Esa noche, Julian se arregló bastante. Se miraba y no se convencía. Se puso unos pantalones de tela color caqui, unas zapatillas converses blancas, y una camisa a cuadros. Su pelo estaba perfecto, se perfumó bastante. Suspiró nervioso.
Su celular comenzó a sonar.
-¿Hola?
-Hermano, haremos una noche de películas. –dijo Agus-¿vienes?
-Eh... no Agus yo... no me siento bien –dijo
-¿Estás seguro? Supongo que no irás a esa fiesta ¿cierto? Por favor Julian, sé porque te digo las cosas.
-No, no iré –musitó –solo me quedaré en casa, además... -"miente Julian, miente" –Yol estará en casa en un par de horas, ya sabes...
-Uhm genial, entonces nos vemos. –dijo Agus
Suspiró, bajó, se despidió de su madre y tomó su auto. Manejó hasta la casa de Martina, estacionó su auto y tocó el timbre.-¡Hola Julian! –Martina lo abrazó exageradamente. La chica llevaba un corto vestido negro ceñido a su cuerpo. –pasa.
Julian asintió y entró, el ambiente estaba relajado aún. Sonrió al saludar a todos los chicos que el conocía, y a las chicas. Inmediatamente, Eva se acercó a él.-Ju –dijo dándole un exagerado abrazo.
-Hola –dijo sonriendo. Le besó la mejilla.
-¿Vamos a tomar un trago? –el asintió, aunque no bebería, claramente tomaría solo bebidas. Estaba manejando.
-Solo bebida –le dijo al chico que habían contratado para el bar. El chico asintió y le entregó bebida.
-¿Tú, bebida? –preguntó ella burlona. Julian sonrió forzadamente. –bueno, has cambiado.
-Supongo –dijo levantando los hombros.
-¿Estabas saliendo con María? –preguntó ella frunciendo el ceño con curiosidad.
-No, bueno algo así, pero nada serio –dijo él con una sonrisa.
-Ah... ¿no has tenido novias serias? –preguntó ella mientras se sentaban en un sofá. Julian negó con la cabeza -¿por qué?
-Digamos que no ha llegado la indicada –dijo con una risa.
-O quizás te enfocas en un tipo de chica –dijo Eva sonriéndole. –debes mirar más allá.
-Bueno he estado con muchas chicas, pero ninguna me ha tocado el corazón de verdad –dijo sonriendo.
-Ah... -dijo Eva. En ese momento entró Oriana de la mano con Peter. Julian se tensó rápidamente, Eva lo notó de inmediato, sonrió de forma maliciosa. Todo debía resultar para conveniencia suya. Julian los observó mientras saludaban a todo el mundo, mientras caminaba hasta el bar y tomaban algo, se besaban exageradamente, mientras Peter le decía cosas al oído. Frunció el ceño.-Iré a saludar a Oriana-dijo el.
Eva lo miró irse y volvió a sonreír. Julian se acercó a ella y a su novio.-Enana-dijo fingiendo una sonrisa amable
-Julian –dijo ella algo sorprendida. Peter le lanzó una mirada asesina a Julian y una muy sombría a Oriana, quien dio un largo suspiro.
-Hola –dijo Julian mirando a Peter–Julian Serrano–dijo dándole la mano. Peter, seriamente le tendió la mano.
-Peter Lanzani –dijo Peter seriamente. Se miraron a los ojos, era como si las chispas de ira fueran visibles a kilómetros a la redonda. Se soltaron la mano con recelo.
-¿No viniste con los chicos? –preguntó Oriana
-No –dijo él. –los chicos estaban haciendo otra cosa.
-Oh genial –dijo ella sonriendo forzadamente. Se sentía incómoda en presencia de su mejor amigo y su novio.
-Princesa, iré a saludar a las chicas afuera, vuelvo enseguida –dijo Peter mirándola a los ojos intensamente. –te amo princesa –le susurró cerca de los labios. Julianarqueó una ceja. ¿Te amo? Vamos, estaba bromeando. Llevaban con suerte dos meses juntos ¿y ya se amaban? No, eso no era amor. Peter la besó frente a Julian, exageradamente. el miró al suelo, apretando los puños. Imbécil.-Es un poco... celoso ¿no crees? –preguntó Julian cuando Peter había salido del lugar.
-Es maravilloso –contestó ella con recelo.
-No sé que le ves –dijo Julian frunciendo el ceño.
-Mhm es como preguntarte a ti que le ves a todas esas perras ¿no crees? –dijo Oriana con cierta ironía.
-Pero yo no les digo "te amo" –atacó Julian.
-¿Y qué tiene? ¿Acaso el amor tiene reglas? –preguntó ella desafiante. Estaban frente a frente. Golpe bajo para Julian.
-Si tu crees que eso es amor, estás muy mal –dijo el con frialdad.
-¿Y acaso tú sabes lo que es el amor? –dijo ella burlona. el la miró fríamente. -¡Déjame reírme! Tú no tienes sentimientos Serrano, crees que las chicas están para acostarse contigo, agregándole que eres la persona más superficial del mundo –Julian sintió un nudo en la garganta, pero intentó aguantarse las ganas de llorar –te acuestas con ellas por su bonito cuerpo, nada más. ¿Sabes qué? Me das P-E-N-A –dijo ella remarcando la palabra. Julian la quemaba con la mirada. –Nunca conocerás el amor.
-¿Qué sabes tú sobre eso? Eres una tonta ilusionada y deslumbrada por un tipo que aparenta algo que no es –dijo Julian con la voz más quebrada –tú no tienes la más mínima idea de que es el amor, tú estás con el de forma superficial ¿sabes por qué? Porque el amor SÍ requiere tiempo, no puedes amar a una persona que apenas conoces –dijo el con una mueca –el amor se trata de aceptar al otro como es, conociendo sus defectos y sus virtudes, es haber pasado momentos de alegría, como así haber tenido los peores obstáculos. ESO ES AMOR, ORIANA-dijo Julian–y dudo que hayas pasado mucho con ese imbécil.
-¿Dónde leíste eso Julian? ¿En un libro? Porque dudo que tú hayas creado eso –dijo ella burlona.
-No tienes idea Oriana, ni la más mínima –dijo Julian
-Entonces explícame –dijo ella –porque dudo que un idiota que haga apuestas tales como acostarse con su profesora de matemática, que se haya acostado con todas las porristas del equipo, y que estuvo a punto de aprovecharse de su mejor amiga borracha, sepa de amor –dijo ella. Julian apretó los puños. Eso le había calado hondo. Respiró con dificultad.
-Las primeras cosas que dijiste fueron ciertas, pero no puedo creer que hayas dicho que yo quería aprovecharme de ti –dijo él con dolor -¿Yo Oriana? La persona que te ha protegido desde que tenías diez años, desde que nos conocimos cuando te caíste en tu bicicleta luego de que el niño imbécil te empujó ¿recuerdas? –ella lo miró con cierta sorpresa, no pensó que el recordaría ese detalle –Yo, el chico que te defendió cuando el imbécil de Javier te estaba espiando en el baño de chicas, ¿recuerdas eso? Lo golpeé y me suspendieron una semana. Yo, quien te ha escuchado cada maldita vez que tienes discusiones con tu madre, o cuando tu padre vuelve a llamarte, siempre te digo que todo estará bien, te he apoyado –ella tenía lágrimas en el rostro mientras Julian hablaba, su voz sonaba pésima, estaba a punto de llorar -¡Yo Oriana! El que ha arriesgado un montón de cosas por ti desde hace años, el que ha ido a las 5 am a tu casa porque tuviste una pesadilla, el que ha llorado y reído contigo ¿crees que me aprovecharía de ti? ¿Crees que alguna vez tuve una mala intención contigo? –ella miraba al suelo ahora, mucho más avergonzada –si de verdad crees eso, dímelo, que te juro por mi vida que me alejo de ti. –dijo Julian fríamente –porque si hay una chica en la vida que he querido y que NUNCA se me ha pasado por la mente hacerle daño o hacer algo que ella no quiera, eres tú Oriana, nunca te tocaría, te besaría o haría cualquier estupidez sin tu consentimiento. ¡Jamás! –dijo Julian muy alterado.
-¿Y si tanto me quieres.... –dijo ella con lágrimas en los ojos –porque me ignoras en la secundaria? ¿Tanto te avergüenza ser mi amigo y "protegerme" según tú?
-¡Maldita sea Oriana! –dijo Julian alterado -¡Porque no quiero que esta gente estúpida y mala sea parte de tu vida! –dijo él –no quiero que tu mundo, tu inocencia, sea alterada por ellos... no tienes idea Oriana, lo sucio que es este "inocente grupo de niños populares", aquí siempre es sexo, drogas y alcohol. Todo gira en torno a lo superficial, todo es eso. ¿Crees que yo permitiría que una chica tan dulce, amable, buena e inocente como tú cambiara un poco por ser más "popular"? No Oriana, nunca en mi maldita vida lo permitiría. Tú no eres como ellas –dijo Julian no aguantando más. Las lágrimas corrían por su rostro. –tú... tú no necesitas vestidos y zapatos caros, o kilos de maquillaje, para ser hermosa... no necesitas ser una estúpida para encajar... no necesitas acostarte con toda la secundaria para ser "genial"
-Julian yo... -ella se había sentido un asco. Le iba a tocar la cara, pero el corrió su mano.
-No digas nada –dijo el con frialdad y dolor. –ya sé que eso nunca va a ser suficiente ¿no? Obviamente nunca podré compararme con tu novio.
Dicho eso, se alejó de ella, quien no paraba de llorar. Peter fue a verla y la abrazó, pero ella no decía nada.
-¿Te hizo daño el idiota ese? –preguntaba, pero ella negaba y lo abrazaba con fuerza. Julian tenía razón, el siempre había sido el único que la cuidaba y protegía de cualquier cosa, y ahora era cuando venía a notarlo. Julian, el siempre había estado para ella.
Peter la invitó a tomar algo. Julian mientras tanto bailaba con sus amigas intentando olvidar lo que había pasado, María y Eva le coqueteaban más de lo usual. Suspiró.-Julian ¿acompáñame a buscar algo que dejé en la habitación de Martina? –Julian amablemente asintió y acompañó a Eva. Le tomó la mano bruscamente, y Julian no dijo nada. Subieron, entonces cuando Eva abrió la puerta de la habitación de Martina, se encontró con una escena que le partió el alma.