Mi Prohibición ©

1# Vacaciones

Bella:

Suena mi maldito despertador, que asco de vida me repetía todos los lunes a las siete de la mañana.

Me levanto, me doy una ducha rápida y bajo a desayunar, era muy raro que no hubiera nadie en la cocina. Voy a la habitación de mi hermano y empiezo a gritarle como una loca.

-¡¿Pero tú sabes la hora que es?!- él aún estaba tendido en su cama sin moverse. Por un momento creí que estaba muerto ya que no respondía.
Después de unos segundos despertó.

-¿Qué quieres? ¿A caso te has visto en el espejo y vienes a traumarme a mí también o qué?- él siempre con sus bromas graciosas.

-¡Pero tú eres imbécil o te lo haces son las siete y media llegaremos tarde al instituto!- le grito. Por su culpa llegaría tarde hoy, ya que es él quien me lleva en su coche, yo aún tengo que joderme porque no tengo la mayoría de edad.

- Hoy me parece que tu trauma ha sido grave. Hoy estamos en vacaciones, retrasada mental. Ahora sal de mi habitación que hay gente normal en el mundo que quiere dormir.- salgo de allí sin decir nada ya que me siento tonta al no recordarlo.

Mamá y papá salieron de viaje de negocios hace dos días y aún no volvían. A veces los hecho de menos, ya sé que tengo diecisiete años pero aún así los necesito muchas veces.

Rayan era el único que estaba conmigo siempre. Aunque a veces nos odiemos a muerte somos hermanos y nos queremos mucho. Él es dos años mayor que yo. Y aveces eso me saca de quicio porque es demasiado idiota aprovechando de que soy menor que él y debo obedecerle "papá y mamá me dejaron como tutor en su ausencia así que tú haces lo que yo te diga" esa era la maldita frase que tenía que escuchar todos los días.

Como no tengo sueño decido conectarme a las redes sociales, pero nadie estaba allí. Claro, todo el mundo sabía que hoy era fiesta.

...

-Despierta monstruo nuestros padres llegan en dos horas.- cuando escucho a Rayan decir eso me sobresalto.

¡Por fin llegan!

- Por fin llegan, ahora no serás tú quien me diga lo que tenga que hacer -río feliz. Me fulmina con la mirada y sale de mi habitación.

Cuando por fin llegaron, eran las once, desayunamos juntos.

-¿Qué tal os habéis llevado esta vez?- pregunta mamá.

-Muy bien mamá, Bella y yo nos hemos portado bien- se apresura a comentar mi hermano.

-Así me gusta hijos, ya sabéis solo os tenéis uno al otro eso nos hace estar tranquilos, no siempre vamos a estar nosotros aquí.- habla mi padre.

-¿Os habéis vuelto locos? No podéis dejarme a mí con este gorila que tengo como hermano.- les digo sonriendo.

-Mira quién fue a hablar la que se autotrauma por las mañanas- dice Rayan burlándose. Iba a contestar pero suena el móvil de mi madre. Contesta de inmediato y su cara se ilumina al instante, deja la servilleta en la mesa y sale.

-Nos vamos de vacaciones a casa de tía Sara- dice en el umbral de la puerta. Me quedo un poco descolocada, a tía Sara no la veíamos desde hace más de tres años. Ella vivía en Madrid y nosotros en Barcelona. En el mismo país pero al mismo tiempo en diferentes mundos.

-¿Mamá en serio tenemos que ir a Madrid? No me gusta ir a casa de tía Sara ya sabes ella es un poco rara- en verdad no culpaba a mi hermano, de verdad que tía Sara era bastante rara.

-No hables así de mi hermana y sí, tú vas al igual que todos- lo mira mamá con cara de asesina.

-¿Porqué nos haces esto Amanda?- dice papá un poco cansado.

-Esa es mi hermana Alan, así que vamos a ir de visita y no se hable más.- dice molesta.
Para ganarme un voto de parte de mamá digo:

-No sabes lo que me gustaría ir a ver a mi tía, mamá es una gran idea tenemos que ir sí o sí.- papá y Rayan me miran con cara de pocos amigos sabiendo que estaba fingiendo ilusión. Mamá sonríe cariñosa y da media vuelta.

-¡Salimos en la tarde así que preparad las maletas, nos vamos a Madrid!- grita des del pasillo y la sigo, no podía quedarme con mi padre y Rayan me matarían a miradas.

Ya eran las tres cuando salimos en coche en dirección...casa de mi tía rara. Era diciembre y hacía bastante frío así que me llevé una manta para el viaje. Eran bastantes horas en coche así que entre mis padres y Rayan se iban turnando, por una vez agradecí no tener el carné ya que yo viajaba tranquila escuchando música.

...

-Despierta cielo ya hemos llegado- escucho decir a mi madre, abro los ojos, estaba oscuro.

-Por fin despiertas belladurmiente- habla mi padre conduciendo.

-Querrás decir monstruodurmiente- se ríe mi hermano. Aún tenía sueño así que lo dejo estar.

-Deja de decir eso Rayan si fuiste tú, que a tus dos años y medio dijiste que le pusiéramos Belladurmiente por alguna película que viste en Disney- dice mi madre, mi hermano se sonroja y todos empezamos a reír.

-Mamá tienes que prometerme que no hablaremos de esto nunca más- susurra avergonzado.

-Vamos hijo si solo tenías dos años.

-Pues muchas gracias por hacerle caso a este idiota y dejar mi nombre en sus manos. Aún no sabéis lo que sufrí en el colegio- digo un poco exagerada.

En verdad el nombre de Bella siempre me gustó, me llamo Isabella Sánchez Colt, pero me llaman Bella.

-Ya hemos llegado familia.

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Holaaaa espero que os haya gustado este primer capítulo ya que solo es la introducción.

Gracias por leer y si os a gustado regaladme una estrellita, o comentad vuestras opiniones.

Pueden preguntarme lo que sea que yo respondo a todo.