Adam:
-Tienes que comer algo Adam- escucho a mi amigo diciendo y lo ignoro- ¡Adam!- insiste y me giro a verlo.
-Qué
-¿Cómo que qué? ¡Te estás consumiendo amigo! Esto debe acabar ya.- se acerca sacudiéndome por los hombros.
-Se acabó cuando ella me pidió que me fuera Alex, se acabó allí.- vuelvo a fijar la vista por la ventana.
-Nos vamos dentro de unas horas, empezaremos de nuevo y todo cambiará, somos libres al fin ¿recuerdas?
-¿Y? ¿Qué más da si soy libre? ¿Qué más da si sigo respirando mientras ella cree que soy como ellos?- digo furioso conmigo mismo- La lastimé, la lastimé de una manera en la que jamás hubiera permitido que alguien lo hiciera y eso no me lo voy a perdonar nunca ¿me oyes?, nunca.
-¿Y pretendes castigarte así? ¿Sin ganas de vivir? ¿Sin ganas de cumplir el sueño por el que tanto tiempo peleaste por conseguir?
-Si eso me saca solo un poco del dolor que siento, entonces sí, me castigaré de ésta manera.- escucho que maldice por lo bajo y cierra la puerta con fuerza.
¿Qué más da? Ya nada tiene sentido. No sin ella.
Vuelvo a coger su bufanda y la llevo a mi nariz, parecerá mentira, pero aún siento su olor. La guardé desde ese día que me la encontré en ese callejón de Madrid, no se la devolví. No quería reconocer que cuando estaba nervioso o depresivo, su bufanda me calmaba, lo ha echo durante todo este tiempo.
Las últimas semanas han sido un auténtico y completo infierno. No puedo dormir pensando en lo que le he echo, me odio a mí mismo. Sé que nunca me perdonará, por eso me voy, para dejarla en paz y no atormentarla más, ya hice suficiente, pero la amo y... no puedo hacer nada. El amor no tiene cura, no tiene excepción y mucho menos... compasión.
Después de un buen rato en silencio pensando en ella y en lo mucho que la hecharé de menos vuelve a entrar.
-Eres un pesado Alex...- me callo al ver su cara- ¿Qué ocurre?
-Bella- dice y me levanto como un poseso.
-¿Qué le pasa?- los latidos de mi corazón se aceleran- ¿le ha ocurrido algo? ¿está bien?
-Va a quedar con Jon- dice y me siento en la cama antes de perder el equilibrio.
-No- digo poniendo las manos en la cabeza.
-Ese cabrón, lo tenemos que detener, le tenemos que decir la verdad a Bella.- dice y aprieto los puños.
-Quiere vengarse el maldito hijo de puta- siseo con la sangre bombeando mi corazón frenéticamente.
-Tenemos que avisar a Bella- habla y yo parpadeo. Necesito pensar con la cabeza fría, pero ¿cómo cojones hacerlo si ella está de por medio?
-No- masajeo mi sien.
-¿Cómo que no?
-No nos va a creer Alex, no va a querer escucharnos- digo con un hondo dolor en mi pecho.
-Pero a Sofia sí- dice y lo miro- Me lo dijo ella, también me ha dicho que Bella no está mejor que tú.
-Eso es por tu culpa- digo afligido.
-Tenía que despedirme de ella- se defiende- Marc y Sara no encuentran cómo involucrarlo- dice y el odio se apodera de mí.
-No vuelvas a mencionar a esa escoria de personas- asiente- Nunca han dicho algo y lo han cumplido.
-¿Qué haremos?- dice mirando su móvil.
-Vamos a ver a Sofia- cojo las llaves del coche.
En diez minutos ya estamos en su habitación, menos mal que vive cerca.
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Mi Prohibición ©
RomanceBella es una chica de 17 años que no sabe lo que significa: maltrato, abuso, muerte... Hasta que se encuentra en una de las peores situaciones... La situación que le dará un giro a su vida. Adam en cambio sabe muy bien qué es cada cosa y disfruta vi...