Abrí mis ojos.
Sentí la necesidad de respirar, mis pulmones no tenían aire, incluso comencé a escupir agua, y no era saliva, tenía una sensación como si me hubiera ahogado. Me aferré al suelo que estaba debajo de mi y después puse atención en donde me encontraba.
No sé exactamente dónde estaba. No había mucha luz para poder ver claramente. Pero sin duda sabía que estaba en un elevador, ya que subía muy rápido, tan rápido que me mareaba y no me permitía ponerme de pie.
Miré a mi alrededor y encontré varias cajas con comida. Provisiones, creo.
- ¿Hola?
No hubo respuesta.
¿En donde estoy?
El elevador siguió ascendiendo bruscamente, haciéndome caer al suelo.
- ¡Ayuda! ¡Oigan, ayúdenme!
Realmente no sé a quién le gritaba. Solo quería salir de aquí.
- ¡Hey, estoy aquí! ¡Por favor!
Hasta arriba ya no se veía más espacio. Estaba a punto de chocar. Las luces rojas del techo se acercaban cada vez más. Cubrí con mis manos mi cabeza esperando el impacto. Pero nunca ocurrió.
Vaya forma de jugar con la mente.
Mis ojos derramaban lágrimas, estaba tan confundida. Tan impotente.
Pero el elevador se detuvo y la luz roja cambió a verde. En eso, sonó un fuerte ruido y todo se iluminó.
El fuerte sol lampareó mi vista haciéndome entrecerrar los ojos.
¿Dónde estoy?
Alcé mi vista cubriéndome del sol con mi brazo.
A través de las rejas del elevador se veían varios chicos asomados. Mirándome.
- ¿Es una chica?
- ¿Una chica?
No estúpidos, soy un pez.
Logré distinguir varios murmullos.
¿A caso esto es un prostíbulo?
Descarté esa idea.
De pronto mi cabeza empezó a doler. Un dolor insoportable. Toda mi cabeza punzaba. Me agarré mi cabeza, tratando de controlar el dolor, lo cual era imposible. Al momento de que mis manos tocaran mi cabeza, esta estaba ardiendo. Sentí un líquido caer por mi nariz, un líquido caliente. Supuse que era sangre. Pero el dolor provenía de un punto exacto de mi cabeza, justo la nuca.
Mi vista se empezó a nublar, lo último que recuerdo fue haber escuchado el sonido de una reja abrirse y un chico entrar donde yo estaba.
- Es... Una chica.
(***)
- Thomas, estoy asustada.
Lo abracé y él me apretó hacia él.
- Todo estará bien, lo prometo.
Besó mi frente
*******
- Kelsey, no podemos seguir aquí.
- ¿Qué dices?
- Cruel no es bueno.
