Capítulo 56

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Últimos 4 capítulos

Aquí les dejo el nuevo cap, espero que les guste! Último del día :


  Abrió los ojos volviendo a la realidad. Miró un poco alrededor para percatarse de que estaba en su habitación. Sintió a alguien moverse a su lado y entonces su corazón se aceleró recordando que por fin ella estaba con él. Volteó y pasó su brazo por la cintura de Oriana, abrazándola, acercándola más a él. Ahora todo estaba en paz.

-¿Ju? –la voz somnolienta de su novia.
-¿Te he despertado? –pregunta Julian algo preocupado. Ella voltea y lo mira con ternura, pone su mano en la mejilla del muchacho.
-No cariño, no te preocupes –susurra ella. El quita un rebelde mechón de su cabello que caía por su cara. Ella sonríe y se levanta –iré a ducharme. -él asiente mientras ella le hace un gesto con la mano.
Serrano se levantó perezosamente y le dio un rápido vistazo a su celular. Eran las diez y media.
Miró por la ventana, era un día nublado, algo extraño. El clima comenzaba a afectar un poco en su ánimo. No le gustaban demasiado los días cubiertos. Pero ahora su novia estaba con él, así que no afectaba tanto. Unas manos se colaron por su cintura, abrazándolo. Sonrió y volteó a ver a su chica. Ella llevaba la toalla puesta, y le sonreía divertida. Él le dio un beso corto.
-Ve a ducharte... iremos a ver el apartamento hoy –susurró ella cerca de sus labios. Julian asintió y fue de inmediato a tomar una ducha. Cuando salió, Ori estaba maquillándose. Así que se vistió rápidamente -¿desayuno en Starbucks? –preguntó ella.
-Estaría bien –admitió el castaño.

Luego de tomar un café, Julian manejó hasta donde Ori le indicó. Debían dar una mirada a los apartamentos, Oriana quería algo cercano al centro. Serrano solo la seguía mientras escuchaba sus argumentos frente a la variedad de apartamentos que habían visto durante el día. Finalmente a Oriana le habían gustado dos, así que se lo pensaría.
Volvían a casa mientras reían de algunos antiguos recuerdos de su infancia. Sus manos estaban unidas, mientras las risas resonaban en la calle. Oriana miró al frente sin dejar de sonreír, cuando paró bruscamente. Serrano arqueó una ceja. Pero el semblante de su novia lo comenzó a preocupar, hasta que volvió la vista y una figura conocida le puso el juego en claro. Oriana estaba paralizada de miedo, intento hablarle, pero ella solo respiraba con dificultad.

-Ori cariño, mírame por favor, vámonos, solo eso ¿sí? –Miró al hombre otra vez, que miraba fijamente al lugar. Julian sintió el odio apoderarse de él otra vez. Y sentía que esta vez nada podría detenerlo. Roberto sonrió, irónicamente. –Lo mataré –susurró Serrano. Alzó la mirada y comenzó a caminar en dirección a él. La mano de su novia lo hizo retroceder.
-Cariño no –pidió ella con los ojos llenos de lágrimas –no lo hagas...
-No Ori, lo haré –dijo con firmeza. Se soltó bruscamente de ella, Roberto cruzó sus brazos esperando al muchacho. Si quería jugar, el jugaría el triple. Oriana comenzó a desesperarse. Sus manos temblaban cuando sacó el celular para llamar a Maxi. Serrano solo lograría que lo mataran.
-¿Qué sucede Julian? –preguntó el hombre con una sonrisa de suficiencia -¿vienes a decirme algo?
-No sabes cuanto tiempo he esperado esto... -susurró él conteniendo toda su rabia. –Maldito bastardo.
-¿Qué quieres niño? No tengo todo el tiempo del mundo. –Julian se acercó y le dio un empujón. Roberto dejó caer la bolsa que llevaba –Así que quieres golpearme, dime castaño, ¿qué hice para que quieras hacer algo tan estupido?
-¡No seas un hipócrita! –gritó. Iba a golpearlo cuando su novia le sostuvo el brazo. Había cruzado hasta ahí, venciendo el temor, no podía dejar que ese hombre dañara a su Julian. Miró a su novio con desesperación, intentando detenerlo.
-No Ju... -pidió ella –no lo hagas... -el castaño la miró lleno de dolor, pero se soltó de su agarre. Entonces Roberto le dio un terrible empujón que lo hizo caer al piso. Serrano dejó escapar un gruñido, cuando se levantó y se abalanzó sobre él, cayendo ambos al suelo. Rápidamente Roberto atrapó sus manos, dejándolo sin posibilidad de movimiento. Le dio un puñetazo cerca del ojo, rompiéndole la ceja. Comenzó a sangrar. Julian intentó moverse, pero el hombre le dio una fuerte patada en su parte íntima, dejándolo casi sin respiración. Él hombre se paró con suficiencia.
-Espero no volver a encontrarme contigo –escupió antes de irse. Julian sudaba y sangraba, mientras intentaba recuperar la respiración. Ori se acercó a verlo, pero él solo gemía dolorosamente. En ese momento, la voz de Maximiliano logró relajarla un poco. Lo llevaron a casa, donde su madre le pidió explicaciones, al igual que su padrastro. Pero su hijo no habló, solo dejó que le vieran la herida que tenía en la ceja. Oriana sollozaba silenciosamente. Nadie quiso seguir preguntando. Así que lo hicieron irse a la cama con ella. Maxi le pidió a Ori que por favor intentara que su novio durmiera, y no saliera de noche. Sabía que Julian podía intentar cualquier cosa cuando estaba fuera de control
El se acostó y solo le dio la espalda. Tenía un terrible dolor de cabeza, y nada de ganas de hablar. Ella se sintió bastante mal, pero se quedó callada. Se acostó junto a él, y ambos se quedaron profundamente dormidos  

Como amar II Orian II AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora