Cuarto Especial

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William.

Mi padre me había mandado hablar por medio de la fuerza bruta como siempre, y aunque nunca lo he visto de buenas, hoy parecía haberles comentado a sus secuaces su descontento. Esto comenzó principalmente por haber ayudado a Darwin, el chico del cual me enamoré; después de haberlo conocido y tratado. Mi padre me había encomendado la tarea de ganarme su confianza, para convencerlo de conocer a una persona que le había pagado a mi padre para que lo viera. Sin embargo, por mi insensatez y cariño hacía mi amigo me decidí a ayudarlo a escapar, de ahí la furia de mi padre hacia mi persona.

Ya había pasado una semana desde que me tenía de mandado en mandado, ni siquiera me dejaba ir a la escuela. Creo que en este punto del partido hasta mis calificaciones están en riesgo. Quise no tomarle tanta importancia pero después de todo soy un estudiante modelo, no me podía permitir retrasarme tanto con los apuntes y demás tareas escolares. Mientras los simios que trabajaban para mi padre me transportaban a donde él estaba, me tomé la libertad de enviar un par de mensajes de texto a unos compañeros, preguntando acerca de la escuela y todo eso, el primero en contestar fue Leslie.

Pues... sólo hemos estado presentado proyectos y eso. Nada importante :3

Eso me descolocó. Obviamente era importante, ya que eso jugaba al menos 30% de la calificación en diversas materias. Lo golpearía la próxima vez que lo viera, por ser un chico descuidado y despreocupado.

— Ya llegamos — dijo uno de los hombres. Bajé del vehículo y lo que me encontré me desconcertó, mi novia estaba justo frente a mí con su característica sonrisa.

— Hola mi amor — saludó eufórica.

— Hola Cho sonreí lo mejor posible y tratando de eliminar toda duda de mi rostro.

— Señorita Ocho, le hemos traído a su novio cómo ha pedido. El señor Brooks le envía saludos — saludó el mismo simio que me había hecho bajar del auto.

— Ay, que lindo mi suegro — rió divertida. El hombre corpulento me pasó un paquete por detrás y con un ligero empujoncito entendí que debía entregárselo a Cho.

— Toma, para ti... Linda — sonreí. Se le iluminó el rostro al ver el obsequio y tan pronto lo tuvo en sus garras arrancó la envoltura. Quedó asombrada por el contenido, al parecer era un collar de perlas, unos pendientes y una pulsera de flores.

— Willy... ¡Gracias! — se abalanzó a abrazarme toda contenta y yo como pude correspondí al gesto.

— ... No hay de qué... — sonreí sin ganas.

Ella se me colgó del brazo para arrastrarme a su lado — Hoy nos divertiremos mucho, tendremos una cita — comentó alegre. Entonces supe que hoy sería un día largo y pesado.

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Como había dicho, Cho hizo de mi día uno largo y tedioso, no lo decía de mala manera, sino que ... Cuando la persona con la que estás no te agrada demasiado... Podía ser algo difícil fingir siempre estar contento o alegre, creo que llegué al extremo en el que me dolían las mejillas de tanto sonreír, pero no había tenido ése sentimiento en todo el día.

Desganado me levanté de mi cama fastidiado de estar en ella mientras me enrredaba en mis pensamientos. Llamé a un par de amigos para ponerme al corriente, pero todos o no contestaban o me decían que no tenían todos los apuntes. Esto sería complicado. Usaría mi último recurso.

Llamada


— ¿Aló? —

Amo a mi hermano pequeño ¡¿y qué?! (Gumball y Darwin [yaoi/Gay/BL])Donde viven las historias. Descúbrelo ahora