Darwin
Me levanté como pude de la cama y en un parpadeo ya estaba cayendo de bruces pero no llegué a sentir la caída sino unos brazos sostenerme de la cintura. Gire un poco la cabeza y me sorprendí al ver de quién se trataba.
— Hola — salude algo nervioso mientras era arrastrado nuevamente a la cama.
— Si querías algo debiste decirme— revolvió mi cabello — ¿tu cuerpo está bien?— me miró a los ojos con preocupación.
— Fuera de que creo necesitar un cojín la siguiente semana todo va de maravilla — sonreí pero él se había petrificado por lo que había dicho, reí por su gesto y ahora yo le miraba fijamente —. Estaré bien, no te preocupes— sonreí.
— Si tu lo dices pecesillo— hizo mi cabello un lío para luego dejar un pequeño beso en mi nariz. Tenía que admitir que éste Gumball me gustaba más de lo que esperaba.
Me tomé unas pastillas para el dolor, me apliqué una pomada y listo! como nuevo!. Caminé hasta la puerta listo para emprender una carrera pero fue Gumball el que me paró.
— Tranquilo, nuestros padres aún no llegan y pasaremos por Anaís en unas horas más. ¿Quieres que nos bañemos juntos? — al mirarlo nuevamente él literalmente estaba listo para entrar a la ducha. Tiró de mi brazo para tenerme más cerca —... Anda, sólo por ésta vez ¿sí?— hizo ésos ojitos llenos de brillo y lindura que de un momento a otro me tenía comiendo de su mano.
Al entrar al baño pude darme cuenta que lo tenía fríamente calculado, la bañera llena, espuma, las batas en un estante junto a las toallas: en fin que no era tan tonto el hombre. Me deshice de la única prenda que cargaba y él igual. Estábamos uno frente al otro, con espuma rodeando nuestros cuerpos y dividiéndonos a ambos.
— Ya no somos tan chicos para entrar en ésta ducha— le dije con cierta pena.
— Hemos crecido, es natural— dijo tajante, abriendo un pequeño lapso de silencio. — Agg! ésto me desespera. Ven aquí— me haló del brazo para tenerme de espaldas a su pecho, extendió sus brazos a mi alrededor hasta envolverme.
— ¿Q-qué sucede?— me puse algo nervioso por la posición de ambos.
— Éso, que ya no hablamos tanto como antes...— sus ánimos decayeron un poco y me hizo sentir mal.
— No es eso... Sólo que... He estado evitando estar junto a ti todo éste tiempo y ahora estamos tan juntos y yo con tantos nervios y emociones— me sonrojé ante lo que le estaba confesando de la nada, estiró una de sus manos hasta rozar con una de mis mejillas, giró mi mirada a ésos ojos tan azules y profundos que tenía.
— Lo sé... Yo he estado confundido estos días, pero puedo asegurar que en éste momento no hay nada que me importe o me haga tan feliz como tú— besó la comisura de mis labios, me robó un beso, dos, hasta que ambos nos besábamos con deseo y sonrisas de por medio.
— No creo que podamos hacerlo aquí...— susurré al separarme para tomar aire.
— Venga, sólo poquito — suplicó.
— Bueno... Sólo un poco— me giré para estar frente a frente, me colgué de su cuello y pasé mis dedos por su cabello. Él se acercó lo suficiente como para rozar nuestras narices y me miró desde abajo.
— Te amo...— fue un susurro corto y dulce que me hizo querer dar un brinco de emoción, pero sólo sonreí ampliamente.
— Lo dijiste — sentí que podría morir de felicidad —. Yo también te amo tontuelo— reí y lo besé, y me sentí tan bien, como si una ráfaga de emociones corriera por mi cuerpo adormeciendome por completo.
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Amo a mi hermano pequeño ¡¿y qué?! (Gumball y Darwin [yaoi/Gay/BL])
FanfikceBueno, es la historia de dos adolecentes los cuales pertenecen a una serie por nombre "El increíble mundo de Gumball" la cual es una de mis series adoradas. Gumball Watterson de 16 años hace un par de descubrimientos sorprendentes conviviendo con su...