Narra Alan
Cuando eres un chico popular en la escuela eres constantemente agobiado por mucha gente y sus prejuicios, claro que este no era mi caso. Al ser tan trasparente con algunos temas me había salvado de ellos pero eso no quitaba el hecho de no poder hablar con quien tanto deseaba hacerlo.
Caminé por los pasillos después de clases en búsqueda del extraño chico de gafas, no tuve que esperar mucho pues estaba por la zona que frecuentaba. Sonreí levemente pero por impulso incliné la cabeza. Él paso de largo sin inmutarse de mi presencia como todos los días.
Suspiré desanimado, levanté la mirada para comenzar a caminar de regreso a casa pero me sorprendí al hacerlo, una pequeña estaba frente a mi con sus pequeños ojos azules centellando de ilusión.
— ¿Anaís? — le miré extrañado.
— Alan — me sonrió y tiró de mi camisa —. Necesito hablar contigo — sin darme cuenta ya había sido llevado hasta la biblioteca escolar.
— Bien, ¿qué querías decirme?— tomé asiento en uno de los sillones que estaban en algo así como una sala de lectura.
— A ti te interesa Boberto ¿no?— se sentó a mi lado —bueno... Aunque creo que tal vez ya lo conoces... Me refiero a que te interesa del modo romántico — giró su mirada a mi.
— ...— esquivé su mirada — yo... No sé a qué te refieres...— sonreí ampliamente.
— Bien... Como no quieres decirlo te daré un consejo. Habla con él, es buena persona. Puedes encontrarlo en el laboratorio de ciencias o aquí mismo en la biblioteca — me dio pequeñas palmaditas en el hombro, se levantó, se despidió con una mano y salió por la puerta dejándome confundido y pensativo.
No quise tomarle mucha importancia así que salí de ahí mismo para tomar mis cosas e ir a hacer mis actividades del día. Dicho y hecho me fui primero al asilo de ancianos a darles una visita, ayudarles un poco y pasar un rato por ahí, a las cinco en punto me devolví al centro comercial para ir a mi trabajo de medio tiempo como modelo. Para la noche todo había acabado y podía volver a casa, por lo que me puse en marcha.
Al pasar por un mini súper vi un rostro que me resultó familiar. Detuve mi andar para poder observar y contemplar nuevamente aquellos ojos celeste que me tenían embelesado. Sin darme cuenta el caminaba hacía mi pero por quedarmele viendo no pude actuar a tiempo y terminamos chocando.
— Lo lamento, no veía por donde andaba — se disculpó rápidamente sin mirarme.
— Oh, no te preocupes que también tuve algo de culpa — le ofrecí mi mano para levantarse pero no la aceptó, ya de pie le extendí nuevamente una mano —. Soy Alan, un placer. Vamos a la misma escuela, eres Boberto ¿cierto? — sonreí amigable y finalmente me miró.
— Sí. Sé quién eres — ignoró mi gesto, se agachó y comenzó a recoger sus cosas que habían caído hace un momento. Me incliné a su lado para ayudarle a recoger —. Gracias por tu ayuda, pero tengo trabajo pendiente — se levantó — si me disculpas... — no lo dejé avanzar más de dos pasos tomándolo por la muñeca.
— Lo siento... — le solté de mi agarre — pero quisiera hablar contigo... no hablamos mucho en la escuela así que...— jugué con mis dedos nervioso — ¿puedo acompañarte? Tengo muchas dudas y quisiera ser tu amigo — solté tan rápido como me fue posible. Le sonreí avergonzado esperando su respuesta.
— ... — suspiró, me miró de pies a cabeza, acto seguido comenzó a caminar — Sígeme entonces. Iremos a mi casa — corrí un poco para seguirle el paso pero mientras íbamos caminando quise comenzar a hacerle preguntas.
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Amo a mi hermano pequeño ¡¿y qué?! (Gumball y Darwin [yaoi/Gay/BL])
FanfictionBueno, es la historia de dos adolecentes los cuales pertenecen a una serie por nombre "El increíble mundo de Gumball" la cual es una de mis series adoradas. Gumball Watterson de 16 años hace un par de descubrimientos sorprendentes conviviendo con su...