Amo a mi hermano pequeño ¡¿y qué?! (Gumball y Darwin [yaoi/Gay/BL])

Capítulo 3: Cambio de aires parte 2

Después de haber conducido por toda la carretera, la abuela Jojo llevó todo el equipaje y a su nieto a su casa junto a su hijo. Los hospedaría mientras Gumball mejoraba o a ver qué pasaba.

Nicole estuvo muy atenta a cualquier médico que pasaba por la sala, pero ninguno se acercaba a darle resultados o siquiera información sobre el estado de Gumball. Finalmente una doctora se le acercó.

− ¿Señora Watterson? − Se quedó frente a ella − Soy la doctora Beatriz More, su hijo se encuentra estable− Nicole se levantó del asiento, tragó saliva para ahora hablar. 

− Y... ¿Qué es lo que tiene mi hijo?− Apretó sus manos para esperar lo peor.

− Gumball tuvo un episodio de asma, lo bueno es que fue tratado con tiempo y atendido a buena hora. Se quedará hasta mañana a observación, si gusta puede ir a verlo− Le indicó el número de la habitación y se fue.

Llegó hasta donde se encontraba su hijo, lo miró desde el marco de la puerta durmiendo tranquilamente, con cables por su cuerpo y con la piel pálida. Tomó su celular marcó un numero y aguardó hasta que contestaron.

En la llamada:

− ¿Hola?−

 − Richard soy yo, Gumball está bien−

 − Uf... que bien. ¿Y qué tiene?−

− Me dijeron que asma, yo me quedaré hasta la mañana, y tu y Darwin podrán estarse aquí hasta la tarde− 

− Bueno, yo dormiré a Darwin. Iremos a las 12:00am, mi madre nos acompañará−

 −Muy bien... que descanses cariño, te amo−

−Tu también, te amo. hasta mañana−

Fin de la llamada.

Nicole entró a la habitación, tomó asiento en uno de los sillones,  recostó su espalda, suspiró y pasaron unos minutos hasta que se quedó dormida.

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A la mañana siguiente Gumball seguía igual, Nicole tenía una manta cubriéndola y un café en una de las mesitas junto al sillón. Quitó la manta, la dobló y bebió el café.

− ¿Señora Watterson?− Una de las enfermeras se le acercó.

−  Sí, soy yo. ¿Qué sucede?− Dejó la taza de café en la mesa.

− Nada, sólo quería saludarla. Usted trabajó con mi hermana ¿recuerda?− Nicole sólo sonrió y se acercó a ella para saludarla como se debía.

−No lo sabía− Reía nerviosa, en realidad ni si quiera conocía bien a la enfermera ni a su "hermana".

− ¡Oh! parece que su hijo está por despertar− Tomó la manta y se fue.

La fémina fue rápidamente a la camilla de su hijo y al notar que no había cambios se sentó en una silla que estaba justo al lado de Gumball. Acarició su cabello azabache y suspiró con pesadez.

Pasó un rato hasta que el pequeño abriera poco a poco los ojos, mirando el techo blanco y unas luces que lo lleaban a cegar de cierto modo. Se levantó extrañado y recorrió la habitación con la mirada hasta que encontró a alguien familiar.