Melodía.
Marissa estaba agotada después de 5 horas de entrenamiento, ya había atardecido y Alexander le había dicho que se verían el día siguiente para continuar. Su entrenamiento había constado de marometas, volteretas y giros en el aire, los cuales no le salían muy bien aunque tampoco le habían salido tan mal, se había caído algunas veces pero ya se las arreglaría para corregir ese detalle. Después de los ejercicios, Joshua le había enseñado algunas técnicas de pelea cuerpo a cuerpo, desviar golpes, lanzar golpes y esas cosas que Marissa nunca había hecho.
Según Alexander tenía que descansar. Marissa pensó en ir a su habitación pero Joshua le había dicho que había una sala de música, así que camino siguiendo las indicaciones que le dieron para llegar.
Entro en la sala y vio con asombro los múltiples instrumentos que se hallaban a lo largo de las paredes, guitarras, violines, armas, una chimenea y un enorme ventanal que dejaba entrar los últimos rayos de sol, también había un hilera con 5 sofás individuales acomodados alrededor de la chimenea.
Lanzo una mirada fugaz al fondo de la habitación y observo un enorme piano, que relucía en todo su esplendor, era de color negro, Marissa se puso de pie y camino hacia él, toco las teclas con mucha suavidad. No tenía un piano, pero le fascinaba tocarlo en el colegio, se sentó frente a el y comenzó a tocar.
Las notas iban y venían de un lugar a otro en la cabeza de Marissa, por primera vez en esos días se alejó de todos sus problemas con solo escuchar las notas que se escapaban de sus dedos, cuando acabo de tocar se escucho el sonido de una guitarra acústica tocando una bella melodía.
Marissa se levanto del piano, camino hasta el lugar de donde provenía el hermoso sonido de la guitarra, paso entre unos pequeños pasillos y llego hasta un área donde había otro piano negro, con un tamaño intimidante, este piano era mucho más hermoso que el anterior, pues las teclas estaban hechas de cristal.
—Hasta que llegas Anthony, estaba comenzando a pensar que no vendrías— menciono el chico que estaba en el centro de la sala con una guitarra entre las manos. Synyster.
—Tengo una idea para la canción que estamos haciendo, tu piano, mi guitarra y podríamos usar el violín de Abel, quedara muy bien— menciono Synyster distraído, que no había visto que era Marissa la que se encontraba parada detrás de él y no Anthony.
Marissa se aclaró la garganta y al instante, Synyster la observó como si fuera un fantasma.
— ¿Que haces tú aquí?
—Lo siento, no quería molestar solo estaba pasando por aquí— menciono la chica bajando la mirada.
—¿Tú tocaste el piano?— pregunto con una curiosidad genuina.
—Si— contesto Marissa casi como un susurro, Synyster seguía mirándola.
—Te confundí con Anthony, tocas idéntico a él— menciono Synyster pensativo, caminando con Marissa a la salida de la sala.
— ¿A que te refieres?—pregunto Marissa siguiéndolo a través de los pasillos.
—Nadie toca igual en esta vida, pero tú, podría asegurar que tocas de la misma forma que Anthony, como si el estuviera tocando contigo, su sentimiento es idéntico— explicó Synyster.
—En fin, no vuelvas a hacerlo, anunciate antes de entrar, es de buena educación— menciono él cerrando la puerta una vez que Marissa estuvo fuera de la habitación.
Marissa se quedo conmocionada ante la actitud cortante de Synyster, al menos no había sido tan grosero, bueno, encontraría la forma de volver a esa sala, necesitaba tocar ese precioso piano de cristal.
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Recuerdos Ocultos |En Edición|
Paranormal"Condenada a olvidar, atemorizada por un pasado desconocido, castigada por su pecado, su pasado la encierra, los recuerdos la atormentan, no existe salida para aquello que ya esta escrito. Sus alas fueron arrancadas y su naturaleza borrada, condenad...