Only lovers left alive.

17

Encuentros secretos.
Besos.
Caricias.
Primeras veces.

Ambos chicos pasaban tardes enteras juntos, algunas veces a plena vista y muchas otras, en lugares secretos.

Sin el miedo a ser descubiertos, adrenalina.

El amor por fin había resultado... O eso creían hasta el momento.

[...]

Una tos profunda atacó el cuerpo del teñido, haciendo que Tyler se sobresaltara.

Habían pasado unas tres semanas y Josh no paraba de tener ataques de tos muy fuertes, preocupando al castaño.

— ¿No has ido al doctor? - preguntó Tyler, mientras buscaba un vaso de agua para el teñido.

— No, pequeño - respondió Josh, aclarando su garganta. — Estoy saliendo de un resfriado.

— Joshua, ese "dichoso" resfriado ha durado más de 1 semana, ¿No crees que ya es mucho?

Josh rió, y estrujo a Tyler por el abdomen, hundiendo su rostro en el.

— Esta bien, tú ganas pequeño - murmuró. — Mañana mismo voy a ir con el doctor para que me de un tratamiento contra este tonto resfriado.

Tyler sonrió y plantó un beso en la coronilla del teñido, para después estrujarlo levemente.

Josh se levanto, alzando al más pequeño por los aires, haciéndolo reír incontrolablemente. Comenzó a plantar besos a lo largo del cuello el castaño, hasta la orilla de la quijada, haciendo que el más pequeño fuera un viviente mar de gemidos.

— Joshie... - murmuró el pequeño. — Nos pueden oír...

— A la mierda - exclamó, dejando a Tyler recostado en el sofá del departamento del tintado. — Que se joda el mundo entero, solo quiero estar contigo.

[...]

Josh había salido muy temprano para ir a cumplir el capricho de Tyler sobre su visita con el doctor.

Le había pedido a Halsey que lo acompañara, la chica, gustosa había aceptado.

Lo peor de encontrarse en un consultorio no es estar rodeado de un montón de enfermos, o de las largas esperas... Era la duda y la incertidumbre de conocer aquello que daña tu calidad de vida, y muchas veces las inyecciones.

O algo así le había dicho Tyler.

Josh no era del tipo de ir al doctor, es más, no recordaba más de dos ocaciones en las que haya estado presente en un lugar como ese. Y sentía que está ocasión, solo era una pérdida de tiempo. Pero todo por complacer a su pequeño.

Las horas pasaron, y Josh comenzaba a desesperarse. Halsey tan solo hacía bromas para alivianar el tiempo y comentaba artículos que habían en las revistas, haciendo que Josh riera de vez en cuando.

— ¿Joshua Dun? - preguntó una voz profunda y cansada. — Pase.

Ambos chicos teñidos se levantaron y caminaron hacia el consultorio. Se sentaron en las cómodas sillas y esperaron las preguntas que Josh tanto odiaba.

Después de dar los síntomas, el doctor había dado un preámbulo sobre su diagnóstico, pero después de los chequeos básicos, el doctor comenzó a dudar.

Sobre todo al escuchar cierto silbido en el pecho del chico, uno peculiar.

— ¿Desde cuándo se presenta este silbido, Joshua?

— Quizá... 4 o 5 meses.

— ¿Así de fuerte? - preguntó el doctor, asombrado ante la afirmación. Josh asintió como si fuera lo más normal del mundo. — Una pregunta Josh, ¿eres fumador activo?

Josh se tensó. Se sentía mal consigo mismo por mentir a Tyler y decir la verdad ante otras personas. El teñido asintió, con cierta vergüenza.

El doctor hizo ciertas anotaciones, mientras mencionaba múltiples diagnósticos.

— Quiero que te hagas estos estudios, sobre todo las radiografías de tórax y estudios de sangre, y los traes para que los revise; es MUY importante que los hagas, no quiero que ocurran mayores complicaciones... Y algo importante, quiero que abandones los cigarrillos.

— Doctor pero los necesito, es lo único que me calma...

— ¿Ansiedad? - interrumpió el doctor, Josh asintió. — Hijo, he oído esa excusa más veces de las que puedo contar; compra estos medicamentos y te van a ayudar, en caso de que no, tan solo prepara un té de manzanilla o aplica loción de lavanda para que duermas un poco.

[...]

— Un cigarrillo no le hace daño a nadie - murmuró mientras sacaba uno de la cajetilla. — ¿Gustas?

La chica teñida negó, y molesta lanzó una mirada de disgusto a Joshua.

— El doctor claramente te dijo que nada de esas mierdas, te van a...

— Vamos, no seas aguafiestas - interrumpió, encendiendo el cigarrillo. — ¿Qué es lo peor que podría pasar?