42# Debilidad

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Bella:

Abro los ojos y lo primero que siento son mis muñecas, creo que las tengo rotas. No puedo ver nada, todo está oscuro.

¿Cómo me lo voy a hacer para salir de esto?

Necesito a Adam, pero ¿y si es todo una mentira? ¿y si me ha engañado?

Intento descartar esas ideas, no es bueno sacar conclusiones precipitadas.

Se abre la puerta de golpe y enseguida se enciende la luz, es Alex otra vez, parece haber visto un fantasma.

-¿Qué pasa?- le pregunto intentando sentarme.

-Nada- contesta borde y yo paso saliva, no me atrevo a contestar, ni me quedan muchas fuerzas para hacerlo- Adam está aquí- dice de pronto y mi corazón da un vuelco, ha venido a sacarme de aquí- Pero no te hagas muchas ilusiones, no te sacará de aquí- dice y me arruina mi felicidad.

-¿Porqué?- hablo y siento arder mi mejilla, el calvo ese es un cabrón.

-Bella, lo creas o no, esto era un plan para sacarte la información de Sara, todo es mentira, Adam no te quiere- dice y hace una mueca de ¿dolor?- Todo esto ha sido una farsa Bella, no te creas falsas ilusiones, nosotros hemos ido a Barcelona con el fin de encontrar ese maldito pen- dice con rabia contenida.

Cierro los ojos y me trago las lágrimas.

-Mientes- digo y abro los ojos, error, las lágrimas empiezan a salir a chorros.

-No miento Bella, es la pura verdad y quién te diga lo contrario es el que miente- apaga la luz y sale dando un portazo.

Me quedo estática en mi sitio, mis pulmones arden y siento náuseas.

-Adam me ha mentido, me ha engañado, esto es real- digo en susurros. Me hago un ovillo y dejo salir el llanto.

Todos los recuerdos llegan a mi cabeza y quiero morir.

Me quedo sollozando hasta que vuelvo a escuchar un ruido de fuera y la puerta se abre tan fuerte que me siento de inmediato.

-¡¿Bella?!- grita y sé que es Adam. La luz se enciende y veo su angustia reflejada en su cara, al verme abre sus ojos como platos- ¡Dios Bella!- se acerca y me abraza, no sé cómo reaccionar y me quedo sin respirar
-¿Estás bien?- pregunta tomando mi cara e inspeccionándome.

-Adam ¿es cierto?- digo apretando los dientes para no llorar, solo quiero una respuesta y a partir de allí veré qué hacer.

-Cariño- dice y cierro los ojos con dolor hacia esa palabra- Mírame Bella- lo hago- Yo...- se calla y tensa la mandíbula.

-Adam, no vale la pena mentir más, se acabó todo- dice Alex cruzado de brazos al lado de la puerta.

-Tú te callas- sisea sin girarse.

-Dile la verdad Adam, fue todo mentira, solo eras un pasaje para nuestra información, nada más- mi cara era de horror- ¿Miento, Adam?

Lo miro y está cerrando los ojos intentando controlarse.

Empiezo a sentir rabia e impotencia por su silencio, eso quiere decir que todo lo que dijo Alex era cierto.

Aprovecho que saca sus manos de mi cuerpo para arrastrarme lejos de él. Me mira con tristeza y odio esa mirada, tanto como lo odio a él en este mismo instante. No necesito escuchar nada de él, no quiero saber nada.
Siento la pared a mi espalda y me doy cuenta de la distancia que he hecho, estaba él a unos metros arrodiado y con sus manos a sus costados.

Alex me sonríe triunfante y sale dando un portazo que me sobresalta.

De repente siento una inseguridad y un miedo al estar a solas con él en la misma habitación, que siento que voy a vomitar ahora mismo.

Mi Prohibición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora