23.Detonando la bomba

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Vuelvo rápido a encontrarme con mis amigos aun sintiendo como las piernas me van flaqueando en el trayecto. Lo más fácil hubiese sido huir de este lugar, pero no, aquí estoy esperando a que explote esta bomba de relojería que es Nahiara. Sólo espero que Mayra no se lo cuente en este preciso instante... tengo los cojones de corbata.

Rodrí me mira serio por unos segundos para acercarse a mi lado y suspirar un par de veces... sabe que algo no va bien, mi cara lo debe de reflejar.

- Ves la morena que esta con Nahiara? - pregunto mientras dirijo mi vista a aquel lugar - me acabo de liar con ella - confieso un tanto nervioso.

- Y ahora dime cual era tu plan - pregunta Rodrí mientras posa su mirada fría en mi.

- Se que la iba a joder que me liara con su amiga y ya que nunca la había visto con ella suponía que no me conocería por lo que le hubiera podido contar de mi - suspiro frustrado mientras miro el cielo estrellado.

- Y bien - niega con la cabeza para que continue hablando.

- Que no es su amiga tío... es su jodida prima - confieso con palabras amargas.

- En serio.. - coge aire - no sabes que hacer para terminar de cagarla con ella verdad? - pregunta mientras su cara es un cuadro.

- No lo sabia... quería ponerla celosa, quería joderla para que se diera cuenta de que siente algo por mi - digo mientras por el rabillo del ojo observo como el par de chicas se ríen mientras bailan.

- No hace falta ser cruel para que una mujer sepa si te quiere o no, ellas siempre lo tienen claro - afirma serio - olvidate de ella izan, te odiara con todas sus fuerzas - clava sus duras palabras en mi oído - y no la culpo - confiesa.

La noche pasa entre copas intentando hacer caso omiso a lo que ha sucedido, las ganas de orinar llaman a mi puerta asique decido alejarme de la multitud para saciar mi necesidad cuando algo llama mi atención un par de chicas en el suelo sentadas... Nahiara y Cinthia.

- Venga Nahiara ya basta - dice cinthia acunando el rostro de su amiga.

- Le necesito, intento ser fuerte pero no puedo... es demasiado para mi - solloza de forma fuerte.

- Quieres que le llame?- pregunta Cinthia mientras muerde con fuerza su labio inferior.

- Quiero que me quiera - sorbe de su nariz para volver a llorar, sus palabras no están muy claras eso quiere decir que esta borracha.

- Te quiere de verdad, eso no lo dudes. Quizas no ha sido el momento adecuado para empezar algo - intenta convencer Cinthia a su amiga.

- Porque ? Dime porque me hace esto? Cada noche con una diferente... no puedo... yo... estoy enamorada - afirma mientras esconde su cabeza entre las piernas para comenzar a sollozar de nuevo.

Mi corazón se estruja al escuchar esa conversacion, siento unas ganas incontrolables de correr a ella y acunarla en mi hasta que deje de llorar, secar cada una de sus lágrimas con besos y dejarla descansar sobre mi pecho toda la noche para que sepa que estoy ahí para ella.

Mis pies andan con firmeza hasta donde se encuentran las chicas sentadas, mi mirada viaja a la de mi hermana para pedir que se vaya y sin más reparos así lo hace. Se levanta y con pasos rápidos desaparece.

La mirada de Nahiara viaja hasta la mía para cubrirse el rostro con las manos y sollozar en silencio. Me arrodilló ante ella atrapandola con mis brazos dejando su cabeza en mi pecho, su llanto se hace más fuerte con mi contacto, sus manos aprietan mi camisa con firmeza mientras evita que vea su cara.

- Ya está princesa todo estará bien - susurro en su oído para después darla un beso y aspirar su aroma.

- No lo está no lo entiendes - dice mientras se separa de mi para mirarme a los ojos con su rimel corrido.

- No quiero verte así - Confieso mientras la tomo de la mano suavemente.

- No quieres verme así pero sin embargo haces todo lo posible para joderme... crees que no me doy cuenta?- pregunta mientras su tono se empieza a alzar.

- Yo... - intento decir pero me calla con sus dedos.

- No digas nada porfavor... solo dejame abrazarte - dice para acurrucarse en mi notando como su respiración se tranquiliza y su llanto cesa.

Este es el momento en el que me doy cuenta que corazón solo hay uno y por mucho que intentes evitarlo siempre latira en la misma dirección. Pase lo que pase siempre vuelvo de donde escape... a ella.

Somos como el agua y el aceite, el hielo y el fuego, dos almas totalmente diferentes que necesitan del otro para poder seguir, somos polos opuestos que sin ton si son se atraen de formas que quizás nadie llega a imaginar... y aquí estamos nuevamente en el punto de retorno, ella entre mis brazos, yo consumiendome por querer estar con ella, por gritar al mundo que la quiero, que la quiero de verdad, que soy un gilipollas pero soy un gilipollas enamorado.

- Porque todo es tan difícil izan - pregunta mientras se recuesta un poco más en mi.

- Somos tan diferentes y tan iguales a la vez que chocamos - digo en un susurro mientras acarició su pelo rubio.

- Izan... - me nombra mientras alza la cabeza para observarme mejor.

- Dime - digo mientras noto como sus labios se van acercando lentamente a los míos hasta que una voz rompe el momento.

- Con que aquí estabas - dice esa voz que me suena tanto

- Sí... necesitaba aire - confiesa mientras se separa de mi lentamente como si le costará.

- Y tu que haces aquí - pregunta mirando en mi dirección haciendo que se reseque mi garganta.

- Hablar con ella - señaló a la rubia que mira desconcertada la conversacion.

- Os conocéis entonces no? Porque no me lo has dicho antes en la playa izan - pregunta con una suave carcajada a lo que veo como Nahiara frunce el ceño y nos mira de forma nerviosa.

Cierro la boca y medito que diga lo que diga estoy muerto... que haga lo que haga estoy metido en un buen problema. Que se supone que tengo que hacer? Recuerdo las palabras de mi padre y decido hablar.

- Sí nos conocemos - afirmó mientras miro a Nahiara que mira de un lado a otro sin comprender nada.

- Y vosotros de que os conocéis - pregunta lentamente como si le costará hablar.

- Te acuerdas lo que te he contado de un chico y la playa?- pregunta Mayra con una sonrisa - es el - termina de decir para apuntarme con su dedo.

Trago saliva mientras observo como el rostro de Nahiara se torna blanco para levantarse como si le hubiera pegado una patada en el estomago. Mira a ambos lados desconcertada, mira a su alredor como si estuviera pidiendo auxilio a su corazón, intentando que la libren de el desastre amoroso que esta ocurriendo en este preciso instante.

- Vosotros os habéis liado - afirma mientras posa su mano en el pecho como si le doliera lo que está escuchando - Vosotros os habéis liado - alza el tono mientras nos observa con rabia - Izan... dime que no - pregunta con su mirada suplicante en la mía como si deseara que le sacará de esta pesadilla.

-Yo.. - intento decir mientras veo como gotas saladas empiezan a deslizarse por la cara de Nahiara, un fuerte sollozo sale de sus labios para salir corriendo como si acabará de presenciar un asesinato, y en realidad si que lo hace, he matado su corazón sin ninguna compasión,sin piedad alguna...

De verdad querías hacerla daño? Deberás querías provocar sus lágrimas? Cual es el precio que pagarías por tus errores?

Yo pagaría los errores con mi vida con tal de no ver sus lágrimas..

Corre... no la dejes sola... corre... estas a tiempo.

IzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora