Narra Gumball.
Ya era domingo cuando mis padres llegaron justo a las 7:00 am, lo sé porque armaron un escándalo para bajar sus cosas del autos, que esto está muy pesado, la maleta de tal color, los papeles de no sé qué... Muchas preguntas mientras se escuchaba bajar y arrastrar maleta tras maleta.
Mis hermanos y yo decidimos bajar hasta la hora del desayuno, bueno, eso acordamos Darwin y yo, ya que dormimos juntos en la misma cama. Él dormía plácidamente sobre mi pecho mientras yo lo abrazaba de la cintura de forma protectora con su cabeza entre mi cuello.
— Chicos, es hora de desayunar — dijo mi madre al lado de la puerta al hacer sonar la misma.
— Mmmm... — se quejó Darwin mientras se removía en la cama.
— Ya vamos mamá — gritó Anaís desde su recámara.
— Darwin, sé que estás ahí — llamó al susodicho frente a su recámara —. Anda, baja de una vez — ordenó, luego la escuché andar un poco hasta mi habitación —. Gumball, tú también ven a desayunar— gritó cerca de mi puerta, pero yo la escuché desde la cama de mi hermano.
Se oyeron sus pisadas hasta la planta baja y me decidí a despertar a Darwin a mí manera.
— Darwin... — canturreo en su oído, pero él ni se inmuta —. Cariño — beso su mejilla y luego su frente hasta que finalmente él mismo abre los ojos —. Buenos días, es hora de levantarse dormilón — dejé un rápido beso en sus labios antes de abrazarlo.
— Buen día Gumball — me regresó el abrazo muy feliz a mi parecer.
— ¿Cómo amaneció mi pequeño pecesillo? — sonreí.
— Muy bien, ¿y tú? — se acercó peligrosamente a mi rostro, me abrazó por la cintura para luego hacer que rodara en la cama logrando ponerme debajo de él.
— También supongo, pero... No pensé que algún día tu estarías encima mío — admití.
— Lo sé — me plantó un beso —. Pero a veces sería bueno salir de la rutina— sus labios se curvaron ampliamente y eso me hizo tiritar un poco, ¿Qué demonios le pasaba a MÍ Darwin?.
— Emm... ¿Qué está pasando aquí amiguito? — pregunté nervioso por lo que veía llegar.
Darwin rió por mi comentario, me dio un beso apasionado. Los dos nos fundimos en el momento, sin notar lo demás sólo estábamos él y yo, lo demás no importaba.
— .... ¡¿Qué demonios está pasando aquí?! — ay no... Ésa voz. Hay que darnos por muertos de una vez.
Darwin se despegó de mí en cuanto escuchó la interrogatoria y yo hice igual, me levanté de la cama para inmediatamente acomodarme la ropa como hacía mi hermano.
— Mamá... — comencé yo —. Te lo puedo explicar — aseguré.
— Tu no me vas a decir nada Trisha, ve a tu habitación — dijo molesta.
— Mamá, pero... — comenzó Darwin, pero fue cortado en cuanto abrió la boca.
— No te metas hijo, los dos. Van a bajar a Desayunar y hablaremos después de ello, ¿de acuerdo? — ordenó antes de irse.
En la habitación se alojó un silencio sepulcral, ninguno podía pensar en algo que decir, un plan o algo así, nada. Me incliné ligeramente para apreciar sus hermosos ojos buscando algo de quietud pero no fue así, sus ojos estaban aguados tratando de retener las lágrimas.
— Hey ¿qué pasa pequeño?— quise saber.
— Mamá está enojada con ambos y es todo por mi culpa...— no pudo contener más el llanto.
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Amo a mi hermano pequeño ¡¿y qué?! (Gumball y Darwin [yaoi/Gay/BL])
FanfictionBueno, es la historia de dos adolecentes los cuales pertenecen a una serie por nombre "El increíble mundo de Gumball" la cual es una de mis series adoradas. Gumball Watterson de 16 años hace un par de descubrimientos sorprendentes conviviendo con su...