11# Puerta 28

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Abrimos la puerta y nos encontramos la silueta de una chica en frente nuestro.

Nos miramos yo y Alex y volvemos a salir para ver si nos hemos equivocado de puerta.
Y no, era justo la que nos dijo Paul, la puerta 28.

Enciendo la luz y me acerco a ella. Era una chica morena y estaba de espaldas, estaba amarrada de pies y manos. También estaba despierta porqué se movía y no podía hablar por culpa de un pañuelo seguramente.

Y cuando me pongo en frente de ella me la quedo mirando como si fuera un fantasma.

Ella abre los ojos y parece que se le van a salir de la sorpresa.

Es Bella, otra vez.

-¿Que coño haces tú aquí?- le digo enfadado, ésta chica, o no para de meterse en problemas o me sigue por todas partes.

Ella mueve la cabeza y sé que no puede hablar, voy a quitarle el pañuelo pero antes le digo:

-No grites- ella asiente frenéticamente.

Antes de que se lo quite, me interrumpe Alex que me había olvidado de que estaba aquí.

-¿La conoces?- dice poniéndose a mi lado.-¿Porqué no me la presentaste? Eres un mal amigo, solo te las quieres tirar tu solito y no piensas en los amigos.- dice el muy gilipollas, ella abre los ojos aún más si es que se puede y empieza a negar. Por su culpa ahora va a gritar.

-Eres gilipollas, ¿verdad?- le digo.
Y me mira mal.- No la conozco como tu crees que la conozco, sólo la he visto un par de veces y ya esta.- le digo y veo a la chica calmarse.

-No grites- le vuelvo a decir y le voy a quitar el pañuelo, pero noto que está húmedo, miro mis manos y es sangre, devuelvo la mirada al pañuelo y como es blanco se ve la sangre humedecer la blanca tela.
Ella gime de dolor, y me doy cuenta de que le estoy haciendo daño y quito mi mano de allí.

-Perdón- le digo y le quito el pañuelo con cuidado.

Ella suspira y me mira con lágrimas al borde des sus preciosos ojos, espera... yo no he pensado eso. El estrés te hace pensar cosas raras.

-Sacame de aquí- me dice y empieza a llorar.- Mi tía, ¿Dónde está Sara?- pregunta y ya me acuerdo, la tal Sara es la que vi en el restaurante ese día, era su tía.

-¿Te crees que es tan fácil entrar y salir sin ningún problema o qué?- le digo enfadado.

-¿Qué haremos con tu amiguita?- interrumpe el imbécil de Alex, le doy una mirada asesina y agacha la mirada y se aleja unos cuantos pasos. Vuelvo mi atención en Bella y la veo con una mueca de dolor.

-¿Te duele?- le digo y me acerco a ella.- ¿Qué te han hecho?- me agacho y me quedo a su altura. No sé porqué, pero me siento mal por ella.

Ella derrama unas cuantas lágrimas silenciosas y contesta.

-¡Me han secuestrado y yo no he hecho nada!- dice enfadada.- Y por colmo me dan en la cabeza y me quedo inconsciente no sé cuanto tiempo y ahora estoy atada. ¡No vuelvo a esta ciudad de mierda en mi vida!- pobre chica viene de vacaciones y ya ha sido agredida y secuestrada.

¿Pero qué estoy diciendo? A mí me la suda lo que haga o deje de hacer esta niñata.

-Eso no es mi culpa- le digo frío, no debería de importarme para nada.

-Y tampoco la mía- dice agachando la cabeza.

Miro a mi amigo que está sentado en un sofá y me acerco a él.

-No podemos dejarla tirada en el bosque, son más de las doce y está herida.- le digo a Alex que me mira confundido.

-Y que quieres hacer ¿llevarla a la policía y decirle que la hemos secuestrado, pero la devolvemos porque estamos muy arrepentidos?- dice un poco fastidiado por lo que le dije.

-No, la llevaremos a casa, pero antes nos aseguraremos de que no diga nada.- digo y me dirijo a ella.

-Mira niña, te puedo llevar a casa para no dejarte tirada en el bosque y te coman los lobos, eso si prometes ir a casa y hacer como si nada hubiera pasado.- le digo con rostro neutral- O eso, o te quedas aquí hasta que te viole uno de los guardas que hay por aquí.
También puedes escapar pero ya te dije lo que pasaría, recuerda que estamos a las afueras de la ciudad.

-¿Y mi tía?- dice al borde de un estado de pánico. Creo que me he pasado un poco diciéndole lo que le pasaría, aunque era la verdadera verdad.

-No estoy seguro niña, mira, yo no soy nadie aquí. Creeme que si sales de aquí y avisas a la policía, tu tía- la miro a los ojos- te juro que entonces, sí estará muerta. Así que si te preguntan di que no sabes nada.

-Sara es inocente, no podéis hacerle nada.- dice temblando.

-Creeme yo no, pero ellos sí.- le digo.

-No, no eso no, no puede ser, no me voy sin Sara.- ésta niña se hace la valiente, pero no durará mucho cuando la asuste un poco.

-Vale, entonces esperala sentada, Alex nos vamos- digo andando hacia la salida. Alex me mira extrañado y yo le hago un gesto para que se calle e impresionantemente se calló.

Salí y la niña no dijo nada, ¿se pensaba quedar aquí o qué?

Cerré la puerta y reposé mi espalda en la puerta.

-¿Que se supone que estás haciendo?- me dice Alex que me está fulimnando con la mirada.

-No lo sé ni yo- le digo cansado, está siendo un día muy agotador.

-Debemos llevarla a la ciudad, dejarla en su casa y volver, y si le preguntan pues dice que se cayó y se hizo daño y punto final de la historia.- dice Alex. Y le miro mal.

-No se quiere ir sin su tía- digo cabreado.

-A la fuerza, o eso o se la tiran y la matan, tu sabes como va ésto Adam, no me jodas.- dice Alex y tiene razón. Asiento y entramos.

Pero no me gusta lo que veo cuando entro.

Alex me mira con una sonrisa.
-Te espero en el coche- dice y sale por la puerta.

Ésta niñata me va a traer muchos problemas...

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He vueltoooo Lo siento mucho por tardar, pero el instituto no sabe que tengo una novela que escribir.

que hay gente que no es de España y está leyendo la historia, a lo mejor no entienden alguna palabra o frase, os pido que me lo preguntéis si no entendéis algo.

Espero vuestras ★★★ y comentarios, me animan mucho a continuar la novela.

Besos♥♥ ¡Os quiero!

Mi Prohibición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora