Epílogo

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Narra Gumball

Han pasado 8 años desde que Darwin y yo hemos estado juntos, una total locura ciertamente, pero no lo cambiaría por nada. Después de la preparatoria decidimos estudiar lejos de casa, con ayuda de su tía quien resultó ser una gran persona, lesbiana y casada. Nos trataba casi como sus hijos, aunque también nos brindaba nuestro espacio, visitamos casualmente a mamá y a Anaís, quien muy a mi pesar se había vuelto en una mujer con el pasar de los años, o bueno, estaba en ése proceso. 

— ¿Tienes las cosas listas? — cuestionó un pelinaranjo alegre. 

— Pronto, ten paciencia — le di un beso en la mejilla mientras revisaba la hora para tomar nuestro vuelo, después de todo, teníamos algo muy importante por hacer.

Horas más tarde

Llegamos a Elmore como habíamos acordado y obviamente el primer lugar al que fuimos fue a nuestro hogar.

— ¡Chicos! — llegó una pelirroja a derribarnos a Darwin y a mí mientras nos envolvía en sus brazos.

— Hey, ya estás grande para estás cosas — la regañé.

— No me importa, siempre serán mis segundos papás, aunque yo esperaba que fueras la mamá... — frunció el ceño —. Bueno, dejé de tomarle importancia hace años — se hizo de hombros y siguió apretándonos en aquél abrazo.

— Te extrañamos pequeña — Darwin besó su cabeza como solía hacer hace años.

— Lo sé, me aman demasiado — bufó divertida.

— Ése hecho es discutible... — susurré por lo bajo mientras en un segundo recibía un zape — ¡oye! — grité molesto a lo que la pelirroja sacó la lengua para salir huyendo de mí —. Ya verás... — corrí tras ella.

La perseguí como los viejos tiempos cuando me molestaba, cosa que admito, me divirtió mucho. Nos pusimos a cenar como la familia que éramos, papá y mamá con sus millones de preguntas y nosotros contándoles de nuestra vida, entonces sentí que era el momento justo.

— Mamá, papá... — llamé su atención —. Sé que ustedes pensaban que Darwin y yo estábamos sumergidos en una etapa de "amorío" pero ya llevamos poco más de 8 de relación y... Les tenemos una noticia importante — ayudé a Darwin a ponerse de pie a mi lado —: Estuvimos hablando con abogados y de más... Queremos casarnos, le pedí matrimonio a Darwin — el mencionado alzó la mano izquierda con el anillo en el dedo anular.

Mamá y papá escupieron de inmediato la soda que estaban bebiendo en ése momento, mientras que Anaís estaba en el quinto cielo feliz de la vida.

— Tener una relación es una cosa... Vivir juntos... Tener relaciones íntimas... Pero, ¿Casarse? ¿Siquiera es legal? — cuestionó nuestra madre.

— Claro que lo podemos hacer, ya está todo arreglado — informé feliz.

— Sé que es precipitado, porque pensaban que era algo pasajero, una etapa o un fetiche... Pero, esto que sentimos es real. Aún si no son mi familia de sangre y... Rechacé mi apellido "watterson" siempre serán mis padres, mi familia — Darwin estaba al borde de las lágrimas.

— Es cierto, y yo... Amo a mi hermano pequeño ¡¿Y qué?! No está mal, amor es amor sin importar la forma en la que venga — mamá nos miró a ambos con cierta tristeza y ternura.

— Nicole, hay que apoyarlos. Son nuestros hijos... Y ellos, ya han elegido su camino — papá le dedicó una sonrisa tierna a mamá y entonces Anaís nos unió a todos en un cálido abrazo.

— Los amo a todos — dijo la pelirroja. Y nosotros reímos a su lado. Finalmente tenía lo que siempre soñé: una cena con mi familia y a Darwin a mi lado, no como mi hermano, sino como mi pareja.

Amo a mi hermano pequeño ¡¿y qué?! (Gumball y Darwin [yaoi/Gay/BL])Donde viven las historias. Descúbrelo ahora