Capítulo 26: Pesadillas

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Sasuke Uchiha

El día en el museo de la ciencia fue increíble, para ser mi primera vez fuera de casa en tanto tiempo, me lo pasé como un enano aunque aún tenía algo de miedo metido en el cuerpo. Había demasiado ruido, demasiada gente, demasiado ajetreo y mis sentidos no podían hacerse una idea clara de lo que había a mi alrededor, por eso no quería soltar la mano de Naruto en ningún momento y si me soltaba de él, cogía la de Yuuki enseguida.

Probamos varios experimentos científicos o juegos que tenían esparcidos por toda la sala y cuando acabamos, decidimos ir a cenar al restaurante que Naruto nos aconsejó, como no... era de Ramen pero a mí por primera vez me dio igual siempre que estuviera con mi familia, porque ya veía a Naruto como de mi familia, era mi novio, mi chico. Quizá no lo habíamos hablado con seriedad aún, pero yo lo consideraba como tal.

Entramos en el restaurante del Ramen y nos sentaron una mesa algo alejada de la puerta pero a mí me daba igual dónde ir siempre que estuviera Naruto conmigo. Naruto cogió mi bastón dejándolo en algún lado cercano y se acercó a mí indicándome donde sentarme. Le agradecí el gesto con una sonrisa mientras escuchaba a Yuuki hablar animadamente con Naruto sobre todo lo que había visto en el museo.

Yo no dejé de sonreír en toda la noche y es que me encantaba oír las palabras de Yuuki tan animada, viéndonos a los dos juntos aquí con ella fuera de la casa, sintiéndose casi como en una familia y es que hasta yo empezaba a pensar que podríamos ser una familia. La edad me daba igual, sabía que Naruto era más mayor pero me daba igual, quería estar con él.

- ¿Qué les sirvo para tomar? – nos preguntó un chico, imaginé que el camarero.

- Dos Ramen con carne y... ¿Sasuke? – me preguntó.

- Otro – le dije.

- De acuerdo, ahora mismo se lo traigo.

El camarero se marchó y al poco nos trajo los cuencos. Naruto muy alegre miró los platos y me acercó disimuladamente los palillos que estaba buscando por la mesa. Podía sentir como los había empujado con suavidad hacia mi mano para que los encontrase antes, pero seguía buscando que yo hiciera las cosas solo, ayudaba lo justo y necesario.

- Buen provecho – dijo Naruto de golpe y yo también aproveché para decirle lo mismo empezando a comer.

Sinceramente... odiaba el ramen sin algún motivo aparente, porque desde que estaba con Naruto y él me obligó a probarlo por primera vez, me encantaba. ¿Cuántas más cosas había estado perdiéndome por no probarlo correctamente? Aquello me hizo pensar en mi más terrible miedo... el sexo. ¿Estaba preparado para tener sexo? ¿Estaba realmente preparado para ofrecerme a Naruto? Sé que él no me presionaría y que disfrutaba de nuestros momentos en familia, pero yo tenía dudas sobre eso, tenía miedo más que dudas.

Desde lo que me ocurrió en aquel baño del instituto... desde aquella violación en la que fui tan inútil como para no poder identificar a nadie, no había vuelto a hablar de este tema y mucho menos... me había atrevido a tocar a alguien. Ahora estaba aquí, frente a Naruto y le había besado, había dejado que él me besase todo lo que quiso y más pero... ¿Podría darle el último paso? Tenía un recuerdo horrible del sexo, lo sabía, pero también tenía un mal recuerdo del Ramen y ahora me gustaba, quizá al ser Naruto... al ser con la persona por la que tenía estos sentimientos hiciera que mi mente cambiase y disfrutase de algo... que ahora mismo me parecía lo más doloroso y traumático del mundo. No sé realmente si estaba preparado o no para el sexo.

- ¿En qué piensas, Sasuke? – me preguntó – te has quedado muy callado de golpe y es raro en ti... siempre tienes algo que decir.

- Es posible – le sonreí – estaba sólo en mi mundo. No era nada importante.

Un médico para papá (Naruto: Naru-Sasu, Ita-Dei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora