Capítulo 11: Profesor particular

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Sasuke Uchiha 

Mi hermano había comprado un perro... bueno según él... lo había adoptado, era lo que me faltaba por la casa, no tenía suficiente con caerme con algunos de los juguetes que mi hija dejaba tirados por la casa, que ahora tenía un perro andante que iba por toda la maldita casa ¿Cómo se supone que esquivaría eso? En esta casa cada vez estaban peor.

- ¿Te lo llevarás a tu casa, verdad? – le pregunté a mi hermano.

- No papá... - dijo Yuuki – deja que se quede con nosotros, yo quiero un perrito.

- No podemos tener un perro Yuuki – le dije

- Sí, me lo llevaré a casa – me dijo mi hermano.

- Genial, entonces quítalo de mis pies. Haber cuánto tiempo cumples lo que dices.

- ¿Crees que no me lo llevaré a casa?

- Itachi... vives más aquí que en tu casa

- Es que te echo de menos – me dijo en ese tono que yo reconocía perfectamente que era mentira.

- No me vengas con esas Itachi, hay algo en tu casa por lo que no estás a gusto.

- No es cierto, estoy muy a gusto en mi casa.

- La sientes vacía Itachi, no tienes nada en tu casa ¿Es por eso por lo que has adoptado un perro? ¿Para no sentirte solo?

- Déjame en paz Sasuke – me dijo marchándose hacia otro cuarto.

Una vez arreglado el problema del perro y mi hermano, me giré hacia donde provenía ese horrible olor, era de al lado de la cocina y olía a Ramen. ¿Quién narices le compraba el ramen a mi hija? Yo no quería oler esa porquería por la cocina.

- Yuuki – la llamé – No comas Ramen, a saber lo que lleva eso.

- No lleva nada malo Sasuke – escuché a Naruto – está muy bueno, deberías probarlo alguna vez.

- No voy a probar esa cosa – le dije – y te agradecería que no incitases a mi hija a comer lo que yo le prohíbo terminantemente.

- A Yuuki le gusta el ramen Sasuke, venga... no hay nada malo en comerlo, si no te gustan estos ya medio precocinados déjame un día invitarte a un buen local, conozco el mejor lugar para comerlo.

- No pienso salir de casa.

- No te lo he pedido – me dijo – te lo puedo traer y comerlo aquí. Vamos... acepta – le dije.

- No – me negué rotundamente.

- Oh... ya entiendo... Sasuke Uchiha no se atreve a probar algo nuevo, apuesto lo que quieras a que ni siquiera lo has probado nunca, por eso no te atreves – me dijo sonriendo y me enfadé.

Sinceramente... no lo había probado nunca, él tenía razón pero había escuchado a la gente cuando yo había estado en el instituto decir que era horrible. ¿Por qué probaría algo que era horrible? Y para colmo... Naruto se atrevía a llamarme cobarde a mí, eso no podía consentirlo.

- Vale... acepto, traerás un día ese Ramen del mejor lugar de la ciudad que tú dices, lo probaré. Ahora vayamos a la rehabilitación.

Subí delante y aún así escuché como chocaba la mano seguramente con mi hija porque habían conseguido que fuera a comer Ramen un día de estos. Conté los peldaños hasta mi cuarto de siempre y entré sentándome en el sofá, siempre en el mismo lugar y es que ya me había acostumbrado a mis rutinas. Naruto se sentó frente a mí en la mesa para indicarme los ejercicios que tenía que hacer.

Un médico para papá (Naruto: Naru-Sasu, Ita-Dei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora