CAPÍTULO 15

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Se acerca a mí y me estampa el libro contra el pecho.

—¿Qué es esto?

Con el pulgar me limpio las comisuras y trago el mordisco que acababa de darle a la manzana.

—Uhm, creo que es un libro. Podría jurar que lo es, incluso apostar dinero a que...

—¡Derek!

Me encojo por el tremendo grito que acaba de pegar en mi oído.

—¿Por qué demonios gritas?

—¡Esto es lo más salido que he leído nunca!

Le pego otro mordisco a la manzana para no carcajearme en su cara.

—Estás actuando como si fueras un poco santurrona, ¿eres consciente, no? —me burlo, con la boca llena.

Sin querer, lo juro, un trozo de manzana sale disparado de mi boca a su mejilla.

Pone los ojos hacia atrás como si la estuvieran poseyendo cien o mil demonios, no lo sé, y se limpia la cara asqueada.

—Y tú eres un poco demasiado atrevido, ¿eres consciente, no?

Trago rápido, dejando la manzana en la mesa.

—Lo siento por eso, pero es tu culpa por hacerme hablar con la boca llena.

Cojo el libro que sigue presionando contra mí y lo miro.

—¿Qué tiene de malo?

Su boca se abre, casi rozando el suelo.

—Primero: la protagonista se llama Emma, como yo.

—No, tú te llamas Elba, ¿cierto?

Me fulmina.

—Segundo: es una salida.

—¿Salida de dónde?

—¡Me has entendido perfectamente, no te hagas el tonto! Tercero: tiene un blog llamado "las mil y una cosas que no sabes sobre el sexo" donde ella se hace llamar por otro nombre y donde publica cosas... bueno, el título ya dice mucho. Cuarto: le pone los cuernos a su novio y lo justifica diciendo que estaba experimentando, ¡o sea, ¿qué?! Y quinto: ¿por qué demonios en ese libro las chicas son tan... abiertas con el sexo?

—Guau.

Abro el libro por el final. Tiene 161 páginas.

—¿Te lo has leído entero?

—No.

—¿Entonces cómo sabes todo eso?

—Me leí solo unas 70 páginas, imagínate.

Estoy un poco asustado con su velocidad para leer, pero divertido por su reacción con el libro.

—¿Sabes? En mi opinión suena bastante interesante, me lo voy a leer.

Abre los brazos.

—¿Pero qué te pasa? Te estoy diciendo que ese libro es malísimo.

Me alejo un poco de ella y me siento en el sofá, abro una página cualquiera y comienzo a leer:

"Posibilidad número tres: la ducha. Mejor si es una bañera porque..."

De pronto Elba se acerca, me arrebata el libro de las manos y lo lanza hacia un extremo del sofá.

—¡Ey!

—¿Te estás riendo de mí acaso?

—¿Cuál es tu problema con el libro? Solo he leído unas diez palabras y me ha encantado.

En las botas de DerekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora