3# Mal presentimiento

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Hoy no era un día muy bonito que digamos. Hacía bastante frío y las nubes amenazaban con fuertes truenos de que se acerca la lluvia.

Me encontraba en el salón leyendo un libro.
Mis padres salieron a visitar la zona con Sara y Rayan.

Sí, exacto, me quedé sola en casita, yo no suelo salir en estos tiempos.

Mientras leo mi libro recibo un mensaje de mamá que no entiendo muy bien:

Hija preparate para esta noche vamos a cenar con unos viejos amigos. Llegaremos a las seis no nos esperes para comer. Besos.

Era la una de la tarde.

1) No quiero ir a esta cena 2) No tengo nada que ponerme y 3) No quiero ir a esta cena.

Le mando un mensaje a mi madre diciendo de que no quería ir al cual ella responde:

Isabella Sánchez Colt si no mueves el culo cuando lleguemos vas a estar en problemas.

Salgo corriendo a vestirme, sabía perfectamente que cuando mamá usa mi nombre completo es que está enfadada.

Me decido por unos vaqueros negros una sudadera y mi chaqueta. No tengo tiempo para arreglarme.

Antes de salir aviso a mi madre.

Cuando salgo a la calle no sé por donde empezar ya que no llevo aquí más de cuatro días. Camino hasta encontrar un taxi que le pido que me lleve a un centro comercial que estuviera cerca.

Le pagué a la taxista y salí.

Ahora me encuentro en un centro muy grande, quiero decir enorme.

Al entrar veo que todo está repleto de gente. No me extraño mucho ya que falta menos para Navidad.

Me pongo manos a la obra y empiezo por una tienda.
Tengo en mente comprar un vestido normal ya que solo es una cena.
Se me olvidó por completo que podría darse un caso como este.

Nueva nota mental Bella: siempre hay que poner un vestido en la maleta.

Salgo desilusionada de esa tienda, no tenían nada que me gustara...

Llevo tres tiendas y aún no me llama la atención ni uno.
Eran las tres, si no me doy prisa no llego.

Entro en una tienda llamada Loxy.

Fue amor a primera vista. Era un vestido rojo que me llegaba a medio muslo, era sencillo y bonito.
También compré unos tacones negros ya que tampoco tenía.

Estoy en una pizzería comiendo pues... Lo que se come en una pizzería... Pizza.

Salgo del centro comercial y vuelvo a cojer un taxi. Como no conozco la ciudad no puedo arriesgarme a ir andando o ir en transporte público.

Llego a casa, me ducho y voy a ver la televisión. De pronto al sentarme en el sofá algo recorre mi espalda y siento mi pecho oprimirse.

Tenía un mal presentimiento, raras veces me pasaba esto, pero la última vez que sentí esto, me caí de las escaleras y me rompí la pierna. ¿Así que tenía que preocuparme? Creo que sí.

Intento no prestar mucha atención hasta que unas manos se posaron en mis hombros.

Grité como si fuera la última vez que volvía a respirar. Dejo de gritar cuando escucho que alguien también está gritando, me giro y veo a Rayan pálido y rojo a la vez.

Mi Prohibición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora