Capítulo 21: Cruces inesperados

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Deidara Namikaze

Salí corriendo del pabellón de deporte, no quería permanecer más tiempo en este lugar. Necesitaba salir de aquí y alejarme de Itachi. ¿Cómo había podido acabar en este lugar? ¿Pensaría que quería darle una oportunidad? Él había dicho que viniera si creía que podría llegar a perdonarle algún día pero no creo que pudiese... sólo acabé aquí por un maldito error... ¿Era el destino quien había hecho caer esa intensa lluvia en el preciso momento en que pasaba por el pabellón donde jugaba Itachi? ¿Qué tenía que hacer? Ya no sabía qué pensar.

Salí de nuevo a la lluvia mojándome y me daba igual. Empecé a correr aunque el cuerpo me dolía horrores por los moratones, por los golpes de Orochimaru. Lloré aunque no se podía notar si eran mis lágrimas o la lluvia y cuando llegaba a la entrada del metro, una mano me detuvo la muñeca sacando un quejido de mi parte.

- Lo siento Dei – escuché a Itachi a mi lado girándome hacia él.

No había nadie en la calle, tan solo nosotros dos y los vehículos que no paraban con el limpiaparabrisas. La lluvia caía sobre nosotros y me sentía perdido cuando miraba los ojos suplicantes de Itachi, me perdía en su forma de ser. ¿Por qué tenía que amarle a él? ¿Con todo el daño que me había hecho cómo podía amarle? No lo entendía ¿Tan masoquista era como para quererle? La lluvia seguía intensamente cayendo sobre nosotros y yo sólo podía pensar en una cosa... en que Itachi se estaba mojando ¿Por qué tenía que preocuparme por él cuando nadie se preocupaba por mí? Se supone que debía preocuparme un poco más por mí pero no podía.

- Vete Itachi – le dije – aléjate de mí.

- No puedo Dei, te amo – me dijo besándome.

No pude evitar que todos esos sentimientos que había recluido a lo más profundo de mí ser salieran con sus labios ¿Por qué no podía olvidarle? Sentía que me ahogaba en mis propios sentimientos por él. Su mano se apretó un poco más en mi muñeca cuando profundizó el beso y me quejé al momento soltando el beso.

- ¿Te he hecho daño? – me preguntó – lo siento.

- Por favor... Itachi vete, déjame en paz.

- No puedo – intenté irme pero él me retuvo de nuevo y a la tercera vez que me quejé se dio cuenta de la venda - ¿Qué te ha pasado?

- Un accidente.

- No puedo creérmelo Dei... tú nunca has sido torpe y es la segunda vez que te veo herido ¿Qué está ocurriendo?

- Nada, de verdad Itachi. Tengo que irme.

- ¿Por qué?

- Porque tengo cosas que hacer, tengo que ocuparme de mi familia.

- Tus padres pueden aguantar un poco más sin ti.

- Itachi por favor... - traté de irme sin decirle que no era esa familia, no quería que supiera nada.

- Sécate al menos en mi casa Dei... permíteme ayudarte aunque sea sólo una vez. Pasa a mi casa, sécate y espera a que amaine la lluvia, está aquí al lado y lo sabes.

Miré hacia los apartamentos de al lado y sé que vivía allí pero no quería entrar en su casa, me traía malos recuerdos ese lugar.

- No es buena idea – le dije

- Estás empapado, vas a coger una pulmonía hasta tu casa.

- Ya no vivo donde crees... me he cambiado.

Un médico para papá (Naruto: Naru-Sasu, Ita-Dei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora