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a car, a torch, a death.

Tyler Robert Joseph, - llamó su madre, por centésima vez en la conversación. — ¿Estas completamente seguro que cuando regresemos a casa estarás ahí? No quiero enterarme de que te fuiste con Josh.

Tyler rodó los ojos mientras su madre seguía hablando. La imitó con molestia y sin preocupación al saber que su madre no podía verlo.

Si mamá, ahí estaré... Por casualidad, ¿Cuándo regresas?
— Va a ser sorpresa para que estés ahí - respondió su madre con todo autoritario. — Y por cierto, deja de arremedarme, aunque hablemos por teléfono... Conozco a mi pequeño como la palma de mi mano.
— Pero...
— Ty, se que te molesta - interrumpió su madre. — pero no quiero que nada malo te pase, ¿ok? Por favor, por una vez en tu vida escucha a esta vieja... Te amo bebé, tengo que colgar.
— Es Josh, mamá... Nada malo pasará, también te amo.

[...]

El castaño estaba listo y más que ansioso. Le importaba una mierda las preocupaciones maniáticas de su madre. Estando con Josh, nada malo pasaría.

Se puso de pie y se observó por última vez en el espejo. Lo primero que haría llegando a su nuevo hogar, sería recostarse sobre la arena y tomar un poco de sol, estaba más pálido que nunca.

Salió del cuarto, y se dirigió hasta la sala, donde se encontraba el tintado. Dormido.

Al castaño le causó cierta ternura y unas ganas infinitas de besarlo al ver cómo su boca estaba semi-abierta y tenía las mejillas levemente rosadas.

Tyler se acercó, acariciando con el dorso de su mano la mejilla de Josh, como si de un pétalo se tratase. Pensó que era tan afortunado en tenerlo para el, desde siempre. A pesar de todos los problemas, seguían juntos, y así sería por mucho tiempo.

O al menos eso esperaba.

— Josh... - murmuró el castaño, moviendo levemente al tintado. — Joshie, despierta, cariño.

El tintado renegó entre sueños, y se volvió a acomodar en la misma posición una vez más. El ceño del menor estaba fruncido, Josh se tenía que despertar, tenían una cita.

— ¡Joshua, carajo!

El tintado se despertó de golpe, volteando a todos lados con la respiración agitada.

— ¿¡Qué mierda, Tyler!? - exclamó relamiendo sus labios y recuperando un poco de saliva para tranquilizarse.

— Nada... - respondió el castaño, plantando un beso en la mejilla del tintado, quien lo veía realmente molesto. — Se hace tarde pasa nuestra cita, anda a cambiarte.

Josh se levantó de golpe, lanzando una mirada molesta hacia Tyler, quien lo ignoró. El tintado no quería ir a la estúpida cita que Tyler tenía en mente. Es decir, ni siquiera estaba planeada, solo era un capricho más de su pequeño novio.

Con molestia y a base de bufidos, se dirigió a la ducha, para después arreglarse y ponerse "decente". Trató de verse más formal usando un saco y zapatos de vestir... Usaría sus jeans de igual manera. Se peinó y colocó un poco de colonia. Después, se miró en el espejo. Notó algo que no había notado en todos estos años.

Only lovers left alive.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora