- Kelsey, no podemos seguir aquí.
- ¿Qué dices?
- Cruel no es bueno.
- ¿Cómo lo haremos?
- Iré por Teressa.
(***)
- ¡No, por favor!
Por más que forcejeaba no podía zafarme de su agarre, miraba a Thomas en la misma situación que la mía.
- ¡No! Esperen ¡No se la lleven! ¡Fue mi culpa! ¡Yo se lo pedí! ¡Por favor!
Mis ojos eran un mar de lágrimas, los hombres que me agarraban me sacaban de aquel lugar.
- ¡¡Kelsey!!
- ¡¡Thomas!!
(***)
Desperté de golpe, estaba sudando y tenía la respiración agitada.
Seguía siendo de noche, todos estaban dormidos.
Llevé una mano a mi pecho, tratando de controlar mi respiración. Y sin darme cuenta mis pies ya tocaban el suelo y estaba sentada. Me paré sin tratar de hacer tanto ruido ya que los demás estaban en las hamacas durmiendo y salí de ahí adentrándome al pequeño bosque.
Todavía era de noche, lo único que se escuchaba eran las ramas y las hojas secas romperse al pisar el suelo; y mi respiración.
Metí las manos en los bolsillos traseros de mi pantalón y sentí algo. Lo agarré entre los dedos y lo saqué. Era un papel doblado. Alcé mi vista y encontré el lugar. Me senté de nuevo en el tronco.
Miré el papel y lo desdoblé.
Fruncí mi ceño.
Era una fotografía.
Había una mujer muy linda cargando en la espalda a un pequeño y lindo niño. Y a lado de ella había un hombre, y, en cambio, él traía a una niña en su espalda.
Era una familia. Una muy bonita.
Puse más atención en aquella imagen.
La mujer era linda, no le calculaba más de 35 años, tenía el cabello negro cubierto por un gorrito, era delgada y se veía alta. Vestía una chamarra y unos pantalones muy abrigadores. Su sonrisa demostraba cuán feliz estaba ella. Sus ojos eran marrones.
El niño que cargaba en la espalda era muy tierno, debía de tener unos 5 años más o menos. Era delgado y de tez blanca, le alcanzaba a ver pequitas en sus mejillas, tenía el cabello marrón y su boca estaba abierta formando una gran sonrisa dejando ver su lengua. Tenía nieve en toda la gorra y su mirada era traviesa. Sus brazos estaban abiertos como si estuviera haciendo avioncito.
La niña, que tenía aproximadamente 4 o 3 años. No lo sé, pero definitivamente era más pequeña que el niño, era blanca como la mujer y el niño. Sus ojos eran azules, pero no cualquier azul. Un azul tenue y lindo. Sus ojos eran en realidad hermosos. Su gorro estaba lleno de nieve y estaba justo en la posición como estaba el niño. De avioncito y con esa gran sonrisa. Era delgada y bonita, muy bonita. Su cabello era justo como el del hombre, un castaño muy claro, incluso se podría llegar a ver pelirrojo.
El hombre era apuesto, tenía los ojos azules como la niña y una blanca sonrisa. Vestía igual que la mujer.
Era una hermosa familia. Una muy feliz.
Le agradecí a la luz de la luna que me dejaba ver todo con claridad.
Volteé la foto.
CRUEL
