Un mes, un mes de dolor. Julian era prácticamente un zombi en la escuela, sus "amigas" se acercaban a él, pero no recibían mayor respuesta. No se sentía bien, para nada. Solo quedaban dos meses de escuela, pero para él se harían eternos.
-¡Julian! –le gritó Agus -¡te he hablado mucho tiempo y ni siquiera me prestas atención!
-Lo siento Man –musito -¿qué decías?
-Hoy te invitarán a una fiesta en casa de Martina, te ruego que no vayas –dijo aGUS
-¿Dé que hablas? –preguntó arqueando una ceja.
-No vayas jULIAN, por favor. No puedo decirte, pero no es bueno que estés ahí –Peter frunció el ceño. Algo lo distrajo, ella pasaba de la mano y se sentaba en la mesa de los... ¿los populares? No, era una broma. Entonces recordó que su novio es popular, es el nuevo capitán del equipo de fútbol. Y ahora parecía que ella y María no se odiaban a muerte como antes.
-¿Qué hace Oriana allí? –preguntó Julian.
-Últimamente se junta con todos ellos, ayer hablaba con Eva. –dijo Agus –hay algo detrás de esto, Julian.
-Está bien, supongo que te haré caso –dijo el –bien, nos vemos, no soporto ver la escena. –dijo mientras veía que Oriana y Peter se estaban besando. Salió rápidamente de ahí, absorto en su propia mente. Se sentó alejado de todo el mundo mientras miraba el cielo. Tomó su celular y comenzó a escuchar música. La canción más tortuosa para el momento.
Pictures perfect memories, scattered all around the floor.
Reachin' for the phone 'cause I can't fight it anymore
And I wonder if I ever cross your mind
For me it happens all the time
It's a quarter after one, I'm all alone and I need you now
Said I wouldn't call but I lost all control and I need you now
And I don't know how I can do without
I just need you now
Need you now, Lady Antebellum.
Era la canción con la que más lloraba, cada maldita noche sufría con esa canción, cuando bebía también la escuchaba y seguía llorando.
-¡Julian! –la voz de una chica lo sobresaltó. Miró y vio a Eva–¿cómo estás? –le besó sonoramente la mejilla.
-Hola Eva, estoy bien –mintió -¿y tú?
-Excelente... -sonrió. -¿quieres venir a una fiesta esta tarde? Es viernes así que podemos estar tranquilos –dijo sonriendo. Recordó la advertencia de Agus.
-Mhm ¿dónde? –preguntó
-En casa de Martina. –dijo sonriendo. Julian frunció el ceño -¡estará casi toda la secundaria! Imagínate que hasta Peter y Oriana irán –dijo sonriendo. el se tensó.
-¿Sí? –preguntó.
-Claro, ¿irás? –dijo sonriendo.
-Uhm... -¡al diablo Agus! Quería verla –claro, iré.
Eva se despidió y sonrió. Estaba todo listo para esta noche, Julian volvería a ser de ella.
