Only lovers left alive.

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— ¡Joshie, lanza el balón! - gritó el pequeño chico con todas sus fuerzas, casi hasta quedarse sin aire.

El otro pequeño lanzó la pelota con toda la fuerza que tuvo, aturdido debido al gran grito.

— ¡Cuidado, Ty! - exclamó aterrado, al ver que el balón se iba a estampar en la frente del otro pequeño, su mejor amigo.

Tyler miró a ambos lados con rapidez sin percatarse que el balón venía justo a estamparse a su rostro. Josh se sintió culpable al ver al pequeño Tyler tirado en el suelo, tallando su rostro.

— ¡Ty! - corrió hacia el. — Lo siento tanto, no fue mi intención.

Lagrimas corrían por las mejillas del pequeño Josh, mientras que Tyler tomó su mano y le lanzó una sonrisa inocente.

— Tranquilo, Joshie - calmó al pequeño. — No me dolió tanto, solo me saldrá un gran chichón... Nada que no se pueda arreglar con un trozo de hielo.

— Pero tu mami se enojará...

— No, mi mami es muy linda, de seguro nos hará galletas al ver que estoy "herido". - fingió comillas, haciendo que ambos pequeños comenzarán a reírse, inocentemente.

— ¿Estás seguro de qué estás bien, Ty? - preguntó Josh, una última vez antes de que Tyler plantara un beso en su mejilla, haciendo que se sonrojara cual tomate.

— Sí, Joshie - sonrió, seguro de sí mismo. — Te perdono, eres mi mejor amigo.

Josh sonrió hasta que sus ojos se volvieron una línea curva en su rostro.

— Tu también eres mi mejor amigo, Ty.

— ¿Para siempre? - preguntó el pequeño Tyler, alzando su meñique.

— Para siempre. - el pequeño Josh alzó su meñique, entrelazándolo con el de Tyler, para sellar su promesa.

Ambos chicos se dieron un abrazo y salieron corriendo en dirección a casa de Tyler, jugando carreritas para ver quién llegaba primero.