56.Real?

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Nahiara

- deberías de poner orden en tu armario izan, esta hecho un desastre - mis ojos le observan con media sonrisa.

- Y tu deberías de dejar de tener por todo el baño el maquillaje, es horrible de verdad - contrataca mientras sus ojos verdes me vigilan con media sonrisa burlona.

- tu nunca sacas tus zapatillas al patio para ventilar y mira que te lo digo veces- me acerco a el con media sonrisa.

- Odio los pelos que dejas en la ducha es asqueroso - sonrie mientras abraza mi cintura con delicadeza.

- Eres tan arrogante... nunca te callas - acarició con mis dedos su perfecto rostro.

- Pero me quieres - sonrie con autosuficiencia mientras planta un leve beso en mis labios haciendo que me sienta en una nube.

Llevábamos tres meses viviendo juntos, la casa era perfecta. Una casa adosada con un pequeño patio delantero, al entrar encontrabas un pequeño hall con un recibidor, el salón con un enorme sofá sherlong y dos individuales,la televisión de 50" y una pequeña mesa de centro en conjunto con las estanterias.

La cocina tenia una enorme mesa central para comer con todo lo necesario, y en el otro extremo de la planta baja se situaba un baño muy moderno.

En la planta de arriba tres habitaciones, dos insividuales, y la nuestra de matrimonio con una king size una enorme pantalla colgada armarios empotrados todo a la ultima modo en juego de colores blancos y arena.

Lo mas impresionante era el jardin trasero con hamacas, barbacoa y lo suficiente grande para poder disfrutar de las tardes.Era mucho más de lo que esperábamos.

Los días habían pasado como por arte de magia y aunque siempre estuviéramos debatiendo nuestros defectos nos complementabamos y ya se había vuelto nuestra forma de jugar.

Había llegado el fin de semana, y con ello habíamos decidido hacer una barbacoa en el patio trasero donde estaban todos nuestros amigos, y familiares. Bueno... su familia más bien.

Mi familia por lo contrario y como era de esperar no se había vuelto a poner en contacto conmigo, a medida que fueron pasando los días me di cuenta de que no podía esperar a que me volvieran a hablar... porque de sobra se que no lo harían ni lo harán , asique me resigno a no recordar o al menos intentarlo.

Estaba todo preparado, y todos reunidos pasando una bonita tarde en la que el sol brillaba con fuerza. Nos encontrábamos entre risas contando pequeñas anécdotas del día a dia.

- Bueno no habréis pensado que os he invitado a comer de gratis por que si no? - interrumpe izan haciendo que todos le observemos con curiosidad.

- Joder hermano, ya sabia yo que algo nos ibas a pedir... no tengo dinero - dice rodri con gracia mientras lanza un cacho de pan en su dirección.

- Luego vas a limpiar con nosotros - le señaló con el dedo a lo que el levanta las manos en son de paz.

IzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora