Problemas en el paraíso.
Marissa desvió la mirada cuando noto el odio que se desbordaba de los ojos esmeraldas de Verónica, del otro lado de la sala se encontraba Alexander peleando con Joshua, ambos usaban espadas y corrían uno contra el otro riéndose. En el techo, precisamente en las vigas de madera, se encontraba Synyster con un arco, lanzando flechas hacia distintos blancos colocados en las paredes a su alrededor, curiosamente lo que sorprendió a Marissa no fue el hecho de que él estuviera en el techo si no que en pocos segundos le dio a todos los blancos con una precisión casi imposible.
Cuando todos se percataron de que había entrado, Alexander se acercó con Joshua a su lado.
—Hola—saludaron ambos chicos al unísono.
—¿Está vez lo intentaras?— pregunto Alexander sonriendo y señalando hacia donde estaban ellos antes, Marissa asintió.
—Excelente, ya puedes irte Cameron, la cuidaremos bien— comentó Joshua muy tranquilo.
—Pronto será toda una guerrera humana— añadió Alexander haciendo girar su espada.
—Esa es una excelente idea— repuso Cameron sonriente— Por cierto ¿Han visto a Anthony?
—Esta en la biblioteca— contesto Verónica desde la puerta de la caja de cristal sonriendo y secándose el sudor de su entrenamiento.
—Gracias—Cameron no se molesto en mirarla y salió del cuarto.
—¡Hoy es el día 1!— grito Alexander. Marissa salto del susto.
—Tranquila, solo esta emocionado, no brindamos entrenamiento a humanos todos los días—Joshua estaba riendo.
—Primero necesitamos que seas muy buena con movimientos básicos, volteretas, saltos, etcétera— explicó Alexander haciendo movimientos circulares con los dedos, era un mal inicio, esas cosas eran la razón por la que había dejado gimnasia en el colegio.
—Observa— dijo Joshua dando 3 volteretas seguidas, cayendo perfectamente de pie.
Marissa se quedó boquiabierta ante la rapidez de aquellos movimientos. No era capaz de hacer algo así.
—No podré hacerlo.
—Claro que puedes hacerlo, sabemos que eres humana, pero un poco de entrenamiento no te hará daño, solo confía— Joshua se coloco detrás de ella.
—Inténtalo, yo te cuido— apremió colocando su mano en la espalda de Marissa.
Marissa se concentró, al menos tenía que intentarlo, se colocó de espaldas con la mano de Joshua como soporte y se lanzó hacia atrás, esperando no morir en el intento.
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Cameron se dirigía a la biblioteca buscando a Anthony con la mirada, sorpresivamente al llegar no encontró a Anthony, en su lugar, se encontró con la mirada preocupada de Daniel sentado en una silla con una manzana en su mano. Le dio un mordisco y se dirigió hacia Cameron.
—¿Pasa algo?— pregunto el chico con un tono de voz implacable.
—No, estaba buscando a Anthony, pero veo que no está— repuso Cameron reflejando su decepción.
—Salió hace unos segundos a cabalgar, parecía molesto ¿Para qué lo necesitas?
—Quería hablar con él— respondió Cameron despertando la preocupación de Daniel.
—Yo sé que no soy Anthony pero también soy tu amigo y si quieres puedes hablar conmigo— repuso Daniel colocando su mano en el hombro de Cameron.
—¿Qué pasa Cameron?— pregunto una vez más, con una seguridad suficiente como para dejar en claro que estaba dispuesto a saberlo.
—Cometí un grave error Daniel, del que tal vez nunca me perdone— contesto Cameron casi sin aliento.
— ¿Un error? ¿Por eso estás tan distante últimamente? ¿qué hiciste? ¿mataste un perrito?
— Bese a Verónica— a pesar de que Cam hablo con rapidez, eso no amortiguo las palabras para Daniel.
—¿Qué estás diciendo? Pero si ustedes cortaron todo vinculo cuando nos fuimos de aquí— Daniel no salía de su asombro.
—Lo sé, me equivoque, me siento culpable, no solo por el hecho de que ella ahora esta saliendo con Anthony sino que me molesta que lo haya hecho cuando estoy enamorado de Marissa, las cosas no tenían que pasar así.
—Cuéntame todo, tal vez no es tan grave— Daniel trato de relajarse, un beso no era la gran cosa.
—La bese cuando estuvimos en Roma, en el bar, estaba borracho y estuve a punto de...— se calló ante el pensamiento de lo que pudo haber pasado, Daniel lo miro incitando a que siguiera.
—Vamos Cam, no creo que sea tan grave— si, era una traición hasta cierto punto, pero si las cosas no habían llegado demasiado lejos, Cam podía dar marcha atrás y seguir con su vida.
—¡Claro que lo es Daniel! pensé que lo que hice fue por el alcohol que había ingerido pero...yo lo deseaba, quería que me besara y cada vez que la veo solo puedo pensar en repetirlo— esas si que fueron palabras incorrectas. Daniel estalló.
—¿Qué diablos dices? No puedes hablar enserio, no puedes hacerle esto— Daniel estaba horrorizado, no solo por el hecho de que esa confesión involucraba a un ser despreciable como Verónica, sino que además...¿Dónde quedaban Anthony y Marissa?
—¿Crees que no lo sé?, yo sé que no puedo abandonar a Marissa ahora que me necesita más que nunca, lo peor es que la amo como no tienes idea y cada vez que pienso en Verónica de esa manera me da rabia contra mí mismo por traicionar a Marissa, pero no puedo evitarlo— Cam se cubrió la cara con ambas manos.
—Es pareja de Anthony, también lo traicionas a él y, por dios...¡es Verónica!
— No lo sé, no sé que pasa conmigo.
—No permitiré que la lastimes, a Marissa me refiero, ya que francamente no me interesa lo que hagas con Verónica, es mejor que la pongas al tanto para que todo se vaya por la borda de una vez— añadió Daniel pensativo.
—¡No! eso ni loco, yo la amo, la amo más que a mi vida, no voy a dejarla, no voy a arruinar mi oportunidad con ella, solo tengo que buscar una forma de que estemos juntos...— respondió Cameron con una desesperación que crecía cada vez más dentro de él.
—La vas a lastimar tarde o temprano, si no la salvas ahora, te arrepentirás; además si tanto la amaras no te fijarías en alguien más y menos en Verónica. Lo que sientes no es amor— repuso Daniel consternado, saliendo del comedor y azotando la puerta al hacerlo. Verónica no era del agrado de Daniel, desde que había pisado por primera vez el Jardín del Edén Daniel había sentido la oscuridad que la rodeaba.
—No puedo— susurro Cameron. Era amor, tenía que ser amor, solo el amor podía hacer que arriesgará su vida por esa persona, estaba enamorado, era la única explicación para lo que sentía por ella cuando estaba a su lado. Nunca había sentido nada parecido, nada tan brillante.
Se olvidaría de Verónica. Tenía que hacerlo.
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Recuerdos Ocultos |En Edición|
Paranormal"Condenada a olvidar, atemorizada por un pasado desconocido, castigada por su pecado, su pasado la encierra, los recuerdos la atormentan, no existe salida para aquello que ya esta escrito. Sus alas fueron arrancadas y su naturaleza borrada, condenad...