Capítulo 35: Regreso

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Deidara Namikaze

Hacía ya unas semanas que estaba aquí y no había dejado de recibir llamadas de Orochimaru. No quise coger ninguna y tampoco se lo mencioné a Itachi, no quería meterle en problemas con este tema. Tras las llamadas, empezaron a venir los mensajes, al principio amenazadores, luego fueron bajando su tono hasta las disculpas, pero yo sabía que era todo falso, él jamás me quiso, sólo me consideraba como un objeto de su propiedad, por mucho que dijese que cambiaría y que estaba arrepentido sabía que era mentira, no lo pensaba, sólo quería recuperarme porque según él... "Yo era suyo", había invertido mucho dinero en mi familia y por tanto yo debía ser casi como su esclavo. A veces pensaba que yo no cumplía mi parte del trato, pero era imposible estar con él, yo me arriesgué, estaba decidido a ser suyo y a acatar sus normas, a abandonar el amor para permanecer a su lado toda la vida con tal de que ayudase económicamente a mi familia, pero ya no podía más, sus malos tratos había conseguido esto.

Estaba tan asustado que ni siquiera quise salir de casa de Itachi, me encerraba aquí todos los días, sólo bajaba cuando Itachi me acompañaba a la compra o a cualquier cosa, tenía miedo, yo que siempre fui un chico valiente y orgulloso me habían convertido en esto... en un miedica. ¿Cómo podía una persona cambiar tanto por haber pasado por una situación así? yo nunca creí en esas cosas... hasta que las viví. Sé que ahora Itachi estaba a mi lado, que me intentaba cuidar lo mejor posible, que era muy dulce, pero aún me asustaba cuando hacía algo mal y creía que podía arremeter contra mí. Seguramente Itachi jamás lo haría, se preocupaba más por mí que por las cosas que pudiera romper o hacer mal, pero pese a ello... yo seguía pensando que podría sentarle mal cada metedura de pata mía.

Hoy Itachi tenía que trabajar y se levantó temprano para irse. Yo le escuchaba todas las mañanas levantarse con cuidado a las cuatro y media, ducharse y desayunar. Lo hacía con mucho cuidado de no despertarme, yo fingía dormir para no incomodarle, no quería que pensase que me despertaba él, pero estaba tan acostumbrado a no dormir bien, tan acostumbrado a que cuando Orochimaru se levantase hacerme el dormido para evitar que volviera a pegarme que... ya casi lo hacía inconscientemente. Cualquier mínimo movimiento me despertaba y me sentía mal porque sé que Itachi lo hacía con mucho cuidado intentando hacer el menor ruido para que yo descansase pero... no podía evitar despertarme.

Cuando se marchaba trataba de dormir de nuevo pero no podía y acababa levantándome, viendo la televisión, aprovechaba para ducharme o desayunar, a veces leía algún libro de la estantería de Itachi, dependía siempre de lo aburrido que estuviera hasta que él llegase de nuevo a casa, pero hoy, Naruto me llamó y estaba afectado. Me dijo algo de que iba a entregarse a la policía, que había hecho algo malo y decidí por primera vez salir de casa para ir a verle, tenía que verle, era mi hermano al fin y al cabo.

Busqué unas llaves de la casa pero no las encontré, sé que Itachi me las había dejado en algún lugar, me lo dijo pero no que quedé con el sitio, no pensé en salir solo así que no le presté atención suficiente. Al final decidí irme y ya tocaría el timbre cuando Itachi estuviera por casa. Le mandé un mensaje al móvil, seguramente lo tendría apagado por el trabajo pero ya vería el mensaje cuando lo encendiese.

Salí de allí, era la primera vez que salía solo pero era urgente. Naruto estaba muy preocupado por algo y yo tenía que estar allí con él. Quedamos en un bar no muy lejos de la casa de Itachi. Cuando llegué, él estaba allí tomándose un café, parecía muy preocupado y al sentarme en la mesa vi sus manos temblando.

- ¿Qué te ocurre Naru? – le pregunté asustado.

- Creo que he hecho algo atroz – me dijo a punto de llorar – yo... creo que violé a Sasuke.

Un médico para papá (Naruto: Naru-Sasu, Ita-Dei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora