No era amor 《BrandonMeza》

4. Conociendo a mis hermanos.

Partimos a nuestro destino; Monterrey.

Fueron muchas horas de camino, un rato conversábamos y otro dormíamos o parábamos a comer algo, mis padres me contaban la historia de como se conocieron.

Luego de aproximadamente cinco horas de viaje puedo decir que llegamos sanos y a salvo a casa; eran las tres de la madrugada por lo que supuse que mis padres me presentarían a Arely y Fernando mañana por la mañana.

***

Ocho de la mañana en punto y yo ya estaba despierta, si había dormido pero en el orfanato acostumbraban a levantarnos desde las siete, intenté volver a dormir pues debido a que ya no tendría que hacer labores "domésticas" pues ya no vivía en el orfanato. Para mi sorpresa logré dormir, no me di cuenta de cuando pero lo hice. Unos toquidos leves en la puerta me hicieron abrir los ojos de nueva cuenta, era domingo por lo que supuse que mis hermanos estarían en casa... me levanté tallando mis ojos y abrí la puerta ahogando un bostezo con mi mano, era Magda, mi madre me sonrió y devolví el gesto.

-lamento despertarte, cariño pero el almuerzo está servido. -me dijo con una sonrisa maternal.

-no te preocupes, está bien, en unos minutos bajo... ¿Arely y Fernando están en casa? -pregunté curiosa.

-Si precisamente iba a despertarlos, pero anda, por ellos no te apures, arréglate y baja para desayunar y presentarlos. -tras decir eso salió de mi habitación y yo me dispuse a tomar un baño, quince minutos después acabé y tras colocar mi ropa interior me puse a buscar en la maleta un conjunto adecuado [o así lo veía yo] para la ocasión.

Bajé algo nerviosa la ancha escalera hasta llegar a donde provenían las voces, al entrar por el umbral de la puerta mi padre y madre sonrieron al verme, por otro lado Arely y Fernando aún no se daban cuenta de mi presencia pues estaban hablando sobre algo de un concierto o algo así, papá llamó su atención aclarando su garganta y levantándose junto a Magda de sus lugares.

-Arely, Fer; queremos presentarles a su hermana -comenzó papá.

-ayer llegamos muy tarde de Guadalajara y solo queríamos llegar a dormir y obviamente no los íbamos a despertar.- sonrió mamá abrazándome por los hombros.

-Hola, soy Carly. -hablé tímida pues los chicos no habían dicho nada. En el rostro de Arely se dibujó una amplia sonrisa y fue la primera que se levantó a abrazarme, gustosa respondí al abrazo.

—Bienvenida a la familia, vas a ver que te acostumbrarás muy rápido.— sonrió al terminar de hablar, Fernando se levantó y también me abrazó.

—lo chido de tenerte es que ya no voy a ser el hermano menor. —dijo y todos reímos.

— ¡Ay! No me la espantes, Fernandito —habló mamá riendo.

El resto del domingo la pasamos muy bien viendo películas y comiendo palomitas, la noche se llegó y ya estaba por acostarme cuando alguien toca a mí puerta, era Are.

—Oye Carly, ¿mañana me quieres acompañar al trabajo? —me preguntó sonriendo sentándose en la cama.

—Sí claro, por mí está bien, Arely, sirve que no me quedo todo el día sin hacer nada. —reí levemente.

—perfecto, entonces, te dejo descansar. —se levantó sonriendo y tras un "buenas noches" salió. Sin dudas mañana sería un buen día.