Capítulo 17

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  Ella sintió el cuerpo de Julian tensarse a su lado. Siempre le sucedía cuando se ponía nervioso en una situación tensa.

-Yo... -Julian no tenía idea que mentira inventar, se le agotaban las ideas una a una. –creo que me dejé llevar, ya sabes, la música, las luces no lo sé, la situación –dijo él mientras sus manos sudaban del nerviosismo y su corazón latía fuerte –estabas muy linda esa noche y ya sabes... lo siento, actué como un idiota.
-No te preocupes Julian, por si te diste cuenta, estaba a punto de seguirte el beso, así que no eres el único culpable –dijo ella con relajación. Julian sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
-Sí, pero olvidemos esa noche, es pasado –dijo Julian sonando seguro, pero sabía que no iba a olvidarla fácilmente, pues había sido la noche en que casi triunfo, y que de un segundo a otro le arrebataron a su chica.

Al día siguiente, Oriana tenía que ir a su hogar a buscar ropa y probablemente se encontraría con su madre, así que Julian se ofreció para estar con ella. Pero se negó, diciendo que los problemas tenía que resolverlos ella esta vez.
Así que finalmente, su madre y ella se "arreglaron", Julian sabía que era temporal, pero prefirió seguirle la corriente. Y bueno, con el pasar de los días la tortura de Julian se fue intensificando poco a poco. Ella y Peter hacían todo juntos, aunque ya no pasaba a recogerla, pues ella le había dejado claro que su mejor amigo pasaba por ella.

-¿Ya dejaste de acostarte con Smith? –preguntó Agus con una sonrisa malévola
-Olvidemos la apuesta Agustin, no quiero ocupar tu moto por una estúpida y absurda apuesta –susurró Julian. Agus suspiró.
-¿Intentando remendar los errores para enamorar a tu chica? –preguntó el cacheton. Julian asintió. –está con Peter ¿cierto? –Julian asintió de nuevo –oh, es un golpe bajo.
-Ni me lo recuerdes, gracias –dijo el de forma irónica.
-No te la tomes conmigo hermano, yo sé que puedes conseguirla, pero realmente debes esforzarte –dijo Agus ahora más serio. –si realmente la amas, lo lograrás.
-Eso espero, no quiero tener que seguir sufriendo otro montón de años. –dijo Julian –soy un cursi lo sé, pero de verdad la amo.
-No eres cursi amigo, yo recién estoy comenzando y Valentina ya me tiene arrastrándome por ella –ambos sonrieron –no te preocupes, sé que ella te elegirá a ti de todas formas.
-¿Cómo lo sabes? –preguntó Julian
-Piénsalo. ¿A quién recurre Ori cuando tiene problemas? –Julian suspiró -¿quién es el que la acompaña? ¿A quién llama primero cada navidad y año nuevo?
-Yo –susurró Julian. Agus le dio una sonrisa
-Viste, ella pronto se dará cuenta, cuando el imbécil de Peter le haga cualquier cosa, o la decepcione, ella se percatará de que la mejor opción ha estado ahí, todo lo que ella quiere está bajo su nariz –dijo Agus sonriendo. Julian asintió más optimista. Quizás Agus tenía razón.


Pero luego de ese día comenzó a dudar. ¿La razón?...
-Julian –dijo ella con una enorme sonrisa mientras lo abrazaba.
-Hola princesa ¿cómo has estado? –preguntó a su mejor amiga mientras pasaba los brazos alrededor del su delgado cuerpo.
-¡Genial! Tengo algo que contarte –dijo con una sincera sonrisa.
-¿Qué pasa? –preguntó Julian
-Es que... Peter y yo somos novios –dijo con un saltito. Julian la miró serio durante un momento. Luego le sonrió lo mejor que pudo, aunque esa sonrisa no tenía nada de real, hasta ella que no era muy buena dándose cuenta de lo que Julian hacía, se percató.
-Eso... eso es genial linda –le dijo besando su frente –yo... ahora tengo que salir, te quiero. –casi corrió del lugar, no podía ponerse a llorar frente a ella de nuevo. Pero en su camino chocó con alguien conocido.
-¿Julian? ¿Estás bien? –la voz de María lo distrajo.
-Sí, no te preocupes –dijo sin ánimo. Ella lo detuvo cuando el se disponía a pasar.
-No te creo, has estado raro... y quería pedirte disculpas por lo del baile, fui una estúpida cariño, no sé porque lo hice, me sentí celosa –dijo. Julian creyó que estaba hablando enserio, pues su sonrisa no era falsa.
-Disculpas aceptadas –dijo Julian
-Ahora las chicas y los chicos tenemos una fiesta en mi casa, ven conmigo, te llevo en mi auto - Julian dudó -¡vamos Ju! Olvidemos las cosas malas por hoy, quizás necesitas una distracción.
-Está bien –dijo dándose por vencido
-Eliseo y Chon no podían venir, pero estará Agus, Pablo, Martín y Benjamin –dijo María alegre. Los otros chicos eran parte del "grupo popular" también. –y estará Eva, Martina, Valen la novia de Agus y Manu –dijo mientras le agarraba la mano para dirigirse a su auto. Peter se sentía tan mal que realmente se dejó llevar.


Llegaron a la gran casa de María, sus padres eran ricos y le permitían hacer lo que quería. Así que entraron, y allí estaban los chicos. Agus lo miró sorprendido, pero aún así le sonrió. Le presentó a Valentina, su novia. Julian le sonrió como pudo.
Luego de un rato de bebidas alcohólicas, risas, bailes y distorsión, Julian ya estaba lo bastante borracho. Agus lo observaba, notó enseguida que algo le sucedía a uno de sus mejores amigos.

-¿Pasa algo amigo? –le preguntó
-¡No! La vida es bella, hay que disfrutarla –balbuceó. Estaba bastante borracho –permiso, iré a bailar con las señoritas –se acercó a Eva y María. Las tomó a ambas por la cintura, mientras se reían.
-Julian peleó o algo así con Ori-le aseguró Agus a su novia
-¿Por qué lo dices? –preguntó ella con dulzura
-Míralo, no hubiese venido de otra forma, luego de lo que María le hizo a Ori -dijo Agus convencido.
-Creo que tienes razón, quizás deberíamos llevarlo para que no haga alguna estupidez –aseguró Valentina. Su novio asintió.
-Julian –Agus se acercó a él. Julian lo miró con una estúpida sonrisa en el rostro. –vámonos, es tarde.
-No me iré –dijo Julian riéndose como tarado.
-Sí, te irás –dijo Agus arrastrándolo, pero el se soltó.
-Veinte minutos y te juro que me voy contigo –Agus lo miró con desconfianza pero aceptó. Julian siguió bailando con María, quien estaba disfrutando de esto. Su plan salía a la perfección, sabía que Julian estaba enamorado de Oriana, luego de la fiesta, así que ahora que estaba indefenso pues Peter y ella eran novios, podía volver a atraerlo para ella.

-Mhm no has perdido el ritmo, Ju –le dijo mientras se acercaba más a él.
-Claro que no –dijo él, aunque le costaba mantener el equilibrio.
-Espero que tampoco hayas perdido otras capacidades –le susurró al oído. Julian sintió la excitación recorrer su cuerpo, pero era por la borrachera, cualquier chica lo hubiese llevado a la cama en ese estado. María puso sus manos en el estómago de Julian, acariciando su fuerte abdomen. El suspiró, mientras ella miró sus pantalones. Estaba lográndolo. Miró a que el amigo de Julian, Agus, no los viera y lo acorraló contra una pared que quedaba fuera de la vista de todos.
-No he perdido capacidades –susurró Julian sensualmente. Abrió la puerta del baño, y se encerraron allí. María reía tontamente. Ella se subió sobre el lavabo. Se besaron con pasión y casi violentamente, inmediatamente Julian bajó sus pantalones mientras ella se desnudaba para él. A pesar de su borrachera, Julianestaba consciente. Necesitaba borrarla de su ser, necesitaba olvidarla.


-Vamos, hazme gritar tu nombre –le dijo María sensualmente al oído mientras arañaba su espalda. Julian sonrió tontamente. Y por un momento, se imaginó así pero con ella... con su Oriana, así que mientras ella terminaba de quitarse la ropa, Julian con desesperación entró dentro de ella. Por cada movimiento, intentaba borrar cada punzada de dolor cuando Oriana le decía que quería a Peter. Cada caricia a la chica con la que estaba intentaba olvidar esa fiesta, los besos que ella no le daba a él. Con cada beso, intentó borrar el día en que la besó, ese día que quedó marcado en su piel.

-¡Sigue, Ju! –gritó ella. Entonces se percató que ninguna de esas chicas sería como Oriana, nunca jamás. Cuando terminaron y Julian se vistió, se sentía aún peor. –mi amor, te veo otro día –dijo cuando el chico se acercó a Agus para irse. Le besó los labios frente a todos.
-¿Qué fue eso? –preguntó Agus luego. Julian levantó los hombros confundido, no tenía idea que pasaba, pero no se sentía bien. Lo dejaron en su casa, luego del regaño de su madre, se recostó totalmente borracho y comenzó a llorar otra vez, como cada maldito día.  

Como amar II Orian II AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora