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Me puse mis tacones no tan altos de color azul mientras soltaba un suspiro, me mire en el espejo y sonreí por el resultado. Me vestí con un pantalón de color blanco ajustado que llegaba un poco mas arriba de mis tobillos junto a un crop top sin mangas y del mismo tono.
Mi cabello lo alise y le añadí unas pequeñas ondas en las puntas, me maquille natural como siempre lo hago y añadí perfume en algunas partes de mi cuerpo. En un pequeño bolso de mano de color azul puse mis cosas personales.
Son cerca de las siete de la tarde, el señor Bieber no tardara mucho en pasar a recogerme, si, acepte el favor de Jake. Iré a cenar con el señor Bieber a un restaurante italiano que estaba en el centro, decir que estaba nerviosa era muy poco.
Mis padres se estaban preparando para ir a la fiesta sorpresa que las niñas y Jake le habían preparado, mis padres están muy felices de que valla a cenar con nuestro jefe, ¿la razón?, ni yo misma la se.
Jake me había dicho que podía invitar a Zac a la fiesta, lo había llamado pero me dijo que no, debido a esta trabajando horas extras en el Starbucks. Su padre quedo sin trabajo y ahora solo el y su madre llevan dinero a la casa.
Le conté a Zac sobre que saldría con el señor Bieber a cenar, esperaba que me dijera algo pero no fue así, me dijo que la pasara bien en la fiesta, que me amaba mucho y que este fin de semana nos viéramos porque me extrañaba.
El timbre sonó en la entrada, es el, me mire una ultima vez en el espejo antes de salir de mi habitación, encontré a mi padre en el pasillo mientras se ajustaba su camisa.
-Ya me voy-le dije-el señor Bieber llego.
-Esta bien, espero que te diviertas con el, nos vemos en su casa.
Mi padre beso mi frente.
-Despideme de mama-el me asintió con una sonrisa.
Baje las escaleras con cuidado, no me gustan mucho los tacones, es mas, los odio, prefiero mil veces mis converse o mis vans. Pero no importa, solo serán por unas horas, abrí la puerta de la entrada y ahí lo vi.
Estaba vestido con unos vaqueros ajustados de color negro, unos zapatos del mismo tono, una remera de color blanca y sobre ella tenia una camisa de color gris abierta. En su rostro tenia su sonrisa que tanto me gustaba.
Se ve guapísimo, primera vez que lo veo con otra ropa que no sea sus ternos para ir a la empresa, no parece un hombre de 36 años, o mas bien dicho, 37 años. Con su vestimenta parece un joven de 25 años.
-Hola señor Bieber-murmure con una sonrisa.
-Hola _______-me devolvió el gesto.
En un movimiento rápido lo abrace, el tardo unos segundos en responder mi abrazo.
-Feliz cumpleaños-susurre en su oído.
-Gracias nena.
Lentamente nos separamos de nuestro abrazo.
-Tenga-le entregue una pequeña bolsa de color roja-es un pequeño regalo.
-No tenias porque.
-No se preocupe-le sonreí.
Salí de la casa cerrando la puerta detrás de mi.
-Gracias, enserio que gracias.
-De nada.
-_______.... con tu permiso, te ves hermosa, mas que eso, estas perfecta.
Sentí mis mejillas arder.
