Atrapada en tu infierno.

Sesenta y tres.

25.

El 25 de cada mes me trae muchos recuerdos, cuando es 25 no puedo evitar pensar en ti todo el día, cuando es 25 deseo que vuelvas a mi vida. Hoy no es 25 y mucho menos estas aquí, pero aun así estoy yo pensando en ti, creyendo en ti, estoy sentada en una habitación que solo tiene un mueble mientras me escondo de los demás para poder llevar mi vida en paz y no escucharlos murmurar que parezco una loca al creer en algo que nunca ha existido, que solo he imaginado, y como hoy no tengo ganas de reír sarcásticamente (que es lo que siempre hago cuando los escucho hablar) prefiero quedarme en esta habitación casi vacía, rodeada del frío de la noche, del ruido de los autos que pasan afuera en las calles que están llena de personas que fingen ser felices pero que en cuanto tienen una oportunidad, buscan la forma de escaparse por ahí para poder reflexionar, para poder disfrutar por lo menos dos horas con el verdadero amor de su vida, no con el extraño con el que cada noche comparte su cama. Y lo odio, odio que nadie tenga el valor de luchar por lo que en realidad quieren, lo que en realidad les hace felices, oh esperen dije que no iba a sonreír sarcásticamente pero ahora lo hago al pensar en lo tonta que me debo ver hablando de la doble vida que llevan los demás sabiendo que yo las vivo también.