Mi Prohibición ©

36# Bella sin "B"

-Ya te dije, podemos repetir cuando quieras- dice sonriendo de lado.

-Gracias pero aún tengo algunas partes adoloridas.- digo haciendo una mueca.

-No pensaba que eras virgen- dice y yo lo fulmino con la mirada- pero me gusta, me gusta haber sido el primero.

-Como digas- le digo pensativa, no le iba a decir que él me dio mi primer beso, ya que su ego crecería aún más y no es lo que queremos.

-Tengo que irme preciosa, nos vemos luego- me besa la frente y desaparece por el pasillo del instituto.

Era el último mes de clase y todo el mundo tenía ojeras de tanto estudiar, y yo no era la excepción, inglés me tenía hechando humo por las orejas, aunque iba a la academia no me entraban las cosas a la cabeza.

Suspiro y me levanto para ir a buscar a alguna de las chicas, aún faltaban veinte minutos para ir a clase de nuevo.

Me levanto y voy a salir de la cafetería cuando una voz me para.

-Bella- me giro y veo al rubio de ojos azules detrás mío.

-Hola Jonatan- le digo con una sonrisa falsa.

-¿Podemos hablar?- dice suplicante y yo miro la hora en el móvil.

-Me esperan- miento con descaro.

-Un minuto, por favor- parece afligido y no tengo más remedio que aceptar.

-De acuerdo- me vuelvo a sentar y él hace lo mismo enfrente- Y bueno, ¿de qué quieres hablar?

-Quería pedirte perdón Bella, soy un imbécil y no me gustaría perder tu amistad por una tontería.- dice y sonrío.

-¿A ti te parece una tontería juzgar a la gente sin conocerla? Porque yo lo he hecho y mi conciencia no me ha dejado tranquila, la verdad- digo seria.

-Y nunca te dejaré tranquila.

Ya decía yo que tardabas en aparecer.

-Estuve de vacaciones pero ya volví.

Cállate ya.

-La verdad es que tienes razón, por eso te pido perdón.- parece hablar con sinceridad.

-A mí no me has juzgado Jonatan, lo has hecho con mi novio, no es a mí a quién le debes pedir perdón.- digo ya un poco más serena.

-Jon.

-¿Qué?- digo sin entender.

-Llámame Jon, no Jonatan.- dice y sonrío. La verdad es que es un buen chico y de los errores se aprende ¿no?

-Bueno Jon, nos vemos, ahora me tengo que ir- le digo con una sonrisa alentadora y salgo en busca de mis amigas.

Los encuentro todos sentados en la sombra de un árbol. El sol de junio quema bastante.
También está Adam ¿no había dicho que tenía cosas que hacer?

-¡Hola chicos!- digo con una sonrisa y me siento al lado de Tamara.- ¿De qué hablan?

-Estábamos hablando de la fiesta de graduación, resulta que será una semana después de entregar las notas- dice Sofia emocionada.

-Anda, pues no lo sabía- digo pensativa.

-Espero que aprobéis todos- dice Alex riendo.

-Si apruebas tú seguro que aprueba todo el mundo- dice Tamara y nos reímos.