te imaginas cuantas veces! –dijo Julian mientras su mano pasaba por sus pelos, estaba nervioso. –hoy discutimos, porque le dije que no confiaba en mí, pero aún así ella dijo que no sucedía nada.
-Yo también le he preguntado, y siempre responde "estoy cansada" –dijo Jenny, Maxi tomó su mano, y le dio un cariñoso apretón, dándole ánimo. Ella le sonrió débilmente –me preocupa, es mi mejor amiga, y es obvio que algo sucede. –Julian asintió
-Todo comenzó a cambiar luego del baile ¿sabes? –Julian recordó a su novia algo diferente ese día, pero nada muy preocupante. Los días siguientes a eso, se había notado un brusco cambio en su personalidad. Extrañaba a su amiga, la Ori cariñosa, tierna, sonriente y divertida. ¿Qué le estaba pasando? Estaba con el ánimo por los suelos.
-Tranquilo Ju... debemos averiguar que sucede, te aseguro que las cosas estarán mejor –dijo ella palmeándole el hombro cariñosamente. Julian sonrió débilmente.
-Eso espero china... -dijo Julian mientras miraba a su amiga y a su mejor amigo.

Como amar II Orian II AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora