- Tu crees? - le pregunto a mi amigo esperanzado.
- Ponerte en situaciones al límite te hace recordar, las carreras, discutir con Nahiara... - dice con una sonrisa sincera.
- Las carreras - afirmó yo -Quizas deba competir más a menudo, total es a lo que me dedicaba antes no? - digo con una sonrisa, descubrí lo que era la adrenalina de la velocidad y creo que será muy difícil vivir sin ella ahora.
- Tal vez - dice mi migo mientras me pasa un cigarrillo.
- He pensado algo... no estoy seguro pero debo hacerlo - digo algo confuso ante mis pensamientos tan repentinos.
- Esa cara no me gusta hermano - dice encendiendose un cigarro mientras suelta el humor por su boca.
- Lose, creo que debo ir a ver a alguien no preguntes - confieso mientras expulsó el humo de mi cigarro con melancolia.
- Cuidado con lo que hagas, quizás no quieras saber demasiado... - dice clavandome con sus ojos...
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- Quita ya esa cara - digo mientras quito un mechón rebelde de su rostro.
- No, estabas conmigo en ese momento no podías esperar para ligar? - dice frunciendo su ceño cosa que me hace reír como un loco.
- Princesa, no hice nada que más quieres? - digo mientras alzó una ceja juguetón.
- Haz lo que quieras pero en mi presencia no por favor, no soportaría un trauma de ese tipo enserio - confiesa con media sonrisa mientras niega con su cabeza como si lo estuviera recordando.
- Trauma? - digo con una sonora carcajada ronca.
- Sí eso seria, enserio, no quiero detalles de tu vida amorosa - afirma mientras da un sorbo de su capuchino.
- Esta bien tu ganas - digo mientras me acomoda más en la silla - pero solo por hoy no te acostumbres - digo finalmente.
Despues de la conversacion con Rodrí quede con Nahiara, bueno realmente no quedamos la secuestre ya que seguía molesta conmigo por ligar con la morena... si... Estupido, lo se. Despues de tomar un café en un lugar cualquiera decidimos dar un paseo por un parque.
Minutos después nos encontramos recostados sobre el tronco de un árbol mientras observamos las nubes pasar. Nahiara se encuentra recostada entre mis piernas tranquilamente sumergida en sus propios pensamientos.
- Cuentame algo sobre ti - rompo el silencio mientras sigo observando el paisaje.
- Que quieres saber - pregunta mientras ladea su rostro para observarme - Soy una chica normal - finaliza segura de sí misma.
- Normal? Tu? Venga... no me hagas reír - pregunto con gracia a lo que ella me clava su mirada.
- Pues si... soy difícil de entender pero soy normal - dice sonriendome.
- No hace falta que lo jures - confieso, esta chica es más dificil de descifrar que un sudoku.
- pregúntame - dice acomodándose más entre mis piernas hasta quedar recostada sobre mi torso.
- Cuantos novios has tenido? - pregunto con curiosidad, que? Son cosas de interés... al menos para mi.
- Pues espera que piense... - dice contando con todos los dedos de sus manos a lo que yo me quedo un tanto en shock - Deberías haber visto la cara que se te ha quedado -dice con una armoniosa risa - tres, Mik un fanático de los juegos, con el no hubiera salido nunca bien se pasaba el día jugando al ordenador mientras yo veía las horas muertas pasar estuvimos tres meses, un aburrimiento... Matthew un chico de intercambio del instituto nuestro amor duro lo que estuvo aquí es decir 2 semanas y Damian 8 meses me dejo por otra - dice entre risas como si contará el mejor chiste del mundo.
- No has sido muy afortunada que se diga - digo mientras paso mis manos por su cintura .
- La verdad es que no pero eso da igual - dice mientras sus dedos rozan mis manos.
Derrepente se levanta sacando las llaves de su bolsillo y empieza a escribir una frase en la corteza del árbol. Cuando termina mis ojos se clavan en aquella frase que para mi es desconocida pero para ella tiene mucho sentido.
"Tutto é fatto per amore é di lá del bine e del male"
Izan y Nahiara
- Que significa? - pregunto mientras observo su sonrisa.
- Sí te portas bien algun día te lo diré - contesta sonriendo
-Eres mala - digo para tirarla al césped poniendome encima de ella.
- Tu también - dice con la respiración agitada mientras mis ojos observan esos labios tan suaves.
Su respiración choca contra la mía y antes de que pueda reaccionar mis labios ya están haciendo contacto con los suyos. En los primeros instantes ella se queda inmóvil para después sonreír y empezar a besar mis labios con dulzura.
Sus manos hacen un recorrido hasta llegar a mi nuca donde con pasión la aprieta para hacer más intenso el beso, haciéndome pensar que estoy en el jodido cielo.
Por falta de oxígeno a nuestros pulmones nos separamos, aunque juro que si pudiera vivir sin el seguiría besando sus labios... son tan jodidamente adictivos. Nuestros ojos conectan y no hace falta decir nada ya que el brillo en sus ojos demuestra que ha sentido lo mismo que yo.
-Eres especial para mi - confiesa mientras me levanto de ella a lo que yo solo sonrio y la tiendo la mano para que se levante y caminar hacia la moto para dejarla en su casa, yo debo hacer unos asuntos...
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La habitacion era oscura y la presencia de humedad se hacía notar... un foco de luz en medio de la sala es lo único que permitía ver en la claustrofobia habitacion.
La ropa se pegaba a mi piel por el sudor que producían mis nervios, mi pie golpeaba con insistencia el pavimento gris lleno de polvo mientras mis manos se apretaban entre sí con dureza. La silla en la que estaba sentado hacia que mi cuerpo doliera como los mil demonios cosa que no ayudaba en este momento.
El sonido de la silla que se encuentra al otro lado de la mesa me hace levantar la mirada y hace que mi boca se seque. Quizas no estaba preparado para esto... no aun, sintiendo la rabia y a la vez la impotencia estiró mi cuello dejando caer mi espalda contra el duro respaldo de la silla...
- No pensaba que fueras a venir - confiesa el hombre que tengo delante con nostalgia.
Su cara esta competente demacrada, una barba de muchas semanas acompaña a las ojeras casi negras que se encuentran debajo de sus ojos. Su ropa sucia, de un color naranja da un aspecto a vagabundo que me hace respirar profundo...
- Yo tampoco lo esperaba - confieso mientras clavo mis ojos en los suyos.
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Izan
Любовные романыDicen que la vida es una lucha continua en el que cada día hay que superar nuevos obstáculos. Dicen que todo lo que pasa es por algo y también dicen que cada uno somos quienes somos y eso nadie lo podrá cambiar. Pero... que pasaría si un día te lev...