No soy tu princesa.©

23. Enamorado.

Día 4.

CHRIS' POV.

Me desperté —y extrañamente— de muy buen humor, y miré a mi derecha; Annie seguía dormida.

Supongo que me sentía bien porque ahora éramos amigos, y porque ahora ella confiaba más en mí que antes.

En verdad, Annie siempre fue una chica fuerte. Admiraba su forma de ser, pero la admiré aún más cuando vi que ella también tenía un lado sensible oculto al mundo, y que ella también se rompía de vez en cuando.

Creo que Annie es una chica especial, no sólo para el mundo, sino que también para mí.

Y también creo que no deberíamos descartar la posibilidad de que me haya enamorado de Annie.

Me levanté y bajé de mi cama, fui a por una sudadera y unos pantalones y me vestí en el baño. Me peiné y salí, miré mi reloj y decidí esperar a que se despertara algún amigo mío.

Vi a Luke bajar de su cama y le saludé para después bajar las escaleras.

Salí de la cabaña y vi que James ya estaba fuera, así que fuimos los dos al comedor y nos sentamos.

Encendí mi móvil mientras esperaba que terminaran de poner la comida en la mesa y revisé mis redes sociales.

Al ver que tenía un mensaje de Madison, fruncí el ceño y lo leí.

De: Swiper el zorro.
Hora: 09:57.

"Mira, Chris, sé que hemos tenido nuestros problemas, pero yo todavía te quiero. Necesito que me dejes explicarte qué pasó exactamente con Adam, en serio, te prometo que me arrepiento mucho. Si me das la oportunidad de hablar contigo sobre esto, quedaremos a las dos en la cabaña y hablaremos tranquilamente, ya que todos estarán comiendo. Piénsatelo al menos, ¿vale? Por favor. Te quiero."

Decidí ignorar el mensaje, ya que no pensaba ir a escuchar las excusas baratas de Madison, y apagué mi móvil para servirme una taza de leche.

Unos minutos después, Annie entró seguida de Skylar, y se sentó a mi lado.

— Buenos días, amigo. — saludó Annie, sonriendo.

— ¿Qué te has tomado? — respondí, arqueando una ceja.

— Encima que hago el esfuerzo de ser simpática. — rodó los ojos. — Olvídalo, eres un idiota.

— Está bien, está bien. — levanté las manos en señal de derrota. — Buenos días amiga. — sonreí también, y cogí una tostada.

Terminé mi tostada y salí del comedor, acompañado de James.

Caminamos por el campo hasta llegar a la cabaña y entramos. Me tumbé sobre mi cama, ya que estaría ahí un buen rato: hoy no me tocaba jugar en el partido.

Cuando James estuvo listo, fuimos al campo de fútbol y me senté mientras los demás entrenaban.

Cuando terminaron de entrenar, me acerqué hacia donde estaban mis amigos.

— Buena suerte chicos. — solté, golpeándole en el hombro con el puño a Luke.

— ¿Tu no juegas? — preguntó Skylar, frunciendo el ceño.

— No, he jugado los tres últimos partidos, os toca. Que os vaya bien sin mí. — me dí la vuelta, y reí al oír resoplar a Annie.

Me volví a sentar al lado de los otros que no jugaban hoy y me crucé de brazos.

— Tú eres Chris, ¿verdad? — le oí decir a alguien a mi lado, concretamente Rebecca.

— No, no soy Chris, soy tu madre. ¡Buenos días cielo! — exclamé, y rodé los ojos. — ¡Pues claro que soy Chris!