Epílogo

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Cuatro años después...

Hace un frío que hiela la sangre en las calles de Barcelona. Me despido de Sofia y Tamara y me dirijo al aparcamiento para ir a encontrarme con Adam.

Estaba cursando mi último año de carrera y la verdad es que me gusta mucho, pero es muy cansado y pesado.

Entro en el coche y conduzco hacia su apartamento.

Las cosas han cambiado muchísimo desde que salió del hospital hace años. Nunca me arrepentiré de haberle dado otra oportunidad o mejor dicho, habernos dado otra oportunidad.
Él está trabajando en un hospital muy bueno y cada vez lo solicitan más, y eso hace que me sienta muy orgullosa de él, ha conseguido sus logros después de mucho esfuerzo.

Sara y Marc se han quedado a vivir aquí, han dejado la policía y han abierto un negocio de transporte con mis padres. Lo dejaron para recuperar el tiempo con Adam y olvidar el pasado. Mi novio cada vez se ha ido abriendo más y aunque aún no les llama "padres" tienen una relación muy buena.

Rayan... Él es psicólogo infantil y ¿adivinen con quién está saliendo? Con Sofia, sí ¡Sofi! Me quedé impactada hace dos años cuando me lo dijeron, pero parece que se quieren, a mi hermano no se le va la sonrisa boba de la cara.

En este tiempo no todo ha ido de color de rosa, mi abuela murió hace un año y aún no asimilamos su pérdida, mi abuelo ha sido el más afectado, pero se niega a venir a vivir con nosotros ya que dice que quiere mantener vivas las flores de la abuela.
Siempre estará en nuestros corazones, siempre. Pero la vida sigue y eso no se puede evitar. Es ley de vida.

Limpio la lágrima que se me escapa y bajo del coche. Está lloviendo así que corro hacia el edificio.

Abro la puerta y con la llave que me dio subo por el ascensor.
Alex sigue viviendo con Adam, pero trabajan en diferentes hospitales, él sigue siendo el típico mujeriego de siempre aunque ahora parece estar entretenido investigando al novio de su hermana que ha decidido pasar una temporada por aquí.

Se abren las puertas del ascensor y me acerco a la puerta donde hay una nota
¿Qué es esto? Despego el amarillento papel de la madera.

Hola princesa, hacme el favor de subir a la terraza del edificio.

¿Este chico me quiere sacar de quicio o qué? Está lloviendo, no pienso subir, entro al apartamiento y me sorprendo al ver otra nota en el espejo que hay en el recibidor.

Sabía que no ibas a subir jajajaja te conozco muuuuy bien, bueno ya que no quieres subir creo que tengo que bajar... Espérame ahora llego.

-¿A qué quieres jugar Adam?- pregunto sonriendo como tonta, esto me recuerda a hace mucho tiempo cuando me dijo que me quería.
Dios, parece haber sido ayer mismo.

Dejo el abrigo detrás de la puerta y me saco las botas mojadas para entrar.
Como siempre, me detengo en la gran foto que hay en la sala, es una foto de hace tres años cuando nos fuimos a Roma todos juntos, mis padres, Rayan, Adam y sus padres, y Alex.

Dejo las gafas en la mesa y me siento en el sofá a esperar a este neardental que me pone nerviosa. Cierro los ojos escuchando la lluvia, eso me relaja tanto, pero lleva lloviendo toda la mañana y hace muchísimo frío.

Mi Prohibición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora