Una historia de ángeles.
Marissa camino junto con Abby por los pasillos de aquel lugar y sintió como si los muros del palacio le dieran la bienvenida, era una sensación extraña. En verdad se sentía como si estuviera caminando sobre un lugar mágico. Abby no menciono nada hasta que llegaron a una enorme puerta de madera y al abrirla Marissa quedo paralizada al observar la maravillosa biblioteca que se extendía ante ellas, Marissa ya había visto ese lugar antes.
—Bienvenida a la biblioteca, una de las salas favoritas de los chicos— menciono Abby sonriendo mientras avanzaba al centro de la enorme habitación.
Ambas tomaron asiento en unos pequeños sillones de tercio pelo que se ubicaban en el centro acomodados alrededor de una chimenea, Marissa recordó brevemente su sueño, ella estaba sentada en uno de esos pequeños sofás. Pero es imposible soñar con un lugar que jamás has visitado ¿verdad?
—Sé que debes de estar preguntándote miles de cosas y para eso estoy aquí, para tratar de responder a cada uno de esos cuestionamientos, Alexander me dijo que las preguntas fluyen de tu boca como un río— Marissa le dedico su atención absoluta— Me imagino que no tienes de la menor idea de lo que somos ¿verdad?— cuestiono Abby mirando fijamente a Marissa que negó con la cabeza levemente, le causaba mucho problema que Alexander hablará de "humanos" como si no fuera parte del grupo.
— Es primordial que lo sepas, dadas las circunstancias, estás parada en el Jardín del Edén, un recinto de ángeles y la razón que te trajo aquí, es que uno de mis chicos te puso en manos de nosotros puesto que un demonio casi se lleva tu vida— Marissa trago saliva nerviosa, la voz de Abby destilaba autoridad y por un momento la chica se sintió reprendida.
—Los humanos no pueden entrar a este lugar, sin embargo tú estás aquí y debo confesarte que me emociona la idea de ver a una humana tan cerca, ademas, Alexander insistió en que debía ayudarte, llegaste muy herida— mencionó Abby sonriente.
— Antes de que te vayas, te contare una historia que pocos humanos conocen, solo si prometes no decir nada a nadie. Has visto mucho y lo justo que obtengas algo para acallar tu conciencia— Marissa asintió presa de la curiosidad, adoraba las historias.
—Bien, hace muchos años, cuando la humanidad gozaba de una felicidad indescriptible. Un mal se hizo presente, arruinando toda la dicha humana, esa maldad eran los demonios, que han aparecido en la historia humana desde siempre, por ejemplo los monstruos griegos no son mas que demonios que fueron vistos por el ojo humano. En fin, como te imaginaras el problema no era verlos, si no el caos que causaban si eso ocurría, por ello al ver la desgracia de la humanidad, los ángeles bajaron a la tierra para erradicar esta plaga— mencionó y Marissa sintió una punzada en el estómago, ella había visto dos demonios en los últimos días y lo entendía, entendía el daño que podían causar.
—Eso significa que...—comenzó a decir Marissa, Abby la miro pidiendo que no la interrumpiera, sus ojos se tornaron duros y Marissa guardo silencio al verlos.
—Sé lo que supones y no te equivocas, en este palacio residen ángeles, pero no cualquier ángel. Al bajar, los ángeles notaron que los demonios eran mas fuertes de lo que pensaban, algunos arcángeles bajaron a la tierra de la creación y con su ingenio y su fuerza logramos erradicar mucho más deprisa el riesgo demoníaco— repuso Abby. Marissa no dejaba de imaginarse cosas en la cabeza, demonios y ángeles.
— Desde ese entonces el Jardín del Edén se convirtió en el hogar de aquellos ángeles que bajan a la tierra a cuidar de las vidas humanas del desastre del infierno— Abby estaba consciente de que Marissa no debería tener tanta información, pero quería saber como reaccionaría al saber que siempre estuvo rodeada de ángeles sin saberlo, se acercó a Marissa para que pudiera verla con mas detenimiento, como si fuera un animal extraño y único y torció la boca en un gesto de concentración.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos Ocultos |En Edición|
Paranormal"Condenada a olvidar, atemorizada por un pasado desconocido, castigada por su pecado, su pasado la encierra, los recuerdos la atormentan, no existe salida para aquello que ya esta escrito. Sus alas fueron arrancadas y su naturaleza borrada, condenad...