Capítulo 18: Un largo paseo

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Narra Gumball.

Los ojos casi se me salen al ver en una situación así a mis camaradas, ¿cómo había ocurrido?. Boberto y Alberto caminando lado a lado riendo ligeramente y el de pelo turquesa con un sonrojo tiñendo sus mejillas, esto debía ser investigado.

— ¿Qué está pasando aquí chicos? — miré a ambos de pies a cabeza provocando nerviosismo en sus caras.

—N-nada... Sólo nos encontramos por casualidad — tartamudeó el más pequeño, las palabras se le resbalaban como el jabón.

—¿Estás seguro de eso Alberto?— me acerqué hasta estar cara a cara fulminándolo con mi mirada detectivesca.

— EH... Y-yo... ¡No soy Alberto!— dudó inquieto, pero fue cortado por el más alto.

— No tiene nada que ver contigo — aseguró en modo autoritario.

— Claro que lo tiene. Alberto es mí amigo y tú también... ¿Qué se traen ustedes últimamente? —inquirí con duda.

Los dos se miraron uno al otro, el de lentes sonrió de manera apática dándole a entender a de pelo turqueza que lo soltara.

—... Estamos saliendo — susurró con cierta dificultad, y estaba casi seguro de que era una broma, pero por la pinta seria que traían esos dos creo que no era así y por la expresión de Darwin diría que él sabía que no era con lo que alguno de los dos se atreviese a jugar.

Parpadee reiteradas veces incrédulo y con la boca formando una gran "0".Fue un impacto descubrir que ambos estaban igual que nosotros en ése tipo de relación quizá desde poco antes que nosotros; pero claro, eran una pareja un tanto extraña. Ni si quiera en mis mas remotas pesadillas lo hubiera creído, que el chico serio y nerd de la escuela se la pasara con el Don Juan de gran corazón de mi amigo.   

Esto parecía sacado de uno de los panfletos que mi hermana siempre leía, donde dos chicos se amaban y no tenían miedo de la adversidad, así miraba a mis amigos en este momento, tan confiados, tan unidos como si nada los fuese a separar. Mi mirada viajó de mis camaradas a la de mí hermano y ahora pareja, él parecía impactado e iluso a la idea como yo, pero lo que quería transmitirle a él era que como ellos habían sido sinceros con nosotros yo también deseaba serlo y no tenía miedo de lo que los otros dijeran...

— Vamos a la ruleta rusa, ¿quieren? — sugirió el de pelo naranjo.

El juego que había sugerido Darwin no estaba muy lejos a decir verdad por lo que la charla no se hizo esperar en realidad, en cuanto entramos a la cabina un silencio sepulcral invadió cada rincón de dicho espacio. Nadie parecía querer hablar, nadie decía nada ni se miraban a los ojos.

  — Em... Bueno, como les decía, Boberto y yo somos pareja —  comenzó el azulado — . No deseamos su bendición, si les importa menos es mejor, no planeamos esto, me refiero a decirles, por eso... esperamos que no afecte nuestra amistad... — apretó una sonrisa como queriendo ser fuerte, aún si pareciera que los nervios lo consumían.

Darwin miró hacia mí, sonrío un poco como nuestro amigo para luego inclinarse ligeramente hacia adelante, cerca de ellos.

  — No me molesta en lo absoluto, sólo quiero que mis dos buenos amigos sean felices, eso es lo que más quiero en éste mundo. No importa si es una chica, un chico, un perro, unicornio, comic... El punto es que pongan su felicidad antes de los prejuicios de los demás y por mi parte tienen mi apoyo incondicional, si algo se les llega a ofrecer, saben que estoy aquí para ustedes —  comentó con tranquilidad, al finalizar regresó a su posición anterior, a mi lado, hombro con hombro. Me lanzó una mirada rápida con una sonrisa acompañada, me imagino que ahora quería que yo les contestara a nuestros amigos.

Amo a mi hermano pequeño ¡¿y qué?! (Gumball y Darwin [yaoi/Gay/BL])Donde viven las historias. Descúbrelo ahora