Julian no parecía él. Era como si le hubieran lavado el cerebro o hubiese tomado demasiadas Red Bulls. Su sonrisa nadie la borraba, parecía marcada en su rostro. Reía a cada rato, lanzaba bromas, jugueteaba con los chicos. Era un nuevo Julian, mil veces mejor que el anterior.
Ahora los chicos y sus novias, se sentaban todos en una mesa, donde también estaba Ori y Jenny. La pasaban mucho mejor, y recibían las miradas de odio de la mesa de los "populares". Pero ellos eran felices y no les interesaba demasiado ese grupo.
-Entonces ¿iremos al cine mañana? –preguntó Chon con una sonrisa.
-Es una buena idea –dijo Agus –debemos avisarle a Maxi.
-Yo me encargo –dijo Jenny–hoy viene a buscarme. –dijo sonriendo.
-Pero no quiero ver una película de terror –dijo Ori-me dan miedo.
-¿No es esa la idea Ori? –preguntó Eli
-Pero es que luego tengo pesadillas –dijo ella con las mejillas coloradas.
-Si quieres luego voy a dormir contigo –dijo Julian mordiéndose el labio divertido.
-Tonto –dijo Ori riéndose sonrojada mientras le golpeaba el brazo.
-Eu, consíguete una habitación en un motel –replicó Eliseo divertido. Ori se sonrojó mientras Julian se reía.
-Eres un tonto –dijo Julian –Manu y tú deberían seguir tu propio consejo –dijo sonriendo triunfante.
-¡No me metas a mí! –dijo Manuela mientras se reía.
-Son unos pervertidos –dijo Chon mientras jugaba con la tapa de su refresco.
-Creo que deberías mirarte a ti primero –dijo Agus con una sonrisa de suficiencia. Chon se río algo incómodo. Mariel se sonrojó de inmediato –las mejillas de tu novia te delatan.
-¡Agustin! –dijo Mariel sonrojada –idiota
-No soy idiota, soy sincero –dijo Agus burlón.
-Bueno, ¿prepararemos una salida al cine o hablaran cosas pervertidas? –preguntó Valen, la novia de Agus.
-Sí, eso –dijo Agus mientras rodeaba la cintura de su novia y le besaba la mejilla.
-Bueno, vamos a ver la película mañana, juntémonos a las cinco fuera del cine del centro, ya saben, al que solemos ir –dijo Eli –y bueno, allí nos ponemos de acuerdo que película vemos.
-De terror –concluyó Julian.
-Sí tanto quieres que Ori te abrace, quédate en casa –musitó Chon burlón. Julian le lanzó una patada por debajo de la mesa -¡auch! –reclamó Chon frunciendo el ceño.
-Bocón –dijo Julian rodando los ojos. Todos rieron. La campana sonó, a Julian, Jenny, Eliseo y Oriana les tocaba biología. Jenny le dijo que se sentara con Julian sin preocuparse, ella le sonrió extremadamente agradecida.
-¿Eliseo te sientas conmigo? –preguntó Jenny. Eli, quien estaba comiendo galletas, asintió divertido. Ambos se fueron a un puesto más atrás, mientras Julian se sentaba en otra fila con Ori.
-¿Tienes algo que hacer hoy? –le preguntó Julian. Ella negó mordiéndose el labio,el suspiró fuertemente, si ella no dejaba de hacer eso, era capaz de ganarse una detención solo por besarla en la clase. –entonces saldremos, iremos a alguna parte, nuestra primera cita –dijo guiñándole el ojo. Ella sonrió.
-Bueno, pero te aclaro Serrano, no beso en la primera cita –dijo Ori.Julian arqueó una ceja, mientras ella le sonreía –pero contigo es diferente lindo –dijo Ori guiñándole un ojo. Ambos rieron. Justamente llegó el profesor, así que no conversaron mucho, solo se dedicaron a poner atención y de vez en cuando, lanzarse coquetas miradas o cosas así.
Cuando salieron de la sala, Julian inmediatamente le tomó la mano con una gran sonrisa. Sentía que todo era mejor a su lado, y no le interesaba las miradas que les daban. Era un escándalo, Julian Serrano estaba saliendo con la que era su mejor amiga, Oriana.-Aún no creen que yo esté saliendo con alguien como tú –susurró ella mientras caminaban
-¿A qué te refieres? –preguntó él.
-Tú, Julian Serrano, el chico guapo y popular, versus Ori, la chica que no es nadie en esta escuela, que no es porrista, que no tiene ningún talento y no es hermosa como tus chicas de siempre –dijo ella levantando los hombros. Julian negó con la cabeza, deteniéndola en medio del pasillo.
-¿Escuchaste lo que dijiste? –preguntó Julian mirándola con algo de molestia –tú eres mejor que todas las chicas de este lugar, tienes muchos talentos, y eres la mejor persona que conozco. No me interesa lo que el resto piense ¿sí? Te amo a ti, y a nadie más –dijo Julian. Luego de eso, puso sus manos en ambas mejillas de la chica y le dio un apasionado beso en medio del pasillo lleno de gente que los miró con mucha sorpresa. Luego de eso, Julian le besó la frente y siguieron caminando –y espero que eso deje claro que eres solo mía.Ella sonrió, aún creía que era demasiado bueno para ser verdad. Ahora, después de todo, se había dado cuenta que si sentía algo por su mejor amigo, aún no estaba del todo enamorada, pero eso se iba a dar con el tiempo, supuso.
-¿A dónde iremos? –preguntó Ori mientras sacaba las llaves de su casa.
-No sé en realidad –dijo él soltando una despreocupada risa.
-Quiero ir a Starbucks, ¿me llevas? –preguntó ella poniendo cara de "perrito", siempre lo hacían para persuadir al otro.
-Lo que tú quieras –dijo Julian mientras entraban a la casa de Ori. Ella dejó su bolso, y el su mochila. Como de costumbre, la madre de ella no estaba.
-¿Quieres algo? –preguntó ella mientras iba a la cocina.
-Algo de beber, estoy muriendo deshidratado –dijo él riéndose
-Está bien –dijo ella mientras servía dos vasos de Coca Cola. Le dio un vaso a Julian y fue a sentarse junto el al sofá.
-¿Sabes? Lo único que cambia entre nosotros es que ahora puedo besarte donde yo quiera –dijo él con una risa –todo lo demás es lo normal.
-Es la idea –dijo ella tomando un sorbo de bebida –se supone que las parejas deben ser como mejores amigos, por la confianza y todo eso –dijo ella mientras le tocaba la mejilla a Julian.
-Nunca creí que me tomarías en cuenta –admitió Julian
-¿Cómo no? Si eres tan guapo –bromeó ella. El sonrió.
-Lo sé –dijo el. Ella le golpeó el hombro –bromeaba... bueno quizás no tanto. –ambos rieron –pero ya sabes, me dijiste muchas veces que no saldrías con un tipo como yo.
-La gente cambia ¿no? Y yo confío en ti –dijo ella sonriéndole. el se tomó el resto de la bebida y la dejó sobre la mesa.
-No te fallaré –aseguró Julian mientras le besaba la mejilla. Ella dejó el vaso sobre la mesa. –te amo –susurró mientras se acercaba a besarle los labios. Sus bocas se encontraron y se besaron con mucha dulzura. Besar a Julian se sentía como el paraíso, para ella. Sus labios eran tan suaves y tan deliciosos, podría besarlo durante horas.
-Abrázame –pidió ella. El inmediatamente la rodeó con sus brazos. Ella se apoyó en su pecho. Cerró los ojos durante un momento, hasta que alguien abrió la puerta fuerte. Ambos levantaron la vista, era la madre de Oriana y su pareja.
-¡Hija! –dijo ella sonriendo -¡Hola Julian!
-Hola –dijo él levantándose. Le dio la mano al novio de la madre de Ori –Julian Serrano
-Roberto Steven –dijo él con una sonrisa.
-Él es el mejor amigo de Oriana -aclaró su madre. Ella se sonrojó.
-Uhm quizás algo más que eso –musitó ella. Su madre arqueó una ceja y sonrió.
-¿Están de novios? –preguntó emocionada
-Algo así –confesó ella. Julian sonrió.
-Ya era hora chicos, en fin, nosotros iremos a una cena en un rato, así que pásenla bien –dijo su madre mientras subía con su novio las escaleras.
-¿Algo así? –preguntó Julian con una coqueta sonrisa.
-No somos novios, Ju –dijo ella mientras tomaba un bolso y echaba sus cosas. El se quedó con la palabra en la boca –¿vamos?Julian asintió, tomó la mano de su... amiga con derecho, caminaron un par de cuadras hasta un Starbucks, pidieron y luego fueron a sentarse. No hablaron en largo rato.
Julian se dedicó a observarla mientras se tomaba un frapuccino, se veía tan tierna mientras miraba hacia la nada, con la pajilla en la boca. Sus ojos marrones se veían iluminados ante la luz, cosa que la hacía ver extremadamente adorable. Y aún no podía creer que ella estuviera dándole una oportunidad.-Tanto silencio Julian –dijo ella con una traviesa sonrisa.
-Solo pensaba –dijo él mientras la miraba con ternura.
-¿En qué? –preguntó ella mientras le tomaba la mano a Julian por encima de la mesa. Para él, sentir ese suave tacto en su piel era placentero.
-En ti –confesó Julian. Ella sonrió mientras entrelazaban sus dedos.
-Eres tan extremadamente cursi, Ju, nunca lo creí de ti mi vida –dijo ella con una sonrisa, Julian rodó los ojos.
-Tonta –dijo él con una divertida sonrisa.
-Vamos a dar un paseo –dijo ella mientras lo hacía pararse. Le tomó la mano con fuerza, mientras caminaba y terminaba de tomarse su frapuccino. Julian pensaba mientras caminaban, pensaba en como habían cambiado las cosas. Aún se sentía algo inseguro, pero no daba más de felicidad. ¿Cuántas veces había soñado con caminar sosteniendo su mano, y poder, en cualquier momento, detenerla y darle un beso? Ahora podía hacerlo, y eso lo hacía sentir bien, mucho más que eso, lo hacía sentir completo.
-Espera –dijo Julian. Ella arqueó una ceja. Entonces Julian la tomó por la cintura y le plantó un beso. Ella lo siguió de inmediato, mientras colocaba los brazos alrededor del cuello de Julian. Sus labios se movían con lentitud y armonía, mientras sus cuerpos estaban demasiado juntos el uno con el otro. –siempre quise poder besarte donde fuera –dijo el guiñándole un ojo. Ella sonrió y volvió a tomar su mano.
-Eres un cursi, nunca creí que eras así –ambos rieron –de verdad.Llegaron a un parque gigante, lleno de pasto, con una gran fuente de agua en medio. Ambos se tiraron en el pasto mientras charlaban o se besaban. Todo lucía perfecto, todo parecía maravilloso en ese momento, como si nadie pudiera interponerse entre ellos. O al menos, es lo que ellos creían.