18# "Alerta Roja"

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Hoy es miércoles y volvemos al asqueroso instituto de siempre.
Convencí a mis padres de que estaba bien y que no nesceitaba ayuda de ningún especialista. Me costó mucho convencerles, pero al final lo logré.

Ahora me encuentro en la puerta del instituto esperando a mi rubia amiga.

Resulta ser que mi instituto también es una universidad, bueno es mitad instituto y mitad universidad, es enorme y si no llevara cuatro años estudiando aquí, de seguro que me pierdo. No me aprendí todos los caminos hasta segundo año.

Suena el timbre y mi amiga aún no llega, decido ir a mi clase de matemáticas. ¡¿A quién se le ocurrió la magnifica idea de poner las mates a las ocho de la mañana?!

Andando por los pasillos me encuentro con un grupo de gente gritando y sinceramente ni me asomo, no quiero meterme en ningún lío.

Al llegar a mi destino la mitad de la clase ya está sentada, me pongo en mi sitio y saco el libro y la libreta que toca.

-¿Has visto quién se está peleando con Mandi?

-¿Quién?

-Sofia

-¡¿Qué?!- digo gritando y girándome hacia mis compañeras con los ojos abiertos.

-Que Sofia está peleando con Mandi en el pasillo.- dice la castaña.

Me levanto de mi asiento y salgo corriendo hacia el grupo de gente que he visto antes.
Mierda, por una vez que no quiero meterme donde no me llaman resulta que sí tenía que meterme.

Llego y me hago espacio entre la multitud. Cuando llego encuentro a mi amiga estirando de los pelos a la pelirroja, pero ella tampoco se queda atrás porque en la cara de mi amiga hay una mueca de dolor.

Lo impresionante es que nadie ha hecho nada para separarlas ni avisar a un profesor.

-¡Ya basta!- grito y intento separar a las bestias, pero me caigo al suelo por un empujón de la muy zorra de Mandi y me pongo histérica.

La cojo de los pelos y la arrastro al suelo.

-¡¿Pero qué haces guarra?!- me grita y yo le sigo estirando por los suelos.
Menos mal que hoy llevaba una coleta alta que sino me hubiera quedado calva ya que ella también me estira de mi pelo.

Yo soy respetuosa y amable, pero cuando me tocan lo que no suena entonces me pongo en modo "alerta roja" que es cuando me sube la sangre a la cara y me pongo roja de la ira, como ahora.

-¡Orden!- es lo que escucho antes de que unas manos se posen a mis costados y me separen de esa perra.

Al percatarme que estoy pataleando como una cría, paro y me intento tranquilizar delante de un muy enfadado director.

Me doy la vuelta y miro al chico que me tiene agarrada por mis costados. Es alto, rubio y con los ojos azules, le daría unos veinte años, creo que va a la universidad.
Me deshago de su agarre y miro al frente.

-A mi despacho- dice y nadie se mueve- ¡Ya!- grita y todo el mundo se va por los pasillos dejándonos a mí, a la rubia, la pelirroja, el tío bueno rubio y el director.

Nos dirijimos hacia su despacho y nos sentamos en los bancos que hay en frente de la entrada.

-Silencio- dice el bigotudo director y entra por la puerta que supongo que es su despacho ya que nunca he estado aquí, a diferencia de mi amiga que ella sí que sabe muy bien el lugar.

-Lo siento mucho por haberte metido en esto- dice Sofia en tono de arrepentimiento.

La ignoro totalmente, estoy enfadada con ella por meterse en líos y conmigo misma por reaccionar de esa manera.

Mi Prohibición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora