<<Thomas>>
El muchacho alzó su mirada, el último recuerdo que tenía sobre él, era ver cayendo a Teressa de aquel edificio después de que ella lo había salvado, era haber apunalado a su mejor amigo llevándolo a la muerte, y era también ver a su hermana muerta, en sus brazos, soltando su último suspiro frente a él. Había sido el día más pesado de toda su vida, pero también era el día en que su vida cambiaría por completo de noche a la mañana.
- ¿Thomas?
Reconocía su voz, así que todo se iluminó y se quedó de color blanco, Thomas miró a su alrededor, tratando de encontrar a la dueña de esa voz tan dulce y a la vez tan fuerte.
- ¿Kelsey?
Claro que la había reconocido, sabía que su voz pertenecía a su hermana menor y que era casi imposible que ella estuviera con él.
Y sí lo era, pero ella estaba en el limbo, aún no pasaba al otro lado, un sentimiento la aferraba aún al mundo de los vivos y decidió cortarlo en ese momento.
La chica pelirroja apareció frente a él, a tan solo unos metros con la ropa impecablemente blanca, reluciente, que resaltaba el color de su piel, sus mejillas, ojos y labios. Su corazón dejó de latir. En verdad era ella, no era una mentira, ella estaba frente a él hablándole.
- ¿Esto es real? - preguntó Thomas dejando un eco en el ambiente, una lágrima descendió de su mejilla al instante en que recordó que posiblemente podía ser una alucinación, ya que él sabía que estaba muerta.
<<Tal vez la lograron salvar>> pensó a sí mismo y un fuego interno comenzó a encenderse dentro de su pecho, una pequeña flama de esperanza se movía dentro de él.
- Más o menos - al momento en que ella le contestó, la piel de Thomas se erizó - No tengo mucho tiempo.
- ¿Te vas? - preguntó en un hilo de voz - ¿A donde?
Kelsey caminó lentamente hacia él, ella quería aprovechar que él estaba dormido para poder darle una visita rápido.
- ¿Donde están los demás? - dijo sin darle chance a ella de contestar a sus preguntas anteriores - ¿Newt?
Sabía perfectamente lo que había sucedido con Newt, pero es que se encontraba bastante confundido, él daba a su hermana por muerta, la había visto yacida en el suelo y era una imagen que seguía muy fresca en sus recuerdos.
- ¿Donde estoy? ¿Por qué no hay nadie?
Eran demasiadas preguntas que Kelsey no podía responder, ella solo estaba ahí por una razón y la iba a aprovechar sin duda alguna.
- Thomas, basta. Concéntrate - Kelsey y Thomas se encontraban frente a frente, el chico aún no reaccionaba, no sabía si estaba bajo el efecto de un sedante o algo - Siempre fuiste tan disperso, preocupándote por los demás antes de ti - Ella pasó sus suaves y firmes manos por las mejillas de su hermano mayor - Es algo que siempre admiré de ti... Claro, entre, muchas otras cosas.
Pasó ambos dedos pulgares como si estuvieran sincronizados para limpiar las lágrimas que escurrían por los ojos de Thomas.
- Vine a despedirme. No vine a quedarme, no puedo.
- ¿Por qué?
- Sabes lo que me pasó.
- Kelsey, y me arrepiento muchísimo de haber aceptado que...
- Espera. ¿Que haces? Thomas, no te puedes estar culpando por esto - ella miró a su hermano a los ojos y sonrió como pudo - Lo que mas hacías tú era protegerme, de cualquier persona o situación, y siempre lo hiciste Thom. No te suples por esto ¿sí? No es culpa tuya, es absoluto. Era algo que tenía que pasar.