32.Buenos días...

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Con los dedos aun temblorosos pulso el botón de recibir llamada para escuchar su melodica y ansiada voz.

- Izan? - pregunta, y juro que puedo ver como esta frunciendo el ceño al no obtener respuesta alguna pero mi garganta se ha secado de repente.

- Princesa - suspiro con media sonrisa pintada en la cara - Cómo estás ?- pregunto suavemente espantando todos los demonios que me carcomian hace unos minutos.

- Todo bien, siento no haberte llamado antes pero estaba liada colocando la ropa, viendo a mi familia y esas cosas - dice suavemente - Oye no puedo hablar tengo que empezar con lo de la empresa hablaremos más tranquilos en otro momento te quiero - dice haciendo que mi cara decaiga con frustración.

- Yo también te quiero princesa - confieso para segundos después escuchar los breves pitidos que indican que ha colgado el teléfono al igual que mi conversacion con ella.

Tiro el teléfono en la otra punta de la cama con desesperación, necesitaba hablar con ella, escucharla reír, saber que me echaba de menos... supongo que le estoy dando más importancia de la que debería. Porque tener a tu novia a cientos de kilómetros no supone un obstáculo no?.

Unos golpes secos se escuchan en mi puerta, pero no estoy de humor para hablar con nadie asique solo los ignoro para que segundos después se vuelvan a repetir... una y otra vez sin cesar.

- Pasa - digo con voz cortante a quien sea que golpea la puerta frenéticamente.

Adrian atraviesa la puerta para cerrarla con cuidado, sus pasos son lentos y cautelosos y en su mirada refleja la dura batalla que esta manteniendo consigo mismo.

Y la verdad es que hay que tener coraje y algo mas que eso que no voy a nombrar para presentarse en este preciso instante en mi habitación irrumpiendo mi espacio personal.

- Podemos hablar broh - dice mientras se sienta en un extremo de la cama y me observa.

- Es necesario que sea ahora? No estoy de humor - digo con la voz seria.

- Creo que es necesario - fija sus ojos en los míos intentando convencerme.

- Tienes dos minutos para explicar que jodida mierda haces con mi hermana e intentar que no te saque a patadas - gruñó molesto mientras le miró intensamente.

- Haber - comienza mientras traga duramente haciendo que su nuez se mueva lentamente de arriba a abajo - cuando la conocí no sabia que era tu hermana, me pareció una chica increíble y nos empezamos a conocer - continua meditando cada una de las palabras que salen por su boca - Sabes como soy y entiendo que te asuste que la pueda hacer daño pero de verdad que con ella todo es diferente me gusta - afirma mientras un silencio incomodo se instala en la habitacion.

- Ya mierda has terminado? - digo de malas formas mientras resoplo sintiendo como mi ira aumenta por segundos.

- Mira voy a estar con ella, si no quieres aceptarlo tu mismo, esto es un si o si voy a estar con ella, pero no voy a dejar que interfieras en mi relación hermano y se que soy un egoísta pero quiero estar con ella con o sin tu consentimiento - finaliza para levantarse de la cama de mala gana y dejarme plantado y con las palabras en la boca.

Hay que ser muy valiente para venir hasta aquí para decirme que le importa una mierda que no lo acepte, y hay que ser muy estupido conociendome.

No acepto esa relación, ni hoy ni mañana y creo que alomejor nunca... Es mi jodida hermana y quiero lo mejor para ella, y aunque joda el no se lo podrá dar... nunca.

Horas despues seguía en la cama tirado evadiendome del mundo exterior, demasiada información que procesar en mi dura cabeza. Mi móvil vibra en la esquina de la cama en el que lo deje la última vez.

IzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora