Atrapada en tu infierno.

Veintiuno.

Atrapada en tu infierno.

Atrapada en tu infierno, aceptando tu amor, viviendo en una mentira que me hace daño, soñando con un "nosotros" que no existe ni existirá. Estoy así por ti, hablo de amor y solo pienso en ti, cierro los ojos y no puedo dejar de imaginarte aquí, deseando que estés conmigo, anhelando tu amor, queriendo vivir contigo la historia más bonita. Dicen que el infierno puede ser divertido si estas con el demonio correcto, y yo no estaba con el demonio correcto, porque tú eras el infierno, eras un ángel que a veces era malo, eras un dios, pero de las mentiras, de la mala vida, tenías todo lo que cualquiera podría odiar, pero tus mentiras eran muy buenas, tus mentiras parecían amor. Era como si estuviera en medio de dos calles, en una estabas tú, con tu sonrisa preciosa, con tus ojos deseosos, en la otra se veía una luz, un largo camino y al final flores, y decidí irme contigo, caminar hacia ti sabiendo hasta donde me llevarías, te prefería a ti que nunca me dabas flores antes que ir por el camino que estaba lleno de ellas, te prefería aun sabiendo que tu amor no me hacía bien, porque estaba enamorada de ti, de tus juegos, de tus mentiras, estaba enamorada de ti y ni siquiera sabía que contigo todo se volvía nada, estaba enamorada de ti que eras mi droga, estaba enamorada de ti sin saber que me estabas consumiendo, que me estabas devorando como un depredador a su presa.