ANNIE'S POV.
Aún no me lo podía creer.
Chris está enamorado de mí.
Y yo jamás me había dado cuenta, es más, no había sido capaz de decir nada.
Después de lo ocurrido, Chris se fue sin decir nada más, y no le volví a ver en todo el día. No entendía nada.
Me dejé caer en el sofá junto con un bote de helado de Oreo y encendí la televisión para ver cualquier cosa que enseñaran a esa hora.
Definitivamente, fui yo la que actué como una idiota el día anterior. Y lo peor, era que ni yo sabía cómo me sentía.
Mi móvil vibró mostrando que tenía un mensaje de Diana, a lo que lo abrí, deslizando mi dedo índice por la pantalla perezosamente.
De: Naranja.
Hora: 17:34."¿Te ha pasado algo con Chris?"
Sentí un nudo en la garganta. ¿Ella sabe de esto?
De: Annie.
Hora: 17:35."¿Por qué lo preguntas?"
A los segundos, mi pantalla volvió a iluminarse de nuevo.
De: Naranja.
Hora: 17:35."No sé, ayer se fue del instituto antes y me lo encontré, pero hizo como si no me conociera."
No respondí al mensaje, apagué mi móvil y lo dejé sobre la pequeña mesa que estaba en frente del sofá.
Me llevé otra cucharada de helado a la boca mientras observaba cómo la relación de los dos protagonistas de la serie se desmoronaba a la velocidad de la luz.
Como era de esperar, mi hermano estaba en casa de su novia, mientras yo estaba tumbada, comiendo helado y viendo telenovelas, porque no enseñaban nada más en la televisión.
Annie, pareces una adolescente con problemas amorosos deprimida.
Nadie ha preguntado tu opinión, imbécil.
Es la verdad, lo sabes, y te duele.
Mi discusión mental fue interrumpida por el sonido del timbre, y suspiré.
Dejé el bote de helado sobre la mesa, me levanté del sofá y fui a abrir la puerta.
Nada más abrir, recordé el hecho de que estaba vestida con un pijama de Batman y mis preciadas zapatillas de conejos, más mi pelo recogido en una especie de moño.
— Hola, Annie. — saludó Chris, con un hilo de voz, y no supe muy bien cómo reaccionar, a lo que opté por no reaccionar en absoluto. — ¿Puedo pasar?
— Sí. — respondí rápidamente y sin pensar, y entró sin apartar la vista de sus manos temblorosas.
Le miré mientras caminaba por mi salón, seguramente pensando en algo, sin levantar la mirada del suelo ni un segundo.
— Antes de nada, Annie, yo... lo siento por lo de ayer. — levantó la cabeza y me miró a los ojos. — Lo siento muchísimo. Lo sé, me dejé llevar demasiado por mis emociones, no sé qué mosca me picó y...
— Chris. — le interrumpí, y me acerqué a él.
Sentí su aliento a menta fresca chocar contra mi cara y separé mis labios, tratando de decir algo.
— Lo siento, esta vez, he sido yo la idiota. Sólo estaba pensando en mí misma y en que no quería que me hicieran daño. Y, la verdad es que debería olvidar lo que me pasó con Aaron. — sonreí. — No voy a dejar que eso me impida estar con mi idiota favorito.
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No soy tu princesa.©
Teen Fiction"― Yo de ti no jugaría a fútbol. ― dijo, acercándose más a mí, de modo que tuve que levantar un poco la cabeza ya que era unos siete centímetros más alto que yo. ― Se te podría romper una uña. Fruncí el ceño y me mantuve firme, mirándole a los ojos...