Atrapada en tu infierno.

Ultimo.

Y si alguna vez llegas a leerme, no necesitaras mucho tiempo para darte cuenta que es de tu amor del que hable, que a pesar de lo malo que me dabas yo igual suspiraba, que no me importo verte de la mano con otra, porque yo sabía que tarde o temprano ibas a volver a mí, ibas a echarme de menos. Y ojala te duela leerme, ojala no vayas a quererme ahora, porque no te podría corresponder y solo quedarías como yo, viviendo de recuerdos, de anhelos, enamorado de frases llenas de vida que habitan en un corazón que amo tanto pero que un día no supo más nada de amor, de alguien que lloraba y gritaba palabras de odio, cuando en realidad solo quería amor, ese amor que tanto le negabas o tal vez si, enamórate de mí, de mis letras, de mis suspiros, léeme a media noche para que sueñes conmigo, para que quieras ser feliz, en una historia sin fin, una que siempre te pedí y tú nunca quisiste darme. Y si, te estoy hablando a ti, que hoy puede que seas feliz o tal vez no, eso lo sabe dios, te hablo a ti aun sabiendo que te puede importar muy poco lo que escribí, a ti que no te gustaba la soledad pero que sin embargo siempre me dejabas allí, te hablo así sin guardarme nada, contando todo lo que me quedo de ti, hablando más de una vez de palabras de amor que venían de alguien que a veces no estaba, que a medias decía que me quería, haciéndoles creer que esta historia podría tener un final feliz, pero ¿Cómo podría engañarlos? Si ellos con el tiempo comprendieron, que cuando hablaba de infierno no me refería a demonios, ni a seres despiadados, hablaba del infierno de tu amor, de tu sonrisa, de tus ojos, del infierno de tus dulces palabras lindas, hablaba de tu infierno, y poco a poco, con frases sin sentido les explique que ahora estaba atrapada en tu infierno. Que ahora vivíamos quemándonos, yo fui capaz de admitir que te quise, que te quiero, no me arrepiento de haberlo hecho, nunca lo haré: y si, ya no hay vuelta atrás, este es nuestro final, hasta aquí fue donde pudimos llegar.