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Josh se encontraba en su habitación, solo y en la oscuridad. Llevaba sollozando cerca de media hora, en silencio.

Sus padres se habían enterado de sus preferencias sexuales, y no estaban contentos con la noticia. Mucho menos a quienes involucraban.

Y Tyler era uno de ellos.

La pequeña Ashley abrió la puerta, dejando ver su rostro atraves de la pequeña ranura que se formaba.

— ¿Joshie? - preguntó, con voz chillona. — ¿Estás bien hermanito?

Josh levantó la mirada, dejando pasar a su pequeña hermana, mientras la rodeaba con un brazo y plantaba un beso en su pequeña mejilla.

— Sí, Ashleypie - murmuró, con voz rota. — Todo está perfecto por qué tú estás aquí conmigo.

Ambos hermanos se estrujaron, provocando carcajadas por parte de la pequeña Ashley, la hermana favorita de Josh, y la más pequeña de los 4 hermanos.

La puerta se abrió de golpe, dejando a la vista a el resto de la familia Dun, con los molestos padres de Josh.

— Ashley, quítate del gay ese. - exclamó el padre de Josh, jalando bruscamente del brazo a la pequeña Ashley.

— ¡No, papi! - se repuso. — ¡Yo quiero estar con mi hermanito!

— Querrás decir hermanita. - respondió Jordan, el hermano de Josh, provocando risas por parte de él y de Abbie.

Ashley los miró molesta, mientras pisaba a propósito el pie de Jordan, provocando una queja por parte del chico.

Josh soltó una pequeña risa, irritando aún más a su padre.

— ¿Tú de qué te ríes? - le exclamó con voz autoritaria.

— De Jor...

— No hay razón para que te rías, no tienes derecho en esta casa.

La pequeña sonrisa de Josh, se desvaneció de su rostro lentamente. Desvío la mirada hacia el suelo y abrazo sus piernas a su pecho con fuerza.

— Rápido toma tus cosas y te largas de aquí - soltó su padre, casi gritando. — ¿Qué no me oyes?, ¡Lárgate!

Todos miraban a Josh con la cara pálida, jamás creyeron que su padre reaccionaria de tal manera.

— Papi... - lo llamó Jordan.

— No permitiré que le gente murmure a mis espaldas la desgracia que tengo al tener un hijo extraño.

Josh sintió la necesidad de callar a su padre con un puñetazo en la cara. Pero se mantuvo firme, no se rebajaría a quedar como un violento frente a la pequeña que más adoraba en todo el mundo; su pequeña hermana, Ashley.

Josh se levantó con la poca dignidad que le quedaba, mientras asentía frente a la petición de su padre.

Rápidamente, tomó una de sus mochilas y la llenó con los primeros objetos que encontró a la vista y lo más necesario, para después salir disparado a la calle, mientras que su padre le gritaba insulto y medio.

A los 17 años, el chico vagaba por las calles de Ohio, su ciudad natal, con los ojos cristalizados y con el gran temor de lo que pasaría en un futuro no muy lejano.

Tuvo una idea arriesgada, pero una corazonada lo obligaba a realizarla.

Entró en la primer cafetería que encontró en el camino y se sentó, con las manos temblorosas mientras marcaba cierto número que se sabía de memoria.

Espero los timbres correspondientes, rezando a sus adentros que atendieran su llamada.

— ¿Hola? - escuchó la voz por parte de la línea contraria, haciéndolo sentir relajado, mejor que cualquier pastilla. — ¿Hay alguien ahí?

— Ty, soy yo... Joshua.

— ¡Josh, santo cielo! - exclamó el castaño. — Escuché mucho ruido por parte de tu casa, mi madre, y hermanos estábamos muy preocupados al ver como salías de tu casa, ¿Está todo bien?

— Me han echado, Ty... Se han enterado.

Hubo silencio en la línea. El silencio más ensordecedor que había tenido Josh en toda su vida.

— Mierda, ¿Cómo?...

— Mi madre nos ha visto... - soltó entre sollozos. — Al despedirme de ti, mi madre nos vio y no dudó en contarle a mi padre...

Tyler suspiró, frustrado por la situación. Su madre sabía sobre su orientación y estaba bien con ello; sin embargo, le preocupaba el estado de Josh.

— Josh, ya veremos qué hacer, por el momento lo que importa es que...

Y eso fue todo. La batería del celular de Josh había muerto, y había olvidado el cargador en su habitación.

Estaba perdido, desorientado. Las lágrimas brotaban por sus ojos, mientras que mordía sus uñas con desesperación notoria. Tenía miedo.

Una mujer, bastante anciana lo notó. Se preocupo por aquel chico al recordar el parecido que tenía con su difunto hijo.

Se acercó a él, sorprendiendo a Josh.

— Tranquilo, cariño - le dijo, con una voz realmente dulce y delicada. — No temas, sólo quiero ayudarte, ¿Te sucede algo?

Josh, desesperado, decidió contarle a la vieja mujer el problema en el que estaba metido. La mujer lo tomó en brazos, prometiéndole que a partir de ahora, viviría en su departamento, y cuidaría de él hasta su último día.

Y así fue.

Se apartó de su vida antigua, borrando todo lo que le hacía daño.

Incluyendo a Tyler, en cierta forma.

-

Se preguntarán, "WTF, que está pasando?"

Bueno, modifique un poco la historia, debido a que la manera en que comenzaba anteriormente no era del todo buena.

El siguiente capítulo quedó completamente igual, y creo que como está ahora tiene más coherencia, y sinceramente estoy más conforme con este resultado.

Espero y les guste, espero sus comentarios.

larrytakeacat este capítulo va para ti, muchas gracias por tu opinión, te amo. 💓

Only lovers left alive.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora