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Mejores amigas.

Después del encuentro con Cameron Marissa subió a su habitación y se quedo dormida casi al instante en el que su cuerpo chocó contra las suaves sábanas que cubrían su cama. Y durante la noche, la oscuridad la guió hasta un sueño que más que eso, era un recuerdo de una de las mejores decisiones que había tomado.

Un día al estar caminando de vuelta a su casa durante aquellos primeros días del ciclo escolar cuando no conocía a nadie y pasaba la mayor parte del tiempo estudiando en solitario, comenzó una tormenta que la tomo por sorpresa, en ese momento no llevaba nada para cubrirse puesto que no esperaba que la lluvia la alcanzará tan pronto, así que comenzó a correr por las calles hasta que llegó al Hyde Park y se ocultó debajo de un árbol. 

Después de un rato de estar ahí, logró ver a lo lejos a una chica que ya había visto antes. Giselle coincidía con ella en sólo 3 clases pero siempre le pareció una chica muy seria, por esa razón no se había animado a hablarle o a saludarla si quiera. Giselle se encontraba a medio camino, su mirada estaba perdida y se estaba empapando, sus pies se movían perezosamente mientras las gotas de agua le empapaban el cuerpo. Marissa se quedo observándola con curiosidad hasta que Giselle se dejó caer en el suelo con lágrimas en los ojos, estaba llorando.

¿Giselle, estás bien? cuestiono acercándose. Giselle no respondió, sólo levantó la vista llena de lágrimas y con extrañeza en sus ojos vidriosos.

¿Quién eres tu? ¿Cómo sabes mi nombre? Giselle tenía un carácter bastante difícil, Marissa la había visto más de una vez discutir con algunos compañeros por cosas tan simples como pisar por accidente su mochila.

Soy Marissa compartimos unas clases Marissa trató de sonreír. Giselle no parecía divertida en absoluto, se veía como todo lo contrario.

Ah ya me acordé ¿Qué quieres? agregó Giselle limpiándose los ojos para mirar a Marissa fijamente. No tenía idea de por qué aquella chica le estaba hablando, ella solo tenía un amigo, un amigo que probablemente no volvería a ver nunca.

Bueno vi estabas... ammm llorandoGiselle sonrió de lado.

—Seguramente necesitas lentes, estoy bien Giselle tenía esa mirada de pocos amigos que Marissa tanto odiaba en las personas. No había necesidad de ser grosera.

Bueno perdona, pero no te ves bien recalcó Marissa y Giselle asintió, no quería charlar con nadie, a decir verdad ni siquiera sabía por qué razón lo estaba haciendo con aquella extraña, después de todo, no la conocía ¿qué le importaba?

Si así fuera a ti que te importa.

Oye espera al menos debes ir a tu casa, te estas mojando decía Marissa caminando detrás de Giselle. Giselle caminaba bastante rápido, a Marissa le costaba seguirle el ritmo.

Me gusta mojarme bajo la lluvia, me relaja y con suerte me de neumonía para que deje de pisar este asqueroso mundo anunció Giselle.

—Créeme que es lo más probable, no estamos en una película para que hagas una "escena dramática", la realidad puede traer cientos de desventajas, oh vamos, al menos si vas a morirte de una neumonía hazlo bien Giselle se detuvo y la miró con extrañeza.

Recuerdos Ocultos |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora