Capítulo 15: Enseñar

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Sasuke Uchiha

Me encontraba en el instituto y yo mismo sabía que tenía que estar soñando, yo jamás habría salido de mi casa. Ni siquiera entendía cómo podía estar consciente de que esto no era real... pero ahí estaba de nuevo esa pesadilla, me quedaba ciego y nadie me ayudaba, mis compañeros de clase se reían, la profesora salía tras de mí pidiéndome que regresase al aula y yo volvía a tener ese asfixiante ataque de ansiedad en el que no podía respirar, sólo deseaba salir y justo cuando abrí la puerta, el sol me dio de lleno y me desperté volviendo a mi realidad... no veía nada.

Me incorporé un poco en la cama pero me detuve cuando sentí algo a mi lado, había un bulto y al tocarlo con suavidad, me di cuenta de que era mi hija. Sonreí, porque Yuuki solía escaparse de su habitación donde mis padres solían dejarla para venirse a dormir conmigo. Era un encanto de niña y no podía evitar pensar que estuve a punto de abortar cuando me enteré de la noticia.

No fue nada fácil asimilar todo esto, desde aquella vez en la que me violaron en el baño... todo había cambiado. Yo ni siquiera sabía lo que era un doncel por aquel entonces, mis padres esperaban a que tuviera los dieciséis años por lo menos para contármelo. Querían contarme las cosas cuando tuviera la edad de fijarme en chicos, supongo que nadie se imaginó que me quedaría embarazado a los trece años por una violación en los baños del instituto.

Mi padre demandó al instituto, le cayó una buena, pero el culpable no salió. Desde aquel día... no volví a pisar la calle, estaba más seguro en casa y poco tiempo después, cuando empecé a notar los primeros síntomas del embarazo sin saber lo que era realmente, es cuando finalmente Kakashi vino a casa para darme la gran noticia, ese cabrón que me había violado me había dejado embarazado ¿Qué iba a hacer ahora?

Mi primera reacción fue no querer a este niño que nacía ya dentro de mí, no lo quería dentro, quería que muriese porque sabía que cada vez que esa niña estuviera a mi lado, cada vez que me sonriera o me hablase yo recordaría al bastardo de su padre o mejor dicho... lo que me hizo. Mis padres me dejaron tomar la decisión a mí y tuve largas conversaciones con mi hermano Itachi sobre qué hacer.

Por una parte deseaba abortar, por la otra... ¿Quién era yo para decidir sobre la vida de ese niño? ¿Quién era yo para decidir quien vive y quien muere? No tenía porque salir como su padre, yo podía educarle con mejores valores, no tendría ni siquiera que conocer a su padre, daba igual, yo lo sería todo para el niño, tendría una familia, tendría mi familia, no le faltaría de nada y mucho menos cariño, pero para eso... tenía que mentalizarme de que no tenía la culpa este bebé, sólo fue una consecuencia de todo aquello, este niño sufriría tanto como yo cuando descubriera la realidad... cuando descubriera lo que era su padre, un criminal, un bastardo sin principios ni ética moral.

Decidí abortar, lo tenía muy claro pero cuando llegué al a clínica... no pude hacerlo, ya estaba en la sala de espera junto a mi hermano y al final... le dije que nos marchásemos porque no podía pasar por ahí, yo no me sentía capaz de arrebatarle la vida a alguien y seguir viviendo como hasta ahora, los remordimientos por lo que hice, la culpa por la pérdida sería aún peor que vivir con esto y es que yo no había tenido la culpa, fue ese desgraciado, tanto mi hija como yo podríamos salir adelante sin él.

Ahora la tenía aquí, iba a cumplir este año los siete años y me alegraba de no haber tomado la primera decisión, porque me habría arrepentido. Era la mejor hija que pude desear, ni siquiera me preguntaba ya por su padre, sabía que me dolía hablar de ese tema y lo evitaba, era una niña estupenda y la quería con locura. Le acaricié el cabello sonriendo y me volví a tumbar a su lado escuchando su tranquila respiración. Seguía pensando que me asustaba que mi hija saliera de esta casa, no quería que le pudiera pasar nada, pero mis padres tenían razón en algo... no podía dejarla toda la vida encerrada, necesitaba amigas, necesitaba salir, divertirse, aprender, yo no podía protegerla de todo. Eso me hizo pensar que quizá la idea de Naruto de salir aunque sólo fuera al jardín tampoco estaría mal, no me había pedido salir a la calle... sólo al jardín, quizá debería empezar a plantearlo.

Un médico para papá (Naruto: Naru-Sasu, Ita-Dei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora