42.No puedo más

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Rodri

Izan era un terremoto sin control, se había vuelto loco no había quien lo parará. Sus manos sangraban sin parar, su frente tenia una brecha de darse cabezazos, no tenía control ninguno sobre el, la situación me estaba empezando a asustar de verdad. Estaba completamente descontrolado, nunca, y escucharme bien, jamás en mi vida le había visto de tal forma.

Corro hacia mi móvil para llamar a cinthia sintiendo como mis ojos están vidriosos para que después de un par de toques lo coja, yo por el contrario solo me limitó a decir " ven rápido izan esta muy mal necesito ayuda corre" y colgarla, ya que estos segundos pueden ser eternos para izan y no se que es capaz de hacer.

Un fuerte golpe suena en la planta de arriba, corro como alma que lleva el demonio para ver como la puerta de su habitación ha sido arrancada mientras le busco con la mirada sin exito.

Entro al baño y me le encuentro golpeando el cristal sin ningún pudor, con rabia, en pura cólera, apoya la frente sobre lo poco que queda de el para ver como segundos después golpea con su frente el pequeño cristal gritando.

Sudoroso le agarro por la espalda del cuello para caer con su peso encima de mi sobre mi espalda, sus gritos se hacen más fuertes, su llanto no cesa y se pone en modo fetal mientras con sus dedos aprieta los restos de cristal que han quedado esparcidos por el suelo haciendo que se vuelva a cortar.

- Para joder hermano,para de una puta vez - grito intentando contenerlo.

El timbre suena desesperadamente, corro hasta la puerta para encontrarme a cinthia y a sus padres.

-Donde esta que ha pasado? - pregunta bayron escaneando la casa para ver si lo localiza por algún lado.

- Nose, algo con Nahiara subir porfavor - imploro con mi mirada, no quiero dejarlo solo ni un segundo.

A paso desenfrenado subimos hasta llegar a la habitación de izan. Sigue en el baño, en posición fetal, su rostro esta pálido, charcos de sangre se encuentran en toda el habitaculo, sus ojos piden por su corazón auxilio.

Su madre sale corriendo para a los pocos segundos subir, mientras la ayudamos a tumbarle en la cama de invitados ya que su habitación a quedado completamente catastrófica.

Cura cada uno de sus heridas, mientras el solo se queda viendo un puto fijo en la habitacion, sin hablarnos, sin mirarnos... como si fuera un cuerpo inerte. Aunque realmente le entiendo... Un cuerpo sin corazón no es un cuerpo.

- Cariño - suspira su madre mientras pequeñas gotas caen de sus ojos al ver el estado en el que se encuentra - necesitas sacarlo - acaricia su cara con ternura para besar su sien con delicadeza - No puedes guardartelo mi niño - sonrie débilmente mientras acaricia su espalda con amor intentando reconfortarlo.

- No puedo más - susurra sin fuerzas - no puedo más con esto - confiesa mientras solloza tapándose la cara con las manos hundido.

- Qué es lo que ha ocurrido - sonrie débilmente su madre - te podemos ayudar - busca ayuda en bayron pero el sigue estático en la escena, incrédulo a lo que sus ojos ven.

- He hecho todo por ella... La he esperado, he aguantado la distancia, no verla, pero esto ha sido demasiado - confiesa con la voz entrecortada mientras agarra su pectoral izquierdo con angustia.

- y ella? - pregunta su madre mientras le abraza para que se apoye en su pecho.

- Ella.. Ella estaba con otro - susurra sin aliento mientras vuelve a sollozar en el pecho de su madre.

- Todo se va a arreglar te lo prometo - besa su cabeza - tenemos que ir al hospital - mira sus ojos con dulzura a lo que el solo asiente.

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Llevábamos dos horas en el hospital, le habían hecho un par de radiografías y por la cara que tenia su madre nada bueno salía en ellas. Izan estaba en observación y a la espera de nuevas pruebas ya que después de su pérdida de memoria esto podría ocasionarle lesiones más graves.

- Ey - sonrió a cinthia débilmente con una mueca pintada en la cara.

- Gracias por llamarnos - suspira - estoy preocupada - confiesa mientras muerde su labio.

- Yo también - afirmó mientras aprieto mis nudillos, es mi mejor amigo, mi confidente, mi hermano.. El lo es todo.

- Tiene la muñeca partida, y por lo visto también le tienen que dar puntos - mira de reojo a esperas de mi reacción.

- No podía pararle, lo siento, estaba... ido - expulsó el aire de mis pulmones al recordar la dramática escena. Me duele ver así, y no poder ayudarle.

- Bastante has hecho por el, de momento no ha querido volver a hablar... creen que esta en shock - juega con un mechón de pelo - pero se va a poner bien - finaliza mientras acaricia mi espalda.

- No se merece lo que le ha hecho - muerdo mi labio nervioso - cada segundo pensaba en ella, le he visto llorar por echarla de menos, he visto como no queria comer, como se quedaba sin dormir por las noches porque la pena podía con el... - confieso triste al recordar como lo ha pasado mi hermano - y ella.. Ella no ha hecho una puta mierda por el, tu hermano será un moja bragas pero había cambiado - miro sus ojos que me miran con atención.

- Se que la quería, ella no ha sabido verlo... pero esto no se va a quedar así. Antes que mi amiga va mi hermano siempre, necesito una conversación con ella - sus ojos se llenan de ira - Necesito que sepa que es una perra, que con mi hermano no va a jugar y de ser así, arrancare cada centímetro de piel que cubre su cuerpo, la sacaré los ojos con mis propios dedos si es necesario - finaliza para fruncir el ceño.

IzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora